Por Prof. Joaquín G. Puebla
Elías Humberto Barraza se llamaba el hombre que falleció a metros del Policlínico de San Justo sin recibir asistencia médica, a pesar de que vecinos, empleados municipales y la misma 
policía fueron hasta la guardia solicitando un médico o que la ambulancia se moviera para atenderlo.
Dos ambulancias había en la puerta del Policlínico de San Justo al momento de la tragedia y ninguna se movió. “Tenemos órdenes de no mover las ambulancias, están para algún traslado u operativo especial; todo lo que tiene que ver con emergencias se encarga MEDIC la empresa privada que el municipio contrató para atender las emergencias en la vía pública” nos comentó azorado y con bronca un ambulanciero municipal.
Hasta el momento ningún funcionario municipal del área de 
salud se comunicó con los familiares de Barraza, ni siquiera para pedirle disculpas.
La desgracia que sufrió Elías Humberto Barraza tiene varios responsables y su accionar está tipificado como delito: mala praxis y abandono de persona.
Mala praxis porque Barraza había acudido, minutos antes de su ataque cardiaco en la vía pública, a la Clínica “Los Cedros” (tan cuestionada últimamente, aconsejamos leer informe de “Quinto Poder”: https://semanarioquintopoder.com/?p=2380) donde fue 
atendido en la guardia y le aplicaron un “Buscapina inyectable” (según el sitio web del laboratorio que fabrica dicho producto, el medicamento tiene “Efectividad de doble acción contra el dolor abdominal. Buscapina es un producto para el alivio rápido y efectivo de las molestias y el dolor de los fuertes espasmos abdominales) siendo que Barraza estaba teniendo una crisis cardiaca. Al no encontrar alivia para su molestia se dirigía hacia el Policlínico de San Justo para ser atendido.
Barraza estaba siendo atendido en dicho nosocomio, por guardia los días domingos, por el Dr. Luna quién le había diagnosticado una arritmia (Las arritmias son problemas de la frecuencia cardíaca o del ritmo de los latidos del corazón. Durante una arritmia el corazón puede latir demasiado rápido, demasiado despacio o de manera irregular. Los latidos demasiado rápidos se llaman taquicardia. Los latidos demasiado lentos se llaman 
bradicardia. La mayoría de las arritmias son inofensivas, pero algunas pueden ser graves e incluso poner en peligro la vida. Durante una arritmia es posible que el corazón no pueda bombear suficiente sangre al resto del cuerpo. La falta de circulación de la sangre puede causar daños en el cerebro, el corazón y otros órganos), iba los domingos al Policlínico, le hacían un electro y le daban medicación. Su estado de salud fue agravándose con el paso de los días pero en ningún momento tuvo la asistencia médica adecuada, ni en “Los Cedros” ni en el Policlínico de San Justo. La obra social de Barraza era Pami, pero tampoco tuvo respuesta cuando planteo la posibilidad de ser atendido en otro lugar.
La muerte de Elías Humberto Barraza pudo haberse evitado de haber tenido una correcta asistencia médica previa, si en la Clínica “Los Cedros” lo hubiese atendido un médico con dos 
dedos de frente y si el personal de guardia del Policlínico de San Justo hubiese actuado con prontitud ante su desmayo.
El Director del Policlínico de San Justo es el Dr. Juan Carlos Duarte, quién en el momento de la emergencia de Barraza no se encontraba en su despacho, había salido “Para asistir a una emergencia médica familiar, su madre estaba con un ataque de pánico”. Duarte, según personal del Policlínico, vive en su despacho dado que recientemente se habría separado de su esposa.
Cuando un familiar de Barraza fue a preguntarle lo sucedido, Duarte “Se disculpó, me contó que no estaba en su despacho por una emergencia familiar y deslindo toda la responsabilidad en el Jefe de la Guardia de ese día, el Dr. José Diego Losada, hasta me escribió en un papel su nombre”.
Las autoridades municipales del área de Salud, Secretaria de Salud Pública, Dra. Gabriela Eleonora ÁLVAREZ, el 
Subsecretario de Salud Pública, Dr. Antonio Jorge ABDENUR y el Jefe de Gabinete de Salud, Dr. Horacio TUR, no han hecho todavía ninguna declaración pública al respecto. ¿Se habrán enterado de que un vecino matancero falleció a solo 30 metros del Policlínico de San Justo sin asistencia médica?.
“LOS MATANCEROS ESTAMOS SIN COBERTURA”
“Las autoridades municipales tomaron la decisión de terciarizar el servicio de emergencias municipal” nos comentó un 
trabajador municipal y agregó que “Medic le cuesta al municipio de La Matanza 9 millones de pesos, con esa plata se podría armar una cobertura de emergencia en la vía pública realmente seria para el distrito. Son 800 mil pesos al mes por cinco móviles de emergencia de Medic”.
Según pudimos averiguar, Medic tendría en disponibilidad solo tres ambulancias de las 5 que paga en municipio y el presupuesto original se habría casi duplicado; es decir, le le paga a esta empresa una cifra sideral para que preste un servicio de emergencia médica casi inexistente. ¿Tres ambulancias para 
atender las emergencias diarias de más de 2 millones de habitantes?, algo realmente ridículo y ¿las ambulancias municipales paradas para prestar servicio de traslado en forma esporádica?.
Hace unos días, en la puerta de donde estaba la Delegación Municipal de Ramos Mejía, que tiene la vereda destruida, una mujer se tropezó un caño de hierro que sobresale. Se lastimo bastante y estuvo tirada en la vereda más de 30 minutos esperando la ambulancia de Medic. Los vecinos terminaron 
parando una ambulancia, de otra empresa, para que pueda ser trasladada a un nosocomio.
Hay infinidad de casos de accidente en la vía pública donde se espera 30, 40 minutos y hasta dos horas una ambulancia de Medic.
¿Quién está detrás del negocio millonario de Medic?, es una pregunta razonable porque ante la avalancha de denuncias que se hacen por la casi inexistente cobertura médica ante una emergencia pública y que las autoridades del área de salud no hagan nada, hace presuponer que hay un gran negocio.
Pero Medic no es el único caso donde se huele un negocio en el 
área de salud; hay un tema que fue remarcado en su momento: durante la epidemia de bronquiolitis, hace un par de años, el Intendente Fernando Espinoza dispuso una medida sensata, ante la saturación de los servicios públicos de salud se autorizaba la derivación a clínicas privadas pagando el municipio las mismas. Las derivaciones no llegaron a las 250 en medio de una epidemia. En la actualidad esas derivaciones se multiplicaron exponencialmente (no se ha podido confirmar el dato pero se habla entre 600 y 700 derivaciones pagadas por el municipio), siendo siempre beneficiadas 7 clínicas donde tendría intereses comerciales un alto funcionario del área de salud, pareja de una también alta funcionaria de la misma área.
También parece que hacen negocios con las campañas de castración de perros, dado que en el Centro de Zoonosis municipal hay más de 20 profesionales veterinarios y un hospital móvil, ¿Por qué las autoridades del área de salud contratan un hospital móvil y profesionales ligados a una entidad protectora de animales?.
Las campañas de castración de perros son gratuitas pero al municipio le sale mucho dinero porque los profesionales y el hospital móvil son contratados y cobran realmente grandes sumas de dinero para prestar al municipio.