Por Prof. Joaquín G. Puebla
Lealtad: Sentimiento de respeto y fidelidad a los propios principios morales, a los compromisos establecidos o hacia alguien. “El obrar con lealtad a sus significaciones abría al rey terreno el camino del reino eterno; el vínculo feudal consistía en una obligación de lealtad hacia el señor que otorgaba el feudo y que, a su vez, se comprometía a defender a sus infeudados; el dictador cuidó de garantizar la lealtad de sus altos mandos promocionándolos política y económicamente”.
La lealtad es una devoción de un sujeto o ciudadano con n estado, gobernante, comunidad, persona, causa o a sí mismo. No existe acuerdo entre los filósofos sobre a qué cosas o ideas es que se puede ser leal. Algunos sostienen que se puede ser leal a un espectro muy amplio de cosas, mientras que otros argumentan que solo se puede ser leal a otra persona y que ello es una relación estrictamente interpersonal.
La lealtad es un valor que básicamente consiste en nunca darle la espalda a determinada persona o grupo social que están unidos por lazos de amistad o por alguna relación social, es decir, el cumplimiento de honor y gratitud, la lealtad está más apegada a la relación en grupo.
La lealtad es un cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor.
Es una virtud consistente en el cumplimiento de lo que exigen las normas de fidelidad, honor y gratitud. Adhesión y afecto por alguien o por alguna cosa.
La lealtad posee numerosos aspectos y aristas. John Kleinig, profesor de filosofía en la City University of New York, resalta que con el transcurso de las épocas la idea ha sido motivo de análisis por escritores creativos desde Esquilo a John Galsworthy y Joseph Conrad, y tema de estudio de psicólogos, psiquiatras, sociólogos, estudiosos de la religión, economistas políticos, estudiosos del ámbito de los negocios y el marketing, y — en especial — teóricos de la política, que se ocupan de aspectos como los juramentos de lealtad y patriotismo. Como concepto filosófico, la lealtad no fue tema de estudio de los filósofos hasta el trabajo de Josiah Royce, la “gran excepción” según afirma Kleinig. John Ladd, profesor de filosofía en la Brown University, que hacia fines del siglo XX el tema ha sido motivo “una atención limitada en la literatura de filosofía”. Ladd atribuye esto a asociaciones “odiosas” que posee el tema con el nacionalismo, incluido el nacionalismo del nazismo, y con la metafísica del idealismo, a lo que caracteriza como “obsoleto”. Ladd sostiene que sin embargo dichas asociaciones como erradas, y que la idea de lealtad es “un componente esencial en todo sistema humano y civilizado de moral”. Kleinig afirma que a partir de 1980, el tema ha sido motivo de atención, y los filósofos se han ocupado, entre otros temas, de sus vinculaciones con la ética profesional, el alertador, la amistad, y la ética de la virtud
Como Día de la Lealtad se conoce en la Argentina a la conmemoración anual del 17 de octubre de 1945, día en que se produjo en Buenos Aires una gran movilización obrera y sindical que exigía la liberación del entonces coronel Juan Domingo Perón.
Desde la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, creada a su pedido, Perón había promovido los derechos de los trabajadores. Una gran cantidad de manifestantes —en su mayor parte provenientes del sur del Gran Buenos Aires — ocupó el centro de la ciudad, especialmente la Plaza de Mayo, logrando la libertad del prisionero. Al año siguiente, Perón sería elegido Presidente de la Nación.
Según las publicaciones antiperonistas en esa época, que se ha conservado entre los historiadores contrarios al peronismo, el movimiento fue organizado por los sectores ya considerados peronistas, quienes —con apoyo militar y policial— habrían organizado el movimiento popular para conseguir el retorno de Perón.
Ese día es considerado como el del nacimiento del peronismo y uno de sus máximos símbolos, así como uno de los momentos más importantes de la historia del movimiento obrero argentino. Más allá del nombre dado por el Partido Justicialista, también es llamado Día de la Lealtad Peronista y 17 de Octubre. Entre 1946 y 1954 la fecha estaba declarada como feriado nacional.
“Hay dos clases de lealtades: la que nace del corazón, que es la que más vale y de los que son leales cuando no les conviene ser desleales” J.D. Perón
“Antes de pedir lealtad, los dirigentes primero tenemos que ser leales con nuestro pueblo”
Me siento, políticamente hablando, bastante cerca del peronismo, pero lo que me ha mantenido siempre bastante alejado de la militancia política ha sido la mayoría de los dirigentes peronistas. He conocido a varios, tanto dirigentes como militantes, que inspiran, que te tientan a seguir y militar políticamente pero, al mirar hacia otros costados, se van algunos, que por su accionar, te hacen tener ganas de ser radical o de cualquier otro partido.
En política, la lealtad, es uno de los bienes más preciados, pero desde los ’90 a esta parte, el interés reemplazó a la lealtad. “Se es leal mientras me convenga” se podría definir, burdamente, el accionar y comportamiento político de muchos dirigentes y militantes políticos.
El militante suele tener una gran dosis de lealtad en su accionar y la mayoría de los dirigentes tienen un interés pragmático en el enfoque de sus lealtades.
En La Matanza, el 17 de octubre no es un día cualquiera, se respira peronismo y se vive de una manera muy diferente a cualquier lugar de país. En todos lados hay actos y conmemoraciones, pero acá es el único lugar donde todos se desean “Feliz Día Compañero”. Se cruzan mensaje de salutación, se juntan a tomar un café o comer un churrasco y después, rumbean hacia algún acto. No importa detrás de que chapa o frente partidario estén, el peronista se reconoce peronista y saluda a otros peronistas.
El peronismo matancero es un mundo en sí mismo y no esta ajeno a las situaciones y hechos que conmovieron al país y al distrito. Algunos peronistas aún andan como bola sin manija, esperando encolumnarse detrás de alguna persona o chapa que, aunque más no sea, le ofrezca contención y lealtad.
Hay muchos leales que han sido traicionados por los dirigentes, es más, hasta ahora no he encontrado un peronista matancero que no se sienta o no haya sido traicionado por algún dirigente. Todos guardan el rencor de la traición.
Hay personajes políticos que son traidores consuetudinarios (que son frecuentemente traidores, tradicionalmente traidores, usualmente traidores, habituales traidores, etc), que sus promesas o sus palabras no tienen ningún valor, que te invitan un café y uno mete la mano al bolsillo para ver si se tiene el mango para pagarlo, porque se tiene la plena certeza de que en algún momento, va a salir rajando y te va a dejar de garpe con la cuenta ( es el caso del “Garcajal del Pueblo” Abraham “Toto” Delgado).
Los grandes dirigentes políticos matanceros también fueron traicionados. Federico Russo, maestro de la mayoría de los dirigentes peronistas matancero, fue uno de los más traicionados, pero una de las grandezas de Federico es haber perdonado las traiciones (algunos hablan de que él también hizo de las suyas, pero más que traiciones se hablan de picardías) y también fue un ejemplo en varias cosas, cuando perdió, se retiró. Siguió hablando y dando consejos pero nunca más se postuló a nada ni ocupó ningún cargo político y fue hombre de consulta de muchos dirigentes que tomaron las posta después de él.
En política pero sobre todo en el peronismo, los dirigentes ve la lealtad en un solo sentido, de arriba hacia abajo, es decir, los militantes deben aguantarse todo lo que disponga el dirigente porque si se plantea una crítica (aunque modesta) al accionar del dirigente, muchos catalogan eso de deslealtad y hasta traición. La dirigencia del peronismo matancero utiliza con mucha facilidad la palabra traición, aunque, la mayoría de las veces, son ellos los que traicionan a la militancia, porque la lealtad es una vía de doble mano, va tanto de abajo hacia arriba como de arriba hacia abajo.
¿UN PERONISMO FRACTURADO?
¿El peronismo matancero esta fracturado?, es una pregunta que ronda por la cabeza de muchos dirigentes y militantes locales. Son muchas las razones que llevan a esta deducción y desde estas páginas las venimos enumerando desde hace bastante tiempo. La ausencia de conducción política es la peor de las traiciones porque deja al accionar político sin dirección y cuando el cuerpo político empieza a rumbear para el lado que percibe donde está el camino, la conducción reacciona y los tilda de traidores. Pero si la conducción se quedó calladita o se fue solita hacia otro lado, ¿eso no es traición?.
En los ’90, el menemismo se adueñó del peronismo y los que estaban afuera eran traidores. Ahora, la mayoría de los estaban afuera, están adentro y le dicen a los que están afuera que son traidores. Héctor Schamis (profesor de la Universidad de Georgetown), en una columna de análisis del diario el País, dice que “Hidra omnipresente, es el peronismo. Y, claro, hay peronistas en el oficialismo, hay peronistas en la oposición y peronistas en el cambio a medias. Hay peronistas en todas partes y sin embargo, la palabra peronismo no aparece en ninguna de las boletas”.
En la semana hubo un acto en el Huracán de San Justo (ver nota aparte), fue un buen acto pero podría haber sido un gran acto. Se privilegió la foto a la política y fue tan cuidado en sus detalles que se derrumbó el escenario. Chistes aparte, el haberse caído el escenario fue una muestra gráfica de cómo está el peronismo matancero: por arriba todo bien, pero en realidad esta inestable y le falta un par de patas de apoyo.
¿Ser obediente es ser leal? , ¿Ser obediente y amparándose en esa obediencia, se es corrupto, igual se sigue siendo leal?. Un funcionario municipal me decía: “Yo soy leal a Fernando y Verónica, como lo fui con Alberto y Federico (se olvidó de Pierri y Cozzi)” Pero él sabe que yo sé que no puede explicar cómo hizo el dinero que disfruta él y su familia; dinero que lo hizo haciendo negocios con la cosa pública, ¿éste personaje es leal?.
¿Se es leal mientras conviene?, ese es el recorrido de muchos dirigentes del peronismo matancero.
Fernando Espinoza ha de llevarse una gran sorpresa en muy poco tiempo, porque muchos de los que hoy dicen: “Hasta la muerte con Fernando”, comenzaran a decir: “Hasta la muerte con Verónica” para ver de qué manera se acomodan y si no se acomodan, rumbearan hacia otros destinos y no nos extrañemos que terminen de la vereda de enfrente.
UNAS ELECCIONES ATIPICAS
El “Bigote” mayor bonaerense, Aníbal Fernández, candidato a gobernador, hace unos días dijo una frase que dejó perplejos a propios y extraños: “Todos pensamos que dejamos un boludo en la intendencia” y lo dice por experiencia propia, porque cuando dejó la Intendencia para ser ministro de Solá, pensó que la misma quedaba a buen recaudo con un hombre de su estrecha confianza, cosa que no ocurrió así.
Ahora bien, en muchas mesas políticas matanceras apuestan cuánto tiempo durará el doble comando Verónica – Fernando.
Un experimentado político matancero me decía que “La ruptura se va a dar y es inevitable” y explicaba que “Verónica, hasta ahora, se lleva el 10% o el 20% o el 30% de lo que se recauda por izquierda, si es que se lleva algo y no maneja el destino final de todo el volumen recaudado. Por ahí opina pero no dispone. Fernando es el que mete el gancho y él dispone. Pero cuando sea Verónica quién firme, ¿Permitirá que Fernando se lleve la parte del león?, ¿dejará que él siga manejando?. No creo que eso suceda, el que pone el gancho se lleva la mayor parte y maneja”.
Viendo las cosas desde esta óptica puede ser que la ruptura anunciada se dé, salvó que Fernando parta raudo hacia otros destinos y se olvide, literalmente, de La Matanza y le resigne el manejo total a Verónica reservándose él la conducción estratégica de la política.
Cuando era un simple periodista me zarpaba y me manejaba como si fuese el director del medio (hecho que ponía loco a Petineittor) y tenía razón el director en protestar; yo sabía que me mandaba una cagada pero lo hacía igual; porque todas las personas buscamos los límites para poder ubicarnos en tiempo y espacio. Pero cuando la conducción no marca los límites, se desorganiza el cosmos y uno va hacia donde le conviene.
Las elecciones son dentro de una semana y los cambios que hubieron en el organigrama de fiscalización, del oficialismo, no han caído nada bien.
Nuestro Fernando necesita, casi desesperadamente, que en el distrito Scioli obtenga más de 400 mil votos, hecho que casi aseguraría que el candidato oficialista ganase en primera vuelta y Espinoza tuviera un lugar de privilegio en el próximo gabinete nacional.
También sería un buen espaldarazo para el alicaído Aníbal Fernández que día a día ve como se escurren sus chances de ser gobernador ante el crecimiento, en las encuestas, de María Eugenia Vidal (de Cambiemos) y de Felipe Solá.
Los tres principales candidatos a la presidencia (Scioli, Macri y Massa) siguen, punto abajo punto arriba, igual que en las PASO. Se ve un repunte de Sergio Massa pero parece que no le alcanzaría para llegar al balotaje.
Los números de las PASOS no se han modificado, Scioli para ganar en primera vuelta necesita unos pocos puntos, superar el 40% y sacarle 10 puntos de ventaja a quién lo sigue, en este caso Macri. Pero si Scioli crece y Macri crece también, en detrimento de Massa, hay un escenario de balotaje.
En lo local Verónica Magario camina lento pero seguro, sabe que sus contendientes están lejos, por el arrastre de la sábana nacional pero en el mano a mano correría peligro porque tanto Rubén Ledesma, como Miguel Saredi le andan cerca.
No hay nada definido, el panorama sigue como la semana pasada.
DENIGRO LOGROS
Había prometido develar el misterioso nombre del funcionario municipal que tuvo un crecimiento patrimonial impresionante, pero charlas de último minuto me hicieron ver de la necesidad de contar con más datos confirmados, por eso les pido tiempo y paciencia.
Con la investigación periodística que llevamos adelante no quiero ni pretendo denigrar los logros profesionales de ningún funcionario, al contrario, respeto profundamente a los que por fuera del empleo público pueden abrirse camino en el mercado laboral privado y lleguen a tener un crecimiento importante; pero estos casos son los menos.
Sería interesante que éste funcionario, en particular, explique públicamente, a modo de enseñanza de masas, cómo se hace para comprar una casa (valuada entre 500 mil a 580 mil dólares) sin vender la suya (valuada en 180 mil dólares) y construir (en cuatro años y con un hipoteca) una casa cuya valuación actual está entre los 1.8 millones de dólares y 2.2 millones de dólares.
Sería muy interesante que nos cuente porque todos tenemos la aspiración de salir de pobres y rodearnos de los lujos y placeres (aunque el cuero no dé) que suele traer la fortuna.
Seguiremos en la brecha, obtendremos la información bancaria, la información fiscal, las declaraciones juradas pertinentes y las publicaremos. Si esta todo en orden, la comunidad matancera tendrá la oportunidad de felicitar la buena fortuna de un funcionario municipal, pero si los papeles no están en orden, también publicaremos la información para que toda la comunidad matancera pueda denigrar el accionar del funcionario.