Por Prof. Joaquín G. Puebla
La locución latina “primus inter pares” significa literalmente “el primero entre iguales”. Viene a indicar que una persona, dentro de un grupo con un nivel de poder, de autoridad, homogéneo en diferentes ámbitos –bien sea social, político, cultural, religioso, etc.– es la más relevante dentro de ese grupo.
Si bien Javier Milei es el nuevo Presidente electo de los argentinos, su impresionante performance del pasado domingo no pudo quebrar la hegemonía del peronismo matancero.
Ni en las elecciones PASO, ni en las elecciones generales y, aún menos, en el balotaje; la Libertad Avanza (el partido del nuevo Presidente) no estuvo ni cerca de dominar el mapa electoral matancero.
En La Matanza, uno de los distritos claves a nivel electoral, Sergio Massa se impuso por un 61,20% de los votos por sobre el líder del Partido Libertario quien obtuvo un 38,79%.
La Matanza ha demostrado, una vez más, ser la capital y el corazón del peronismo bonaerense y, me aventuraría a decir, del país. No solo los resultados electorales lo demuestran así, sino que hay que tener en cuenta que se realizaron tres elecciones muy competitivas y, en las tres, el peronismo salió triunfante.
Los números matanceros le permitieron a Alex Kicillof y a Verónica Magario renovar sus respectivos mandatos como Gobernador y Vicegobernadora de la provincia de Buenos Aires y, a su vez, le dio aire a Sergio Massa para llegar a un impensado balotaje con el mediático Javier Milei.
Hay que reconocer que Sergio Massa, con la enorme y pesada mochila de la situación económica del país, llegar a la instancia del balotaje ha sido una proeza política irrepetible y me aventuraría a decir que con esta derrota no estaríamos ante el final de su carrera política. Puede tomarle tiempo recuperarse, pero tengo la sensación que, a futuro, tendremos novedades.
“PRIMUS INTER PARES”
Si bien en Florencio Varela, Sergio Massa ganó con el 63,14%, mientras que Javier Milei quedó segundo con el 36,85%; no es la misma cantidad de votos que en La Matanza.
El rotundo triunfo matancero se sustenta en varias bases, pero los verdaderos ganadores son los militantes peronistas y el Intendente Fernando Espinoza que, en esta ocasión miró detenidamente el tablero político y desplegó una campaña electoral racional y homogénea. No solo inauguró obras, no solo hizo actos políticos, sino que, principalmente, se acercó al vecino y se puso de su lado.
Esto lo demuestra los excelentes resultados que obtuvo en las elecciones generales y en el balotaje en el primer cordón del distrito que siempre ha sido muy refractario al peronismo.
Esta seguidilla de triunfos lo ubica al Intendente Fernando Espinoza como “primus inter pares” (“el primero entre iguales”) entre los intendentes peronistas del conurbano bonaerense y del interior provincial.
El caudal de los votos matanceros obtenidos y el haber demostrado, una vez más, lo imbatible del peronismo local lo hacen sobresalir en el mapa provincial.
Está situación lo pone en un brete o le da una posibilidad única.
Por un lado, podría convertirse, queriéndolo o no, en la cabeza visible del peronismo provincial, cosa que el libertario Milei podría tomarlo como una suerte de adversario a vencer o doblegar.
Por otro lado, podría convertirse, queriéndolo o no, en la cabeza visible del peronismo provincial (valga la redundancia) y construir desde ahí (cosa que debe ser una decisión personal) un liderazgo provincial opositor a las políticas neoliberales que Milei está prometiendo realizar.
La cosa esta muy fresca como para aventurar senderos políticos a seguir o señalar éxitos o fracasos de políticas a implementar, pero de algo estoy seguro: las políticas neoliberales nunca beneficiaron a la mayoría del pueblo argentino; ni en la generación del ’80 (1880), ni en ningún otro período.
El Presidente electo, Javier Milei, se llena la boca hablando de cuando Argentina era potencia mundial y eso se dio solamente en dos períodos históricos del país. Uno durante la denominada “Generación del ‘80” donde fuimos grandes exportadores de carne y cereales y, la otra etapa, fue durante los gobiernos del Gral. Perón.
En la primera etapa se construyeron grandes fortunas, aparecieron de la nada “los nuevos ricos” que engrandecieron y, a su vez, endeudaron a la nación. En el segundo ejemplo que menciono se benefició la mayoría del pueblo argentino.