Por Prof. Joaquín G. Puebla
¡!!Que difícil se hace escribir hoy un análisis de los sucesos políticos de la semana¡¡¡, porque fue una semana movida, agitada, reveladora, emocionante y conmovedora.
La vuelta de Cristina Fernández de Kirchner al ruedo político pateo el tablero de todas las jugadas políticas que se venían construyendo en los últimos cuatro meses y le salió tan bien que, si no fuese que no tengo pruebas, diría que el Juez Bonadío tuvo un protagonismo destacado en el armado de la movida.
El juez Claudio Bonadío citó a declarar a la ex mandataria en una de las causas judiciales que solamente la rozan de costado porque el tema de la venta de dólares a futuro es una decisión de exclusiva responsabilidad del ex presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, dado que la carta orgánica de dicha entidad señala que es autónoma del gobierno de turno. Por eso el presidente del Banco Central es nominado por el ejecutivo y refrendado por el congreso nacional.
Claudio Bonadío le sirvió una oportunidad histórica a Cristina para armar una movida política que sacudió la modorra de los últimos meses, con una muy respetable cantidad de seguidores que asistieron a apoyarla y la auparon como la principal referente de la oposición al gobierno de Mauricio Macri. Podemos decir también, que con su calculada chambonada el juez Claudio Bonadío blindó a la ex mandataria para futuras citaciones judiciales porque no creo que muchos jueces resistan un acto con 10 o 100 mil personas en las puertas de sus despachos.
¿Por qué planteo que el juez Bonadío fue un participe indiscutido de la vuelta de Cristina a la política nacional?, porque le duela a quién le duela, la citó por una causa intrascendente y no por algunas de las causas que, se tramitan también en dicho juzgado, podrían señalarla como responsable directa de actos de corrupción y enriquecimiento ilícito.
Y Cristina volvió y armó flor de kilombo, porque convocó a una multitud que ningún partido ni referente político hoy puede llegar a movilizar, también empantanó la interna del PJ restándole legitimidad a la lista de unidad que pacientemente venían tejiendo José Luis Gioja, porque después del retorno de Cristina la unidad tan mentada ya no es unidad, dado que dejó afuera de la misma a los sectores kirchneristas. Eso sí, habrá que ver si la impresionante movilización que acompañó a Cristina es todo su caudal político o hay más. Además puso en evidencia a todas las centrales sindicales: las tres CGT y las dos CTA.
El retorno (y digo que fue un retorno porque esperó cuatro meses en silencio y cuando volvió a la ciudad de Buenos Aires lo hizo a lo grande) de Cristina Fernández de Kirchner a la arena política significa un gran dolor de cabeza más hacia adentro del peronismo que para el macrismo. Desde diciembre ningún dirigente o sector del peronismo pudo copar la parada y referenciarse como el principal opositor; sino que más bien buscaron enterrar a Cristina y plantearse como interlocutores moderados ante el gobierno de Mauricio Macri.
Al macrismo le sirve mucho la vuelta de Cristina porque se están empezando a notar los devastadores efectos del tarifazo impulsado por su gobierno que está diezmando a propios y ajenos. El macrismo está haciendo agua desde lo político, no logra unificar el mensaje y tampoco logra silenciar a algunos de sus funcionarios que no hacen otra cosa que agregar leña al fuego, como las insensatas palabras de Juan José Aranguren, Ministro de Energía y Minería de la Nación, quién sostiene que habrá aún más tarifazos (http://www.politicargentina.com/notas/201604/13252-para-aranguren-la-electricidad-todavia-debe-subir-otro-94.html) y si, le sumamos el escándalo de la investigación periodística sobre el descubrimiento de cuentas off shore del presidente y varios de sus ministros, Mauricio Macri estaba algo acorralado.
La vuelta de Cristina le permite tomar aire y definir bien la cancha porque vuelve a polarizar el tablero político, más allá de las chambonadas políticas, Macri encontrará un real apoyo en aquellos que son más oposición a Cristina que fieles militantes macristas.
EL ASUNTO ES ESTAR
El impacto político de la vuelta de la ex Presidente Cristina Fernández de Kirchner, también tuvo su correlato matancero y provincial.
Fernando Espinoza quién en varias ocasiones manifestó que Cristina debería someterse a las urnas partidarias para refrendar su conducción, en esta ocasión pensó y jugó rápido, armando una importante movilización de militantes peronistas del distrito y, junto a Verónica Magario tuvieron un protagonismo destacado en los medios. Obviamente la jugada le salió bien y ahora “los esposos” (según declaraciones del ex Gobernador bonaerense, Daniel Scioli; situación que no fue aclarada ni desmentida por los protagonistas) son más kirchnerista que nunca o mejor dicho, son más “cristinistas” que nunca.
Pero los movimientos pendulares de la “parejita” matancera sigue sin lograr señalar una posición política definida dado que al otro día del retorno de Cristina ambos aparecen en la “lista de unidad del PJ” como consejeros (Espinoza Tomas en el 11° lugar y Magario María Verónica en el 18°). Ante esto nuevamente uno se pregunta, ¿de qué lado están?. ¿Están con la unidad del PJ que dejó afuera a los kirchneristas o están con el Frente Patriótico Ciudadano que sugirió Cristina y al cual adhirió fervientemente nuestro Fernando (http://www.elintransigente.com/politica/2016/4/13/espinoza-sumo-frente-patriotico-ciudadano-pidio-cristina-kirchner-378052.html)?
Pero más allá de que la gente respondió en la convocatoria a la movilización, el escenario político local sigue muy caliente y ni hablar de la gestión.
Uno de los que abrió la boca pero que todavía no apareció por su oficina fue el Jefe de gabinete matancero, Alejandro “Topo” Rodríguez, quien afirmó que “Desde el 17 de octubre de 1945, aprendimos a transformar la tristeza popular en la felicidad del pueblo. Nos atacan porque recuperamos la sonrisa de los más humildes, la serenidad de los mayores y la esperanza de los jóvenes”, remarcó y apuntó: “Macri llegó para desmontar logros que beneficiaron a las mayorías populares de la Argentina. No lo vamos a dejar”.
“Vamos a oponer resistencia en las calles y van a chocar contra nuestra fuerza, que es la fuerza de la razón”, aseguró el funcionario matancero (http://www.lamatanzainforma.com.ar/topo-rodriguez-no-nos-van-a-frenar-estos-impresentables/).
Obviamente, los “Lujosos” fueron a la marcha, pero no se mezclaron mucho con la peonada dado que hicieron tiempo tomando unos cafés en una coqueta confitería y estaban vestidos más para la salir en TV que para marchar bajo la llovizna.
¿ARDE LA GESTIÓN?
Ya son cinco los renunciados del ejecutivo a los cuales Verónica María Magario (intendente matancero en los papeles) no deja irse y a todos les pide que se reúnan con otros miembros del gabinete para ver si estos los convencen pero las reuniones son tan patéticas que solo le queda prometerles que se reunirán, con ella, en un futuro incierto.
Lentamente y sin darse cuenta, Fernando Espinoza (Asesor estrella e Intendente en funciones) y Verónica María Magario (intendente matancero en los papeles), luchan con el enemigo más corrosivo de la política: el ridículo. Hablan con un montón de palabras monótonos y usan impunemente estadísticas caseras que no resisten el menor análisis. Acuden pronto a los medios para hablar y suelen quedar muy mal parados mientras los obsecuentes del poder les palmean las espaldas resaltando un papel que creen tener pero que no tienen.
Se sienten generales vencedores en la cumbre del poder ante un enemigo político que ha perdido toda voluntad de batallar, pero en realidad los ven nada más que como sargentos de línea de un ejército multifacético donde el mando supremo no lo ostenta nadie. Salieron a quedarse con el generalato de la oposición y volvieron con las insignias de sargentos de línea.
Si fuese algo que solo les inmiscuye a ellos, vaya y pase, personalmente no le dedicaría más que una sonrisa burlona pero detrás de ellos hay miles de militantes matanceros y hasta centenares de miles de vecinos que los votaron para estar mejor y eso no se está cumpliendo.