¡Cualquier parecido con la realidad nacional es pura coincidencia!

En estos calurosos días que estamos transcurriendo la mayoría de los titulares de los diarios se preguntan que pasa con la presidenta que no habla, que no se deja ver,  pareciera que no hay gobierno.

Seguramente los calores fuertes me han llevado a ver que esa también es la realidad del Colegio de Abogados de La Matanza. Tenemos un Presidente que casi no se ve, que no habla o cuándo lo hace en realidad no se entiende lo que quiere decir. ¿Tenemos un Colegio de Abogados sin gobierno? Pareciera que sí, porque no hay nadie para contestar las inquietudes de los abogados, las notas que se presentan con peticiones, reclamos o quejas duermen el sueño de los justos. Nada pasa por el Consejo Directivo del Colegio (máxima autoridad del Colegio, después de la Asamblea). No se tratan las notas ni los temas importantes que hacen a la incumbencia de nuestra profesión. Nada recibe respuesta. Sólo se ocupan de pagar gastos indebidos (por ejemplo la concurrencia de la Secretaria del Colegio a las Jornadas Deportivas de Mar del Plata, lugar donde al no integrar ninguna Comisión, debió haber pagado sus gastos, PERO NO: los pagan las arcas del Colegio, o sea, son pagados con el dinero que ingresamos los abogados en concepto de matrícula). Y así deben ser innumerables los egresos que no podemos controlar ya que no rinden cuentas de nada.

Siguiendo con las similitudes, encuentro también las mismas contradicciones que tiene el gobierno nacional. Cuándo el Presidente dice blanco, la secretaria dice violeta y el tesorero amarillo. Después tratan de enmendar el error con excusas que francamente ni siquiera aceptaría un menor de cuatro años.

Y así, podría seguir buscando similitudes, pero se cansarían del relato.

Sí es evidente y quiero que sepan que en el Colegio de Abogados de La Matanza, muchos abogados sentimos la orfandad a la hora de ver el accionar de quiénes nos tienen que representar.

Pareciera que está de moda el desgobierno, lástima que lo sufrimos aquéllos que pretendemos instituciones con presencia y trabajo en beneficio de los matriculados.

 

Por Dra. María de los Ángeles Canepa