Por Prof. Joaquín G. Puebla
A principios de marzo de 2015 Germán Cabrera se accidentó, trabajaba en las grúas que se utilizan para el acarreo de los vehículos que violan el estacionamiento medido o que se encuentran mal estacionados. Su trabajo era enganchar los vehículos a la grúa y conducir la misma. Su ropa diaria de trabajo era igual a la de los agentes de tránsito de la Secretaría de Tránsito y Transporte de la Municipalidad de La Matanza, manejaba un vehículo del municipio matancero y, lo acompañaban, un inspector de tránsito de la mencionada secretaría y un compañero vestido igual que él.
Germán Cabrera pasó bastantes situaciones complicadas (agresiones verbales, físicas y maltrato) de parte de los dueños de los vehículos que acarreaba; fue testigos de llamados insólitos y situaciones pocos claras.
En marzo de 2015, cuando enganchaba un vehículo mal estacionado a la grúa para ser acarreado, una de los extremos se desprendió y una de las ruedas del vehículo aplastó parcialmente su mano. Parecía que la herida no revestía gravedad. Terminó de enganchar el vehículo y manejando la grúa se dirigió a la playa de estacionamiento de la calle Ombú al 2600; al llegar a la misma, notó que su mano se había hinchado y le costaba moverla, más allá del dolor que era bastante fuerte.
Al comentar su lesión pidió permiso para ir a atenderse, se lo dieron pero como no era personal municipal (aunque usted no lo crea, estaba en negro, sin obra social ni nada), más allá de utilizar uniforme municipal y manejar un vehículo municipal, se tuvo que atender por la obra social de su esposa.
Cuando me entere de la situación realice el reportaje que leerán más abajo pero con el ánimo de darle una mano a Germán Cabrera, comenté su caso con una Concejal del oficialismo. Ella tomó nota y lo habló con Fernando Espinoza. Luego de varios meses de idas y venidas, finalmente, la Concejal, delante de mí, llamó a la Lic. Leticia Piris, Secretaría de Tránsito y Transporte de la Municipalidad de La Matanza, y le dijo que el Intendente le pedía que recibiese a Cabrera y resolviese la situación. ¿Cuál era el problema?, que a raíz de su accidente laboral, la empresa que gestiona el estacionamiento medido en el distrito lo había dejado sin trabajo y ni siquiera le había abonado el últimos mes de sueldo.
A partir de este momento comenzó otro compás de espera hasta que nuevamente la Concejal, también delante de mí, llamó nuevamente a Piris y le reiteró la solicitud del Intendente Espinoza. En esta ocasión, la Lic. Leticia Piris, citó para un día y una determinada a Cabrera a su despacho. Cabrera concurrió a la misma a la hora correcta, después de hacerlo juntar orina durante un rato bastante largo, Piris lo atendió, lo maltrató verbalmente y le pidió dos cosas: que no hablé más con la prensa y que le traiga un informe que incluya el diagnóstico médico y un relato pormenorizado de lo sucedido. Cabrera llevó lo solicitado y le dieron un número de teléfono para llamar. Luego de llamar durante dos meses, sin ninguna contestación, Piris lo atiende molesta y le dice que lo suyo “Esta en la secretaría privada del Intendente, cuando ellos resuelvan le aviso”. Pero la intervención y mentiras de Leticia Piris no terminaron ahí, la Concejal que se había interesado del tema, que había hablado con el Intendente Espinoza al respecto y que le había comunicado a Piris la decisión del mismo, en mi presencia, volvió a comunicarse con la Secretaría de Tránsito y Transporte de la Municipalidad de La Matanza para solicitarle la pronta resolución del problema. Piris, muy suelta de cuerpo, le contestó que “Cabrera mandó una carta documento solicitando más de 600 mil pesos de indemnización”; lo expresado por la Lic. Piris es totalmente falso, es una mentira que apunta a esconder el hecho que ella no se ocupó del tema y que no tuvo en consideración la indicación del Sr. Intendente.
Ante esto, Germán Cabrera envió una carta documento a la empresa que gestiona el estacionamiento medido citándolos para una mediación en la oficina del ministerio de Trabajo.
“ME SOLTARON LA MANO Y ME DEJARON ABANDONADO”
Germán Cabrera dialogó con Semanario “Quinto Poder” y esto nos relató:
QP: Cabrera ¿cómo comenzaste tu tarea?
G.C.: “Como changarín preparando el piso para el estacionamiento medido y después era chofer de una grúa”
QP: ¿Qué ropa usabas?
G.C.: “Si con ropa de dirección de tránsito como dice la grúa”.
QP: ¿Vos sabias de esta situación, cobras con recibo de sueldo?
G.C.: “No, siempre cobrara plata en mano en la oficina, del mismo estacionamiento medido ahí en ombú, me hacían firmar un recibo de esos que se compran en la librería”.
QP: ¿Y vos te quedabas sin nada, sin comprobantes?
G.C.: “Si, sin nada, sin ningún papel, sin nada”.
QP: ¿Cuánto tiempo trabajaste ahí?
G.C.: “Un año y pico desde que arranco la grúa, y anteriormente en los preparativos, en total 2 años y algo”.
QP: ¿Cómo entraste a trabajar acá?
G.C.: “Por medio de un muchacho que estaba sin laburo, había ido a ver a uno de los dueños de la grúa, que son la gente que estaba con el Plan Vida”.
QP: ¿No es del municipio la grúa?
G.C.: “Si, perola gestión del estacionamiento, logístico es de Top Logistic”.
QP: ¿Ellos te aclararon siempre que ibas a estar en negro?
G.C.: “No, ellos me dijeron que para preparar el piso no me iban a poner en blanco, todo lo que era el estacionamiento medido, pero una vez que arrancara con la grúa me iban a blanquear, y después iba pasando el tiempo, llegaba la fecha de cobro, nos llamaban a la oficina uno por uno a cobrar, y nos decían el mes que viene, y así el mes que viene, Carlitos Mendoza no aparece, porque Carlitos Mendoza se borró, depende de el, porque dicen que son tres los socios, uno es Gustavo Illia, Oscar De Michelis, y Carlos Mendoza”.
QP: Vos durante todo este tiempo esperabas que te pongan en blanco, ¿operabas un vehículo del municipio, y tenias ropa del municipio?
G.C.: “Si, exactamente”.
QP: ¿Tuviste algún conflicto el tiempo que estuviste operando la grúa, en la calle?
G.C.: “Si un montón de veces terminamos en la comisaría con gente que se resistía para que le lleváramos el auto, y a la tarde como había una clase de inspectores que no se la clase de arreglo que tenían, yo calculo que algún porcentaje había, a la mañana de las 9 que arrancábamos teníamos un inspector hasta la una de la tarde, y a la tarde teníamos a otros inspectores”.
QP: ¿Cómo era la mecánica?
G.C.: “No íbamos con un inspector continuamente al lado, si el inspector decía ese está mal estacionado, listo arriba”.
QP: ¿El inspector era empleado municipal?
G.C.: “Si”
QP: ¿Qué le sucedió a Ud.?
G.C.: “Yo estaba levantando un auto, el 7 de abril, con un equipo percha, como las grúas de capital, una de las sogas se desengancha, y cuando se desengancha le aviso a mi compañero, lo bajo, porque se corre riesgo de romper el auto, cuando baja yo empujo la soga que tiene una argolla en triangulo, levanta y me queda la mano agarrada, le pego el grito, bájalo, bájalo, y le pego el tirón y me queda agarrado el guante y él lo baja, estos dos dedos se me fueron hasta acá, levantamos igual el auto lo cargamos, a los 10 minutos tenia la mano desfigurada, los dedos de la mano derecha”.
QP: ¿Qué lesión tuviste?
G.C.: “Fue una lesión por aplastamiento, no hubo huesos rotos, son los tendones que tengo jodidos”.
QP: ¿En ese momento recibiste atención médica?
G.C.: “En ese momento baje el auto con mi compañero, con la inspectora, fui a la oficina y adelante, en Ombú, avise, me dijeron bueno, que vas a hacer, le digo me voy a hacer atender, bueno cualquier cosa llama, me dijeron, No me llamaron un remis, nadie me acompaño”.
QP: ¿A donde te hiciste atender?
G.C.: “En la clínica modelo de Morón”.
QP: ¿Porque te atendiste ahí?
G.C.: “Por la obra social de mi señora, mi señora es enfermera y trabaja en sanidad, yo no tengo obra social ni me prestaron asistencia médica, nada”.
QP: ¿Tuviste días de licencia?
G.C.: “Si, el primer mes me reconocieron los días pero con amenazas de que si el próximo mes no volvía a laburar, no cobraba”.
QP: ¿Por la lesión que tuviste te dieron un mes de licencia?
G.C.: “Si”,
QP: ¿Con diagnostico todo?
G.C.: “Lo que me dieron es que hasta que no se me recupere bien la mano no podía volver a trabajar”.
QP: ¿Tenés movilidad en los dedos?
G.C.: “Ahora si pero no tengo fuerza, tuve un daño en los tendones, estuve un mes de licencia, y me dijeron si no volvía a trabajar no cobraba, a lo que yo les digo que no voy a volver a trabajar hasta que me den el alta, a lo que le digo si me queda mal la mano me vas a dar un puesto acá en la oficina, o en la playa, se queda callado y se reía, y me dijo lo único que yo te digo es que si no te presentas a laburar no vas a cobrar”.
QP:¿Y ante eso te consideraste despedido?
G.C.: “No, para nada, me fui al abogado, y le mande una carta documento pidiéndole que me regularice y aclare mi situación laboral, la respuesta es que no reconoce que yo sea empleado de la empresa ni nada”.
QP: ¿Ante esta respuesta le va a iniciar acciones legales?
G.C.: “Si, por supuesto, me soltaron la mano y me dejaron abandonado, fue un accidente laboral, tengo testigos”.
En la próxima edición de Semanario “Quinto Poder” hablaremos de los dueños de la empresa que gestiona el estacionamiento medido en el distrito. Obviamente no es la empresa que dijo el municipio que era y las tres caras visibles de la misma parecen más testaferros que otra cosa y dos de ellos se encontrarían estrechamente relacionados con la causa del “Plan Qunita”, le aseguro que se van a sorprender.