LUZURIAGA: HA QUEDADO CHICA LA VILLA

 

Por Nicolás Brandolini

 

Villa Luzuriaga tiene quizás los problemas de una gran ciudad, pero aún no ha abandonado las costumbres de antaño. Subrayamos las costumbres porque hoy la localidad parece no reaccionar ante el crecimiento inmobiliario, demográfico y la necesidad de la creación de más espacios verdes. Estos son los detonantes que encierran a sus habitantes en una encrucijada difícil de resolver y que con el paso del tiempo se complejiza cada vez más.

Hay que caminar por el centro Comercial de Luzuriaga y ver cómo la actividad inmobiliaria pareciera haber despertado del largo letargo que la pandemia de COVID-19 causó al sector. “Casa que se vende, terreno que se convierte en un edificio de departamentos” decían dos mujeres que hablaban entre sí a pocos metros de Arieta y Triunvirato, días después de fin de año pasado.

 

 

El fenómeno de los edificios de tres pisos en la Villa, no es nuevo pero escondería tras de sí algunos elementos que lentamente empezarían a afectar la vida de los vecinos en el barrio. No hace falta más que recorrer los muros de los Grupos locales en la red social Facebook o Twitter para encontrarse con la “falta de agua” o “presión”. Hace años atrás los vecinos culpaban a las “Quintas” que llenaban sus piletas con la llegada del calor en diciembre pero hoy “la falta de agua” es un fenómeno que se repite a diario, no hace más que buscar publicaciones en redes sociales como y el registro se retrotrae hasta diciembre o noviembre del año pasado en el mejor de los casos. Los edificios para evitar esto recurren a la instalación de una cisterna y así asegurarse el agua y la presión, pero mientras tanto en las viviendas “apenas logramos llenar un balde para poder bañarnos cuando el agua falta” destacó Alfredo vecino de Pasteur entre La Paz y Labarden.

 

 

Otro fenómeno que, a futuro, también podría afectar al área es la proliferación de edificaciones para vivienda con red de suministro eléctrico en definitiva donde hubo una casa o chalet, una heladera, un televisor, un lavarropa y un baño, ahora para el mismo predio encontramos seis o más departamentos de vivienda. En definitiva, todos los electrodomésticos y consumos de agua y luz se multiplicaron por seis.

La mayoría no posee suministro de gas por lo tanto calefacción, refrigeración y cocina son eléctricas. A unas quince cuadras del centro de Villa Luzuriaga, en lo que antes los vecinos apodaban a la zona como “Barrio Pelufo”, sucede un fenómeno similar al que antes comentábamos. Aquí lo que ocurre es la compra de casas en venta para ser convertidas en dúplex.

 

 

En este último caso tras la venta  del viejo inmueble, cuentan los vecinos de la Calle Thames entre Santander y Arribeños “Compran casas y las transforman en un terreno con más de ocho departamentos, les ponen instalaciones eléctricas en vez de gas para horno o estufa, vos alquilas y te encontras con el choclo que te viene en la factura de luz. Habría que ver por qué instalan electricidad, en vez de gas o por qué, como en nuestro caso, por la medianera nos pasan dos caños de desagüe al descubierto”.

 

NOS HA QUEDADO CHICA LA VILLA

La Plaza Armada Argentina fue epicentro de las reuniones en pandemia, en las que cientos de jóvenes se reunían sin respetar distanciamiento, utilización correcta del barbijo entre otros temas.

 

El tiempo pasó, pero la plaza quedó en el mismo lugar y debido a la cantidad de jóvenes y vecinos que se congregaban todos los fines de semana en la Plaza lamentablemente quedó chica y esto llevó a cambiar la vida de los vecinos de la zona ya que no solamente la plaza se llena de jóvenes los fines de semana sino que también se corta el acceso a la plaza durante todo el fin de semana. Villa Luzuriaga no es la única localidad que sufre un fenómeno semejante. Ramos Mejía fue epicentro de una batalla campal en la Plaza “Bomberitos”, poco tiempo después de su re inauguración.

 

 

Un hombre de 36 años fue asesinado a balazos el veintitrés de agosto del año pasado en medio de una multitud de personas que cortaban la calle San Martín. El reclamo vecinal por más seguridad en la zona no comenzó con la muerte del hombre, según los vecinos, el pedido lleva ya tiempo. En la zona de la Plaza persisten las picadas de motos, los jóvenes toman alcohol y escuchan música a todo volumen, a toda hora, sin importar el reclamo de los vecinos.

 

 

En definitiva lo que hace unos meses fue una novedad, por su remodelación, hoy se ve opacada por el maltrato y descuido de quienes no cuidan un espacio que es público. Integrantes de Vecinos en Alerta Ramos Mejía alertan permanentemente sobre la situación de la Plaza Bomberitos. Fue el mismo Daniel Bracamonte quien alertó sobre el estado de la plaza con una serie de fotos que muestra el estado de los tachos de basura atestados de residuos.   

Hace pocas semanas una nueva problemática surgió entre los vecinos de Luzuriaga debido a la falta de espacios verdes. Por un lado señalan la falta de mantenimiento de la plaza Armada Argentina, su debido cuidado, la ausencia de árboles para preservar la sombra en verano y por otro lado el punto más controversial la toma de terrenos para hacer una nueva Plaza. El episodio comenzó cuando una vecina comentó en un grupo de Facebook en Villa Luzuriaga su preocupación por la situación de la Plaza Armada Argentina. Fue allí donde otro usuario comentó “Se votó en asamblea hacer el terreno baldío de thames y carabobo y todavía se puede…”.

 

 

El mismo usuario dos días después en el mismo grupo vuelve a hablar sobre la situación de los terrenos y no solo eso, allí se discute sobre la titularidad de los mismos. El predio según los vecinos de la zona pertenecerían a la familia Segalerba y actualmente se encuentran en venta y loteados, con dos viviendas edificadas, una sobre Carabobo y otra Remedios de Escalada.      

 

Hace meses atrás, más precisamente el año pasado, hablamos con un grupo de ambientalistas de Villa Luzuriaga sobre la necesidad de preservar especies nativas de la zona tanto aves como árboles, es decir hay un precedente de la necesidad de la creación de nuevos espacios verdes y su correcta preservación, pero mientras que las autoridades no tomen cartas en el asunto, la situación seguirá igual o podría llegar a empeorar.