EL ASUNTO ES RECAUDAR

Por Prof. Joaquín G. Puebla

  

 

En alguna oportunidad ya hablamos del Sanatorio de la Trinidad (https://semanarioquintopoder.com/?p=1966) ubicado en Rivadavia 13.280 esquina Sucre de Ramos Mejía y más allá de todo lo planteado en la nota mencionada, recibimos una denuncia de parte de empleados, pacientes y parientes de dicho sanatorio.SANY0042 (Copy)

Cuando nos dijeron que te cobraban el estacionamiento no lo podíamos creer. El estacionamiento que tiene el sanatorio es totalmente privado, le cobran por hora de estacionamiento a los empleados, los médicos, los pacientes, los familiares de los pacientes, es decir, a todos los que vayan al sanatorio.SANY0037 (Copy)

Ante esto, tanto los empleados, los pacientes y los familiares de los mismos optaron por estacionar en la calle o en la vereda que queda libre entre el muro anti vandálico del tren Sarmiento y la Avda. Rivadavia, generando el consabido caos vehicular y un congestionamiento de los mil demonios.SANY0040 (Copy)

La gacetilla de prensa informa que “Con más de 700 mil abonados y 7 centros médicos propios, Galeno abrió el pasado 25 de noviembre su séptimo sanatorio, el primero ubicado en la Zona Oeste del Gran Buenos Aires. Durante la inauguración del Sanatorio de la Trinidad Ramos Mejía, el fundador y dueño de la Galeno, Julio Fraomeni, sostuvo que ‘la medicina prepaga, que nació hace 40 años como una medicina de ricos, de Recoleta, hoy pasó a ser una medicina de clase media y trabajadora’. julio-fraomeni_crop1448564392415.jpg_1913337537 (Copy)

Después de tres difíciles  años de construcción y tras una inversión que en los planes iniciales de $ 250 millones y que terminó por rondar los $ 700 millones, la obra abrirá sus puertas a los pacientes el próximo 1° de diciembre. Según el cirujano devenido en empresario, el sanatorio es un edificio inteligente, ecológico, con iluminación led que ahorra energía y una farmacia inteligente con huella digital”. SANY0046 (Copy)

Parecía imperiosa la necesidad de recaudar para, aunque más no sea, cubrir los costos de la construcción. Algunos de los empleados consultados afirmaron que “Es vergonzoso esto, la gente se queja y tiene razón”.