Por Prof. Joaquín G. Puebla
El pasado sábado 17 de septiembre, Fabiana Agüero sorprendió a su equipo de trabajo y, a mí, con un almuerzo a todo trapo en “El lugar de siempre”. Nos invitó a modo de festejo por los 21 años del periódico “Páginas de Verdad”. Me sentí halagado por estar entre los amigos de Luis y Fabiana Agüero.
No todos los días se cumple 21 años y menos un medio de comunicación local porque aquellos que nos dedicamos al periodismo sabemos lo difícil estar y mantenerse durante tantos años. Miles de proyectos periodísticos, algunos muy buenos y otros, francamente malos, han naufragado más allá del proyecto en sí.
Ayer no sólo se festejó el cumpleaños de un medio, se celebró la vida de nuestro querido colega y amigo, Luis Agüero.
Con Luis Agüero tenía una relación muy especial porque nos llevábamos bien 10 minutos y, después, por 10 años no nos hablábamos, pero había entre nosotros una profunda corriente de afecto y respeto.
Después de su partida Luis Agüero dejó una marca indeleble en mi persona y, a su vez, nos abrió una puerta a una sincera y respetuosa amistad con Fabiana Agüero.
Aquellos que hacemos periodismo local sabemos hasta qué punto el medio está ligado al nombre propio de quién lo hace; es innegable que cuando decimos Política 2000 nos referimos al amigo Pedro Artaza o si hablamos del querido Marcos Flores enseguida surge en nombre del diario Condie.
Cuando hablamos de Páginas de Verdad estamos hablando de Luis y Fabiana Agüero. Cuando Luis partió Fabiana se hizo cargo del medio y, dignamente, lo está llevando adelante con un enorme sacrificio y una envidiable muestra de capacidad, constancia y coraje.
Ayer, al levantar las copas para brindar con Fabiana Agüero y su equipo de trabajo, en realidad lo hicimos por Luis Agüero porque estábamos festejando un trabajo que trascendió a su persona, estábamos brindando con él y agasajando a su medio.
Con los años que me van cayendo encima respeto y valoro algunas cuestiones a las cuales no solía darle mucha importancia pero la partida de muchos amigos me está cambiando enormemente. Siempre decía “Hoy no tomó un café con tal porque mañana lo llamó y arreglamos para otro día” y ese “otro día” se iba postergando. Hoy miró a mi alrededor y veo que son muchos los rostros que no están y me arrepiento de ese café postergado, entre esas ausencia está Luis Agüero porque a pesar de no tener una íntima o estrecha amistad, había una fuerte corriente de afecto y respeto mutuo.
Ayer festejamos la vida de Luis Agüero, brindamos por su trabajo que lo trascendió a él mismo y nos estrechamos en un abrazo emocionado con Fabiana Agüero.
Seguir adelante es la consigna, sacar fuerzas de donde no tenemos para estar siempre al pie del cañón y esforzarnos para realizar el mejor trabajo que podamos hacer.
Gracias Fabiana por tu ejemplo de fortaleza y constancia.