Por Joaquín G. Puebla
Un nuevo capítulo se agrega a las usurpaciones ilegales de terrenos en La Matanza, pero está tiene características que nunca se habían dado como por ejemplo: un buen alambrado en todo el terreno, lotes bien demarcados, maquinaria nueva a punto de comenzar a trabajar en la infraestructura del futuro barrio, etc.
El pasado miércoles 9/03, en horas de la noche, un sorprendido Comisario de Gregorio de Laferrere recibe la orden del Fiscal Federico Raúl Pedro Russo de la Unidad Funcional de Instrucción en lo Criminal y Correccional Nº 3, de desalojar y derribar todas las construcciones del terreno ubicado en Cristianía y ruta 21, al lado del campo deportivo del Club Laferrere. Dicho comisario se comunica con el Delegado (Mario Presti) y Subdelegado (Juan Osorio) de Ciudad Evita, dado que el predio en cuestión pertenece a la Reserva natural de dicha ciudad, solicitando la colaboración municipal para cumplir con la orden judicial de Russo. Estos, a su vez, se comunican con varios secretarios del gabinete municipal a fin de solicitar instrucciones.
A las 7.30 horas del jueves 04/03 se inicia el operativo y, sorprendidos, descubren que se había alambrado casi 5 hectáreas de la reserva natural (declarada así por el HCD matancero en septiembre de 2015) de Ciudad Evita; pero no un alambrado hecho a las apuradas. Primero: habían rellenado el terreno en cuestión con más de 200 camiones de tierra y escombros. Segundo: el cerco perimetral era de, los denominados, “olímpicos” con postes y basamento de hormigón. Tercero: estaba loteado y bien demarcado cada lote. Cuarto: habían un galpón donde se guardaban herramientas nuevas que se habrían utilizado en la construcción del cerco perimetral. Quinto: un semi remolque con dos grupos electrógenos adentro listo para comenzar a funcionar.
El personal municipal comenzó a ejecutar la orden judicial y debieron solicitar más maquinarias para cumplir con la misma.
Todos los presentes se manifestaron sorprendidos por lo que encontraron, por la magnitud de la inversión hecha para cercar y lotear un terreno usurpado.
El operativo llevo todo del jueves y parte del día viernes. Durante todo ese tiempo nadie se apersonó al lugar solicitando información pero sí se vieron varias camionetas, últimos modelo, acercarse y observar lo que estaba pasando desde la banquina de la ruta 21.
LA INVERSIÓN, LA VENTA Y LOS USURPADORES
Los empleados municipales que ejecutaron la orden judicial, manifestaron que “La inversión en herramienta y tiempo de trabajo ha sido enorme. No entendemos cómo trabajaron sin que nadie se dé cuenta de nada. Nos duele muchísimo habernos enterados de este intento de usurpación por la justicia, dado que esto implica que los vecinos no confían en el accionar municipal”.
A partir de esto comenzamos a indagar y llegamos a la conclusión que los vecinos prefirieron ir a la justicia porque detrás de todo habría funcionarios municipales involucrados. Según fuentes confiables, uno sería parte del gabinete municipal y el otro habría estado nombrado en un organismo nacional. Ambos tendrían “mucha influencia” en los entornos de Verónica Magario (actual Intendente en los papeles) y Fernando Espinoza (actual jefe de asesores e Intendente de hecho de municipio matancero). Sus nombres habían sonado con fuerza en varias investigaciones periodísticas (varias realizadas por nuestro medio) sobre la corrupción en torno de los locales comerciales de la estación Gregorio de Laferrere.
Varios miembros de la comunidad boliviana fueron contactados para vender los lotes a miembros de esa nacionalidad. Esto no es un comentario discriminatorio, sino que simplemente estaba orientada la venta hacia integrantes de comunidad boliviana matancera. Uno de los contactados dialogó con nuestro medio.
“Me llamó por celular un conocido y me comentó lo que estaban haciendo. Cuando nos reunimos me explicó los detalles del loteo y en ningún momento me informó que dichos terrenos eran parte de una reserva natural. Estaban pidiendo 300 mil dólares para cada lote y era una oferta tentadora si consideramos la ubicación estratégica de los mismos” señaló un integrante de la comunidad boliviana que lo tentaron con la oferta y agregó que “Querían que todos fuesen bolivianos, nos decían que iba a ser un barrio absolutamente boliviano para poder desarrollarnos tranquilamente y que una vez pagado el terreno podíamos comenzar inmediatamente a construir”.
Huelga decir que algo huele raro en esta usurpación, es muy prolija y organizada y quiénes están detrás esperaban cosechar importantes beneficios. La oportuna y audaz intervención del Fiscal Federico Raúl Pedro Russo, que junto a la policía y el personal municipal lograron impedir este negociado inmobiliario. Habrá que ver como continua la historia y cuál sería las ramificaciones del mismo.