“LAS COSAS NO MEJORAN, EMPEORAN. HOY LOS CHICOS ESTÁN PERDIDOS POR EL PACO”

 

Por N.B.

 

Semanario “Quinto Poder” entrevistó a Graciela Gómez quién, desde los años ’90, es referente social en Gregorio de Laferrere, Barrio La Loma.

Según nos cuenta GracielaEl barrio siempre fue carenciado, pero desde que yo llegué hasta hoy hubo un retroceso, y nada alcanza. No alcanzan las familias, el colegio, las instituciones nada es suficiente para contener”.

 

 

Hoy Graciela Gómez es más consultada para resolver los problemas del barrio, que el propio Delegado Municipal” afirman sus vecinos. Gómez cuenta que colabora en muchas tareas en el barrio  entre las cuales incluye cortar el pasto de uno de los colegios de la zona, de coordinar con las patrullas de policía cuando ocurre un robo, ayudar en tareas de Defensa Civil, ayudar a las familias con dificultades cuando un miembro cae en la droga, colaborar con el patronato deliberado entre muchas otras. Según ella, esta problemática sucede porque cuando algo pasa en la zona “a la que van a buscar es a mi” para poder solucionarlo.  

Graciela de Barrio La Loma, es una de las tantas mujeres que existen en la Provincia de Buenos Aires y  que trabajan desde el anonimato por su barrio, su gente, su familia para aportar su ayuda en lugares donde el estado debería estar presente.

A pocos días del 8 de Marzo, Día de La Mujer, los dejamos con este Mano a Mano con una madre de seis hijos, que luego de la muerte de su esposo se encargó sola de su familia, y asumió la responsabilidad de ser referente social en un lugar de La Matanza con una realidad muy compleja y dispar.

QP.: Llama la atención, el archivo que usted tiene, verdaderamente es muy grande y detallado.

GG.: “Yo vine a Laferrere desde Villa Luzuriaga, para el año ‘92, desde otro universo social y desde que empecé a trabajar en el barrio, lo reclamado lo tengo todo registrado. Y sigo trabajando como desde el primer día para el barrio, tengo archivos de todos esos años de reclamo, está todo firmado. Trato de hacer todo y más pero, como te decía, está todo reclamado. El barrio siempre fue carenciado, pero desde que yo llegué hasta hoy hubo un retroceso, y nada alcanza. No alcanzan las familias, el colegio, las instituciones nada es suficiente para contener, es un trabajo constante y permanente. Lo que no hace la provincia es porque a nadie le interesa, a nadie le importa. Ni a Espinoza, ni a Magario, a nadie. Pero bueno así estamos como estamos.

 

QP.: ¿Cómo es esto de ser mamá y tener una participación tan fuerte en el barrio con una familia detrás?

GG.: “Yo llegué un 22 de Junio de 1992, cuando mi hija tenía dos años. La sufrimos mucho pero bueno, salimos adelante. Yo empecé con mi lucha porque nosotros éramos excluidos. A mi marido no le gustaba mucho lo que hacía, pero yo le decía ‘hay que ayudar a la gente’. El me dejaba sola, que me arregle. Los chicos caían detenidos, el tema es buscarles un abogado, llevar la plata, la atención de ellos, no les daba bolilla nadie, como está pasando ahora. Me empecé a involucrar cada vez más, hasta que mi marido también lo hizo a la par mía. Después faltaba el pan para la madre que tenía ocho pibes, logramos que esas mamás que no tenían nada fueran Manzaneras, pero todos los días tenés que comprar el pan y así es el abandono. Las cosas no mejoran, empeoran. Hoy los chicos están perdidos por el Paco. Estamos para atrás. Hay mucha inseguridad, el chico no nació malo, lo convierte malo la droga y la adicción es una enfermedad. No se trata al adicto como se debería hacerlo, no hay un mecanismo donde el Estado debería estar”.

QP.: ¿Cómo afecta la droga tu barrio?

GG.: “Yo llevaba a chicos del barrio al barrio Don Juan para que vayan a comer. Tenían conflictos con el otro barrio, me veían a ver  mí y me decían: Quédese tranquila que no va a pasar nada, se robaban zapatillas, camperas  y me los llevaba. Hasta que un día, una mañana apareció el programa Envión. Para este programa tenían que trabajar, tenían que comprometerse. Tienen que caminar, estar en contacto con el chico, y ver en qué le pueden solucionar el tema de las adicciones y su vínculo con los padres. Yo soy responsable de mis hijos menores, yo no tengo hijos adictos, que consumen, ni incurren en el delito ni nada ellos estudian y tienen sus trabajos y responsabilidades. Muchos chicos que caen en la droga, caen por falta de presencia familiar, falta la presencia de la escuela”.

 

QP.: ¿Cómo es manejarse con la inseguridad en el barrio?

GG.: “En el barrio yo tengo dos escuelas, la primera es la secundaria con la que estoy muy comprometida. Son la 124 (secundaria) y la 163 (primaria) en el barrio, al lado de mi casa. Una vez entraron a robar y tuve que ir hasta arriba y sacar a los que habían entrado para destruir y hacer lío, no roban nada. Tuvimos que poner la alarma y yo con la alarma me manejo, para que los chicos no se peleen, para repeler al que viene a robar, para él que le viene a robar a los profesores los autos pero no me queda otra que hacer lo que hago. Sí, yo sé que hay dos patrulleros por cuadra en la teoría, pero en la práctica hay uno solo y cuando lo necesitas hay que esperarlo porque capaz está del otro lado del barrio. Entonces también fui al Ministerio para que haya más presencia policial, por el tema de las entraderas. En nuestro barrio con el tema de los móviles  policiales, siempre se complicó la cosa ya que tenemos calles intransitables y los móviles no pueden patrullar. Me ha tocado a mí tener que ir a socorrerlos, porque se les pinchó una goma por ejemplo. Yo sé cómo se mueve el barrio,  el tema acá es buscar al responsable que  permitió que entrara tanta arma, es un desastre

QP.: ¿Cómo califica los dichos de Berni que en comunicación radial dijo que el problema hoy con la delincuencia son los menores?

GG.:Los menores cometen el delito porque hay un adulto atrás, porque el menor, es menor de edad y sale si cae en cana. Con el tema de la interna del delito yo estoy al tanto, porque yo vivo en un barrio con diferentes problemáticas supongamos un caso: El chico cae en cana, la madre cae en mi casa, la madre me dice ‘cómo podemos hacer mi hijo cayó detenido’ y yo digo ‘la pucha lo que es la droga’. Ahí no más me pongo a hacer los escritos y yo sé lo que pasa. El menor está delante y el adulto está por detrás. Detrás de todo esto, cuántos menores están muriendo. Ahora lo agarraron al menor que mató al policía, detrás de ese menor hay adultos, entonces ¿cómo se permite, quién controla la entrada y salida de armas?, si en una hora se tiraron 250 tiros. Y vos decís de dónde sacan el plomo, la policía tiene que estar contando las balas para tirarla porque tiene poca  y cuando la tiene que tirar para defenderse, tiene que pensar primero en la sanción, como pasó con el comisario de Villa Luzuriaga que no se defendió para no enfrentar sanciones. Entonces qué pasa, ellos tampoco tienen seguridad jurídica. Berni ya sabe la situación, él tuvo el asalto el año pasado en noviembre, y el hecho no fue casualidad tampoco”

 

QP.: ¿Qué cree que sucede entre la policía y el poder judicial?

GG.: “El policía se maneja con una hoja de ruta por dónde va, pero tiene que haber un fiscal que responda, si el fiscal dice, supongamos el caso, ‘no lo traigas’ todo queda en la nada. Hay que proteger al menor juvenil, supone que el menor sale porque es menor, con la responsabilidad del adulto que sería el padre, madre o tutor, ese menor no es controlado por nadie y está descontrolado. Yo lo sé por conocimiento de causa, si no lo controlan vuelve a delinquir con el arma en la mano y el responsable es el adulto que lo tiene a cargo”.

QP.: ¿Le gustaría agregar algo más?

GG.: “Si, que mi barrio siempre fue carenciado, pero desde que yo llegué hasta hoy hubo un retroceso, y nada alcanza. No alcanzan las familias, el colegio, las instituciones nada es suficiente para contener. Lo único que quiero es que el servicio de protección al menor, el servicio local y el Envión, estén a disposición de los jóvenes para rescatarlos de la adicción y que vuelvan a la escuela. Y que si una madre tiene una Pensión de Siete Hijos, y el chico no va a la escuela, la pensión se la tienen que retirar. Lo que se necesita en este punto es control”