LOS ASUNCIONADORES

 

Por Prof. Joaquín G. Puebla

 

ACLARACIÓN: la palabra “Asuncionadores” no existe; es un término que inventé como para llamar la atención sobre las particularidades de las próximas asunciones de las autoridades electas tanto a nivel nacional, provincial y municipal.

 

A días de la asunción presidencial de Javier Milei, de Axel Kicillof como Gobernador y de Fernando Espinoza como Intendente; me gustaría rescatar un par de frases del discurso de asunción como Presidente de Héctor J. Cámpora en julio de 1973.

 

 

Se vienen tiempos turbulentos y, ante esto, creo que es prudente para los peronistas leer esta frase: “Lealtad total, incondicional, a mi patria, lealtad total, incondicional, a mi movimiento. Lealtad total, incondicional, a mis verdaderos amigos. Considero que el más grande de ellos es el general Juan Perón y le he sido leal durante el gobierno y desde el llano. A esta lealtad personal se suma la lealtad especial que merece un jefe. Gracias a la lealtad, que muchos insisten en considerar un defecto mío, he conseguido ser leal también conmigo mismo: por odio a la traición y a los traidores

 

 

La situación del presidente electo, Javier Milei, también podría verse reflejado en las palabras de Cámpora (Obviamente salvando las distancias y situaciones) al asumir la presidencia, al sostener que “Tenemos así al desnudo una de las facetas de la dependencia. El control del sistema financiero por el interés externo determina que los planes de expansión de la economía argentina y los planes sociales de asistencia popular, queden rezagados en favor de la penetración del capital extranjero. Se plantea así, por una parte, la escasez del ahorro interno para financiar el desarrollo y, por la otra, ese magro ahorro va a incorporarse al capital de giro de empresas no nacionales que eluden traer recursos financieros genuinos. En la cúspide del sistema, los argentinos estamos financiando a las grandes corporaciones multinacionales, el poder de las cuales es, a veces, superior al del propio Estado. Todo ello se agrava con el elevado monto de la deuda externa y la sangría en divisas que significa, año por año, solventar el servicio de la misma. Esa deuda ha alcanzado ya los siete mil millones de dólares. Para decirlo, en otros términos, debemos al extranjero una cifra superior a nuestras exportaciones de los tres últimos años”.

 

 

Javier Milei es una incógnita, pero mirando las últimas noticias sobre el armado de su gabinete llegue a la conclusión que era un teórico sin equipo político que respalde sus propuestas. Ninguna de las cosas que propuso Milei en la campaña electoral se ve reflejada en el armado de su gabinete presidencial, es más, ya no se las nombran o dieron un boleo las han mandado a la tribuna. Ya no hablan de dolarización, ni de la venta de órganos, niños y armas a granel.

Nadie sabe a ciencia cierta para qué lado va a disparar el tipo, pero más o menos, vislumbramos el rumbo y ese rumbo va a ser complicado para la mayoría de los argentinos. Muchos de los que votaron a Milei ya están desencantados o descontentos o arrepentidos porque votaron con bronca; una enorme mayoría del pueblo argentino quería terminar con políticos que no quisieron o no supieron darles respuestas a las necesidades de la gente y votaron a Milei no con la esperanza de que termine con esto, sino que lo hicieron para mandarle un mensaje a la clase política y se encontraron votando a un tipo que nadie sabe qué va hacer, solo se presupone que quiere hacer.

Desde el balotaje he hablado con mucha gente sobre el tema, sobre todos con aquellos que votaron a Milei y todos coinciden en lo expuesto anteriormente. En la calle no hay clima de esperanza o confianza como era al inicio de otros ciclos políticos anteriores, pero todos están a la espera de malas noticias, de eso no cabe duda.

 

 

Milei ya adelantó que van a venir meses malos y muy duros (mínimo 6 meses) y estoy muy seguro que no nos da la cabeza ni el bolsillo para un ajuste tan duro como el que promete. La política no va a hacer el ajuste sino la gente común, el laburante; el que sale todos los días a buscar el mango para morfar. Esa gente va a ser víctima del ajuste que promete Milei y, precisamente, ese sector de la población, en su mayoría, lo votó.

El ya ha anunciado un ajuste, pero el mismo debería ser equitativo (La equidad es el mecanismo a través del cual cada individuo recibe lo que se merece. Por eso, uno de sus sinónimos matizado es el de igualdad. La palabra equidad tiene su origen en el latín y suele referirse a la igualdad, aunque realmente no representan lo mismo) y equivalente (La equivalencia es una relación de igualdad que se establece respecto al valor de dos cosas, objetos, cantidades o expresiones numéricas distintas entre sí, pero que tienen igual valor), pero eso no significa que sea igual para todos.

 

KICILLOF: ¿EL LÍDER DE LA RESISTENCIA PERONISTA O EL CASERO DEL REFUGIO DE LOS KIRCHNERISTAS?

 

Axel Kicillof fue reelecto como gobernador bonaerense después de una muy discreta gestión de gobierno, pero la misma no se visualizó porque el Ministro de Seguridad (o mejor dicho de INSEGURIDAD), Sergio Berni era la cara visible de la gestión, apartando a Kicillof del escrutinio público.

 

 

Kicillof fue reelecto también porque no tenía candidatos relevantes de otros espacios políticos y, no se puede negar, que el peronismo bonaerense “puso toda la carne al asador” para que cada candidato a intendente del peronismo sea reelecto o gane la intendencia.

La mayor parte de la primera gestión de Kicillof los intendentes peronistas estuvieron muy lejos del gobernador, no por voluntad propia sino por decisión del mismo Kicillof.

 

 

Axel Kicillof es el gobernador de la provincia más grande y poderosa de la Argentina, pero nunca le alcanza la plata para funcionar, es dependiente del gobierno nacional para las obras y hasta para hacer frente a los gastos corrientes; con Milei en la Casa Rosada (o en la Quinta de Olivos) parece que el tema se le va a complicar porque la mayoría de los intendentes y gobernadores del país creen que él va a ser el líder de la resistencia peronista. Otros opinan que la administración bonaerense va a ser refugio y casero de la “tropa kirchnerista” que deja el gobierno nacional en estos días.

Las dos opciones no son iguales y, aunque no lo crean, de su postura dependerá cuál va a ser su futuro político porque ya lo están perfilando como el futuro candidato a presidente del peronismo.

 

 

El Kirchnerismo perdió poder popular, pero conserva poder político; eso lo deja bien posicionado como para negociar con el próximo gobierno que asume el domingo (está situación la hemos planteado en muchas de las editoriales a lo largo del año; más de una vez sostuvimos que Cristina estaba dispuesta a perder el gobierno, pero no el poder) y, la administración (o caja) bonaerense no sería un mal refugio para la “orga (La Orga, nombre por el que sus militantes denominaban a la organización político-militar argentina Montoneros) de funcionarios kirchnerista que no pudieron colar en las listas que armó Máximo Kirchner

Los intendentes del conurbano no comparten mucho con esta idea dado que tienen la seguridad de que “fueron ellos los gestores del triunfo de Kicillof en las urnas” y esperan impacientes “espacios de poder concreto” en el gobierno de Kicillof.

 

 

No quieren a un Berni ni a un Insaurralde de nuevo, quieren capacidad de poder y de gestión seria porque, más allá de que muchos esperan que el gobierno de Milei será un desastre, hay otros que opinan que deben hacer una buena gestión para recuperar la afinidad con el vecino bonaerense.

Podría haber buena gestión con los recursos propios que recauda la provincia, pero la corrupción imperante (e histórica dado que funcionó aceitadamente durante todos los gobiernos del ’83 a esta parte) es tal que la tesorería provincial siempre anda en déficit.

 

 

Axel Kicillof hoy es, también, una incógnita porque a pocos de reasumir como Gobernador no ha dado señales claras de que se apoyará en los intendentes peronistas (sobre todo del conurbano) o será un espacio de refugio del Kirchnerismo.

 

LOS NÚMEROS DE FERNANDO

 

Contra todo pronóstico Fernando Espinoza tuvo un año electoral fantástico.

 

 

Muchos sostenían y, más de uno ansiaba, que perdiera las elecciones PASO frente a “La Colo” Cubria. También apostaban a que perdería las elecciones generales y no lograría su reelección o que esa misma elección “la ganaría por los pelos perdiendo poder político”, pero sucedió todo lo contrario: ganó limpiamente las elecciones PASO y le pasó el trapo a “La Colo” Cubria. También ganó ampliamente las elecciones generales sin ningún tropiezo y recuperando votos en lugares que menos pensaba como, por ejemplo, Ramos Mejía donde obtuvo el mejor resultado electoral de los últimos 20 años.

 

 

Con estos números Fernando Espinoza se ha convertido (queriéndolo o no) en uno de los principales “referentes del peronismo bonaerense y, sobre todo, del conurbano”. Queda en él convertir esa referencia política en poder político.

 

 

Si logra hacer lo referido en el párrafo anterior, Espinoza sería, sin mucha oposición, uno de los que se sienten a la mesa chica para definir el próximo candidato a gobernador bonaerense.

El próximo martes Espinoza asumirá, nuevamente, la intendencia matancera con varios desafíos en carpeta, que más allá del apoyo popular que logró en las elecciones, deberá prestarle mucha atención para resolverlos.

En primer lugar, figura la inseguridad que durante estos últimos años se fue agravando y ya es el elemento más preocupante para los vecinos matanceros. A favor de él podemos decir que el municipio invirtió mucho dinero, pero los resultados han sido exiguos. Se diagramaron varios planes de acción con fuerzas de seguridad federales y provinciales, pero ninguno dio resultado positivo por falta de compromiso de los efectivos intervinientes (un claro ejemplo es el caso de Gendarmería Nacional que marcaba presencia, pero lo hacía en zonas céntricas caminando de a 8 o 9 efectivos juntos por una vereda, hacían unas cuadras y volvían por la otra). También hay que señalar la falta total del accionar policial de la bonaerense que se dedicó “a los negocios y se olvidó de la gente”, todo esto “auspiciado por el Ministro de la Inseguridad, Sergio Berni y de los jefes policiales” (en nuestro medio hemos publicado extensas notas al respecto).

 

 

El otro tema es la salud porque aquel que tenía una pre paga volvió a atenderse en la salud pública por la situación económica y el sistema de salud matancero está desbordado y con una enorme falta de personal médico. En la situación actual las obras sociales sindicales están atravesando situaciones muy complicadas de gestión y, sus afiliados, están haciendo uso del sistema de salud municipal.

Estos dos temas son lo más acuciantes que debe prestarle Espinoza mucha atención e intentar resolverlos; hay mucho más, pero para muestra basta un botón.

La política nacional, provincial y municipal entra en una etapa muy complicada y sería el momento ideal para que los políticos demuestren que están a la altura de las circunstancias porque nuestra sociedad tiene graves y urgentes problemas que resolver.