TUCCI: VÍCTIMA DE LA POLÍTICA BARATA Y DE LA PRENSA AÚN MÁS BARATA

 

Por Prof. Joaquín G. Puebla

 

Desde hace un tiempo uno de los más experimentados dirigentes políticos del distrito viene siendo sometido a una red de intrigas y molestias varias que, hasta ahora, no se había podido identificar a los autores o a los personajes que estarían detrás de estas molestas maniobras.

Inspecciones sorpresivas de organismos fiscales del estado (sin ningún fundamento ni nada parecido), denuncias varias de personajes sin entidad política en oficinas municipales, comentarios despectivos o desacreditantes de supuestos dirigentes colgados de piolines del tren del poder y un largo etcétera lleno de hechos y acciones vergonzosas en contra de uno de los dirigentes políticos más respetados del peronismo matancero.

 

 

Cuando un hecho ocurre en forma aislada puede ser casualidad pero cuando varios hechos suceden en un corto margen de tiempo, eso ya no suena a casualidad sino a una minuciosa y organizada cadena de hechos con el único fin de desprestigiar la trayectoria de uno de los políticos que supo militar, trabajar y aprender de figuras como Federico Russo o Alberto Balestrini.

En todos los años que llevo en el periodismo matancero nunca escuché una crítica política hacia este dirigente; siempre y en todos los comentarios había un respeto fuerte y ganado hacia el mismo. En más de 20 años que camino las calles matanceras nadie lo ha señalado nunca como un arribista político o que ocupó un cargo y se quedó con un vuelto o que, en una determinada situación, no ayudó o se ocupó del problema de un compañero.

Federico Russo le tenía estima y confianza y eso, en La Matanza significaba algo y, aún hoy, cuando la política local se desvalorizó tanto, sigue teniendo valor.

 

 

Cuando Federico dejó la Intendencia municipal en manos de Cozzi – Pierri, se fue por la puerta grande junto a Russo y trabajó en forma independiente. No fue a pedir un cargo o favores políticos para vivir de la teta del estado, muy al contrario: se arremangó y construyó una entidad que ayudó a miles de vecinos matanceros. No fue a verlo a Alberto Pierri a venderse barato ni permitió que le pongan precio a su militancia política. No participó de la fiesta “pierrista” y se mantuvo firme en sus criterios políticos.

 

 

El Dr. Alberto Balestrini lo convocó a volver a militar y trabajar en un proyecto político diferente y superador al pierrismo; lo hizo casi desde las sombras poniendo el hombro “cuando las papas quemaban, allá por el 2000 – 2001

 

UN HOMBRE CABAL

 

En lenguaje coloquial una persona cabal es alguien que merece respeto. Suelen ser personas que no empañan su juicio y comportamiento por ideologías, preferencias o pertenencia a algún gremio o grupo social. Porque lo cabal guarda relación directa con lo justo.

En párrafos anteriores he mencionado acciones y actitudes de uno de los pocos dirigentes políticos matancero que cosecha el respeto, casi de la mayoría, de dirigentes y militantes del peronismo local.

Personalmente lo conocí fuera de la estructura del poder político y en la nota que le realice (para otro medio local donde trabajaba) me habló sin rencores ni odios pero manifestó convicciones firmes al expresar sus desavenencias políticas con el “Jefe Político del distrito: Alberto Pierri”. No habló desde lo personal sino que señaló profundas diferencias políticas y, me aseguró, que él no integraría o sería parte de ese proyecto político. Aunque no debiera ser algo fuera de lo común, él fue consecuente con sus dichos dejando a muchos dirigentes políticos, de ese momento que detentaban poder, con la boca abierta porque después de publicada la nota, en modo socarrón y pendenciero, me decía: “El Tano se está subiendo el precio para después arreglar”. Eso no sucedió y, con el transcurso de los años, comprobé de muchas maneras que si “El Tano” decía algo se ajustaba a sus palabras y que si asumía un compromiso respetaba la palabra dada.

 

 

Desde lo personal le agradezco su amistad y confianza; he charlado bastante con él y de esas charlas aprendí mucho y tiene mi respeto genuino porque se lo ganó.

Hasta ahora no he dicho su nombre porque no hace falta. No hay muchos como él y, la mayoría de los dirigentes del peronismo matancero ya deben olfatear de quién hablo.

Esta nota la comencé a escribir al filo de la medianoche de ayer al leer un “supuesto e inteligente análisis político de un medio platense al que suelen manejarlo con la billetera cualquiera que le acerque un mango”.

No es uno de los medios que leo habitualmente porque en varias ocasiones, utilizando notas publicadas por Semanario “Quinto Poder” (obviamente sin mencionar la fuente) para montar disparatados análisis políticos con el único fin de sacarle una moneda a los mencionados en dicha nota.

El medio al cual me refiero publicó una nota sobre “El escándalo por el espionaje ilegal y el armado de causas durante el gobierno de María Eugenia Vidal”. Más allá del análisis del tema en cuestión pasa a comentar la situación de la interna judicial en La Matanza y sin mediar ningún elemento lógico que lleve el análisis en esa dirección, nombra (muy suelto de cuerpo) al dirigente del cual estuve hablando en esta nota.

Textualmente (https://www.agencianova.com/nota.asp?n=2022_2_9&id=107367&id_tiponota=24) afirma que “En Matanza la red alcanzó un nivel de desarrollo territorial como quizá en ningún otro distrito de la provincia, ya que no solo habrían intervenido jueces y fiscales, sino que, según algunas versiones, cuenta con una estructura local que estaría comandada por José Tucci, un viejo referente del peronismo matancero, alejado del gobierno y del kirchernismo y con buena llegada al PRO”.

 

 

Aunque no lo crean la nota habla del “Tano” José Tucci; como suele ocurrir en estos casos, la nota no la firma nadie, es algo que escucharon por ahí y, con un poco de saliva, lograron meter el nombre en la trama. Si se lee la nota completa la mención de Tucci no viene al caso y si lo conocen al “Tano” Tucci saben que no es verdad porque, si bien todos conocemos el carácter del “Tano”, él no sería capaz de hacerlo porque no necesita hacerlo.

José Tucci ha vivido, en estos últimos meses, situaciones que parecen aisladas o casuales pero que, si nos ponemos a atar cabos, se ve claramente que está siendo víctima de una persecución política orquestada por algún “cuatro de copas con un poco de poder y algo de plata”

Hace rato que no entrevisto a Tucci porque, según sus palabras, “me estoy jubilando de todo, hasta de la política que, más allá de ser una pasión y que nunca voy a dejar de poner el hombro al peronismo, es momento de que sangre joven se sume y tenga espacio para crecer”.

El 13 de mayo del 2020 publicamos la nota: EL “TANO” TUCCI ROMPIÓ EL SILENCIO, que es más (https://semanarioquintopoder.com/tano-tucci-rompio-silencio/) una reflexión personal que un documento político.

Si bien, en la última elección, él no participó activamente de la campaña, sus compañeros de la agrupación si lo hicieron y eso descartaría (si hubiera alguna lógica política en todo esto) algún encono (justificado o no) del poder político local.

 

 

No creo que Fernando Espinoza esté detrás del algunas situaciones incomodas que tuvo que vivir José Tucci en estos últimos meses pero si estoy seguro que hay un par de funcionarios municipales (muy ligados a la jefatura de la municipalidad paralela) han prestado servicios para perjudicar a Tucci. Esto no es algo alocado, hace menos de un mes se lo dije al mismísimo Espinoza y él me aseguró que Tucci tiene todo su respaldo, respeto y afecto.

Por eso digo que no hay casualidades en la política matancera, sino que hay causalidades y la nota que motivo esta nota (disculpen el juego de palabras) tiene el claro fin de desprestigiar “Tano” José Tucci; ¿los motivos? Solo lo sabrá quién está organizando todo esto.