Dialogamos con Marcelo Barreiro, referente matancero de UTA, sobre la situación particular del gremio de los colectiveros (respecto a salarios y tarifas) y sobre la política de la CGT local y la política del peronismo en particular.
Barreiro remarcó que “Hoy no está para estar discutiendo ni peleando ni hablando mal de algún compañero. Al contrario, tenemos que unirnos para afrontar esta situación donde el gobierno viene por todo (sobre todo por el sindicalismo y los trabajadores), y ponerle un freno” y afirmó que “Creo que este gobierno es mucho peor de lo que se pasó con Macri, y vaya que Macri fue malo.”
QP: ¿Ustedes pudieron encausar bien la negociación de la paritaria?
MB: “Sí. Nosotros cerramos lo que había quedado pendiente de diciembre del año pasado y arreglamos casi el 21/22 % para los meses de enero y febrero. Está homologado todo. Si bien el Ministerio de Trabajo homologó el acuerdo que hubo entre empresa y gremio hay una parte que todavía no se ha pagado, y estamos esperando a ver si el gobierno entrega la plata a las empresas en estos días. Y si no es así veremos qué medidas se van a tomar. Podría ser un paro o una suspensión de tarea hasta que paguen. Esperemos que en estos días se solucione.”
QP: El tema que se está planteando ahora de negociar las paritarias todos los meses, ¿cómo lo ve usted?
MB: “Nosotros estamos negociando cada dos meses. Ahora se negoció enero y febrero. En marzo nos sentaremos con la cláusula gatillo, porque si la inflación de enero y febrero fue mayor al acuerdo que se hizo se negociarán esos puntitos que quedaron atrás. Después, con la proyección que ellos tienen de lo que puede llegar a ser la inflación de marzo y abril, arreglaremos para esos meses. Y así, sucesivamente. Desgraciadamente uno siempre corre de atrás a la inflación; pero es el único método que nos queda con una situación como la que está viviendo el país hoy, donde la inflación en dos meses se disparó (si bien veníamos mal con el gobierno anterior) al doble o más de lo que se traía con el gobierno anterior.”
QP: Hay una gran polémica en la calle con el quite del subsidio al transporte y la suba del valor del boleto; y en el medio están ustedes que son trabajadores, que no les han aumentado el sueldo con un parámetro parecido al valor del boleto. ¿Cómo lo viven a eso ustedes?
MB: “No deja de ser una preocupación para nuestro salario porque nuestras familias, los choferes, el personal técnico, los empleados administrativos, todos nosotros, la mayoría tomamos colectivo como cualquier trabajador de otra rama sindical. Al margen de eso, el transporte en casi todos los países del mundo está subsidiado en gran parte. Si hoy la tarifa se fuera a mil y pico de pesos en muchos gremios, en muchas actividades o gente que trabaja por su cuenta les convendría quedarse en su casa antes de ir a trabajar. Si bien nosotros somos servicio público, a la larga (más tarde o más temprano) los coletazos de la inflación o de las malas políticas económicas del gobierno nos pega a nosotros también. A veces los gremios de servicios tardamos un poco más en recibir el coletazo, pero tarde o temprano los recibimos también. Muchas empresas están despidiendo gente; como por ejemplo la UOCRA, que tenía mucha obra pública y hoy sabemos que todos esos operarios se quedaron sin trabajo. Así va a pasar con diferentes actividades. El mismo Estado está echando gente. En la medida que echen o suspendan gente las demás actividades es carga (carga llamamos nosotros al pasajero porque es la carga que lleva el colectivo) que nos baja a nosotros como transporte y es dinero menos que entra a las empresas de transporte. Las consecuencias las va a terminar pagando también el trabajador lamentablemente.”
QP: ¿Están habiendo hechos de violencia con respecto al aumento del boleto? Porque los choferes son la cara visible de la empresa y la gente se queja con ellos.
MB: “En algunos momentos sí. Pero, gracias a Dios, la gente entiende que el problema no es nuestro, sino que el tema es entre empresario y gobierno. También, a veces, tenemos el problema que hay gente que sube y no tiene para pagar todo el boleto y, por otro lado, que si la empresa agarra al chofer llevando al pasajero sin boleto lo sanciona. Entonces, el trabajador se encuentra entre la espada y la pared porque se encuentra con una persona que no tiene para pagar su boleto porque es un trabajador o tiene bajos ingresos y, por el otro lado, se tiene que cuidar porque si la empresa lo agarra llevando pasajeros sin boleto seguramente lo sanciona.”
QP: Más allá de lo que pasa en la UTA y que hayan más o menos acordado un mecanismo por el tema salarial, la CGT, en su conjunto, ¿cómo está trabajando, está analizando la situación de todos los gremios?
MB: “Si bien la CGT en La Matanza, desde que se armó, está dividida, los gremios siguen conversando con nosotros; y tenemos más o menos una idea de lo que está pasando en cada organización. Tal vez en este momento no estamos todos nucleados en una sola CGT (esto no quita que en un futuro se pueda hacer) pero tampoco nunca tuvimos un mal diálogo entre nosotros, y siempre hemos hecho y compartido cosas juntos. El mismo diálogo lo tenemos hoy en día, más con la situación económica que se vive y la situación de los trabajadores. Hoy no está para estar discutiendo ni peleando ni hablando mal de algún compañero. Al contrario, tenemos que unirnos para afrontar esta situación donde el gobierno viene por todo (sobre todo por el sindicalismo y los trabajadores), y ponerle un freno.”
QP: Usted en muchas notas siempre fue muy crítico con el gobierno de Macri, ¿cómo ve a este gobierno? ¿Peor que el de Macri?
MB: “Yo creo que este gobierno es peor que el de Macri. Si bien el gobierno de Macri fue muy malo, como siempre lo he manifestado en sus notas, éste desgraciadamente es peor; porque tenemos un presidente que no dialoga con nadie, que no recibe a nadie, que vive twitteando, a los interlocutores que manda a hablar cuando vuelven a las reuniones resulta que le quitaron el poder de negociación o le cambiaron el hilo de la conversación. Hoy se tienen muchas áreas del gobierno nacional donde se golpea y todavía no hay un funcionario que dé respuesta, y el que está es un empleado de carrera que responde que no puede decir ni solucionar nada porque todavía no nombraron a quien tiene la firma para solucionar el problema. Creo que este gobierno es mucho peor de lo que se pasó con Macri, y vaya que Macri fue malo.”
QP: ¿Qué perspectiva tienen ustedes? Tenemos setenta días de un gobierno que ya prácticamente descendió de la consideración general de la gente, ha provocado una crisis mayor de la que había y es una incógnita de acá al futuro. ¿Usted cómo la ve?
MB: “Yo no le deseo el mal a ningún gobierno; al contrario, a cualquier gobierno que agarre quiero que le vaya bien para que les vaya bien a todos los argentinos. Pero en el caso de este gobierno, creo que está improvisando, no tiene un plan, no tiene un camino a seguir de trabajo, no tiene equipo. No veo solución. Ojalá me equivoque por el bien de los trabajadores y de todos los argentinos. Ojalá que el equivocado sea yo, y este hombre sea un iluminado y sea el mesías que nos va a salvar a todos. Cosa que veo muy difícil porque creo que en esto no hay Mesías. Creo que esto es como decía el Gral. Perón: o lo salvamos entre todos o no lo salva nadie. Y a este muchacho no lo veo ni con intenciones de dialogar para solucionar un problema. Fíjese que si agarra a alguien de punto o que no quiere (sean gobernadores o diputados) habla la peor peste o es lo peor que hay sobre la tierra, y no tiene vocación de diálogo. Yo creo que en democracia y en un país como el nuestro, si no hay diálogo es muy difícil que salgamos entre todos adelante.”
QP: ¿Cómo ve al peronismo ante esta situación? Yo lo veo un poco desorganizado, sin que haya una conducción clara o que todos levanten la misma bandera.
MB: “Yo creo que al peronismo hay que volverlo a organizar. Hay que volverse a armar. Es cierto, también, que recién pasaron setenta días de este gobierno. Nadie creía que se iba a perder en un balotaje con un personaje como éste, que lo único que había dicho era que había que ajustar a la casta; y que en realidad todos sabíamos que la casta era el pueblo. Los que no veían eso eran sus votantes que, desgraciadamente, son los que lo hicieron ganar. Hoy nos damos cuenta de que la casta son el pueblo, los trabajadores. Para mí el peronismo no se esperaba esta derrota y él asumió el 10 de diciembre. Se sabe que diciembre, enero y febrero a veces son meses difíciles para organizarse, para llamar a algún congreso partidario. Pero pienso que ni bien empiece el año el peronismo se debe un debate y una reorganización para, primero, seguir fortalecidos como partido y espacio; y segundo, porque si no nos unidos y estamos todos juntos para parar las políticas neoliberales de este gobierno creo que a más tardar a mediados de año vamos a estar en serios problemas todo el pueblo y los trabajadores.”
QP: ¿Desea agregar algo más?
MB: “Me gustaría que tanto el movimiento obrero y como el peronismo podamos conversar, unirnos, y ser una unidad sincera con ganas de trabajar y con ganas de trabajar para la gente. También tenemos que hacer la autocrítica que Milei no cayó en un paracaídas. Si existe Milei es porque nosotros algo mal habremos hecho. Entonces; tenemos que hacer una autocrítica y ponernos a trabajar fuertemente para que vuelva a ganar el peronismo y volvamos a tener un pueblo digno: una clase media como creó el general Perón; y trabajadores con un sueldo como corresponde, que lleguen dignamente a fin de mes y que puedan poner un plato en la mesa como nos enseñaron Perón y Evita.”