En la entrada de la Subsecretaría de Tránsito y Transporte de La Matanza, dónde se hacen los registros, ahí nomás, a mano derecha hay un individuo con “Cara de Angelito” que por unos pesos te soluciona todos los posibles problemas que uno pueda tener al tramitar el registro de conducir.
No es el único, ni el primero, ni siquiera es la cabeza de la organización, porque hay entre 20 a 30 personas que se dedicaron por día a explotar este negocio, el de facilitar, por unos pesos, todo tipo de trámites para la obtención del registro. Son entre 20 a 30 personas (algunos son empleados municipales, otros, llevan tantos haciendo esto que casi son municipales) que el que menos hace lleva “6 ó 7 clientes ó trámites” por día, todos reciben su parte y cada trámite, según lo que necesiten, esta tarifado.
En esta banda hay “Zorros Grises”, que llevan haciendo este negocio paralelo entre 20 ó 30 años, están los “Negros” como Cantero, López, Miguel, Madera, el Guapo, Gerardo y tantos otros. Están también los “Federicos”, los “Felipes” y las “Fernandas” (los pongo en plural porque a estos singulares se les reportan muchos).
No sólo hay personas sino también lugares emblemáticos, donde varios de estos personajes tienen sus despachos.
Todo esta a la venta y todo tiene un precio y las tarifa las fija una persona (el “Hombre de F”), sobre ese precio cada uno saca su ganancia y el precio final depende de la cara y la capacidad financiera del cliente.
Las Razones
La Lic. Leticia Piris, Subsecretaria de Tránsito y Transporte de La Matanza, fue nombrada a instancias de la “Salvatore” y la venía de Fernando Alemán (quién recomendó a la “Salvatore”) y, en su momento contó con el apoyo del “Clan Magario” (Papá Magario para ser más preciso), con el proyecto de modernizar el área, pero el gran objetivo era controlar la brutal depredación orientada hacia el bolsillo del contribuyente matancero.
Para frenar y bloquear el accionar delictivo de estás bandas, la Lic. Leticia Piris, impuso normas, estableció procedimientos y controles estrictos, modernizando, a su vez, los procedimientos. Pero el “Tsunami Corrupto” le pasó por encima, y sin saber “cómo” y hasta diría, sin “darse cuenta”, la estructura de control que armó fue copada por la corrupción que utilizó esa misma estructura, para beneficiarse de la misma. Es decir, los controles estrictos favorecieron a la corrupción porque al hacer más difícil la tramitación del ansiado registro de conducir, la gente tomó el atajo de la corrupción.
Hoy la Lic. Leticia Piris, esta aislada políticamente y es criticada duramente por todos los funcionarios y legisladores matanceros, simplemente por negarse, casi infantilmente a acceder a los mínimos favores, como el de dar un turno de prioridad a un Concejal ó a un Secretario del gabinete municipal para renovar un registro.
Pasa sus días intentando llevar adelante una gestión que hace agua por los cuatro costados y se sigue equivocando enormemente, como una quinceañera inexperta. Por ejemplo: contrató para el control semafórico a la empresa Autotrol S.A., que anda por todo el distrito con una camioneta plotteada con la siguiente leyenda (para sorpresa de propios y extraños), “CONTROL SEMAFÓRICO – AUTOTROL S. A. – AL SERVICIO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES”.
La Red Corrupta
Para la venta correcta de un producto debe haber una red de ventas y puntos de concentración y distribución.
Hay muchos vendedores y el producto (el registro de conducir) es bueno, rentable y siempre va a ser necesario, por eso, siempre hay clientes dispuestos a pagar para hacerlo más rápido ó para evitar los controles.
Todo esta a la venta y todo tiene un precio. Si no se quiere hacer los controles médicos, paga y no se hace. Si no sé quiere hacer la prueba de manejo, eso tiene un precio y también se puede evitar. Si el turno solicitado por teléfono ó Internet se lo dieron a muchos días, pagando te lo dan para el día que quieras.
El exámen teórico también se puede evitar, obviamente pagando el precio estipulado.
Un importante empresario matancero necesitaba renovar su registro de conducir. Solicito el turno y fue a la fecha indicada, realizó todos los trámites correspondiente pero cuando fue a rendir el exámen teórico, al pararse frente a la pantalla (La Subsecretaría de Tránsito y Transporte puso en funcionamiento un novedoso sistema de examen teórico con terminales digitales que hacen más ágil y transparente esta instancia, para obtener o renovar la licencia) se dio cuenta de que no tenía los anteojos para leer. Educadamente le solicita ayuda a la empleada municipal y esta en voz alta le responde: “Disculpe Señor pero no puedo ayudarlo, va contra la normativa. Va a tener que volver otro día”, para luego, después de mirar hacia derecha e izquierda le susurra cómplice al oído: “Por 1.800 pesos le facilitamos todos los trámites y se lleva el registro hoy”.
La próxima semana en “Quinto Poder”, la Segunda Parte: “Los Vendedores: sus negocios y oficinas”, “La ruta del dinero R (por el registro)”, “El valor de la firma” y “Las F, la Iguana y el Señor M”.