Por Gustavo Bustamante
Estuvimos recorriendo las calles del Barrio Esperanza, en el km. 38 de la localidad de Virrey del Pino, nos detuvimos en la esquina de Williams y Ribero, a tres cuadras del Rio, donde recibimos muchas quejas de un grupo de vecinos que sufrió la inundación, y por lo que dicen, no han recibido ninguna respuesta del estado municipal, y no solo que no han recibido respuesta, sino que han sido maltratados en algunas dependencias como la delegación del km 40, una vecina nos hacia referencia a lo ocurrido la anterior inundación, donde la pasaron realmente mal, ya que reconocen que esta vez el agua no llego a los niveles de la anterior, lo que si llego a los mismos niveles, es el abandono y el maltrato de parte del municipio para con los vecinos, por dar un ejemplo una vecina, no viene al caso el nombre, la vamos a llamar Claudia, nos decía de que forma les dieron agua las 
inundaciones pasadas, “vinieron los del municipio en un camión y volcaron todos los sachets de agua en una esquina, como si fuésemos perros”, después también, vino Manuel Fresco, “que trajo un poco de comida, que ni los perros la querían comer”, “estamos cansados de que nos traten como animales”, reclamo otra vecina del lugar, un vecino nos comentaba, “ahora cuando trajeron agua, en un cisterna, y nosotros tenemos todos los baldes sucios, con agua de la inundación, ¿con que vamos a lavar los recipientes para poner agua para tomar?, encima pasaban de largo teníamos que andar a los gritos, porque ni paraban” expreso Raúl.
“Acá hay gente que perdió todo, y en el 40 le dicen que esta zona no figura como inundada, y nosotros perdimos todo, lo único que nos dieron en la delegación algunos colchones”, “nadie vino a preguntar si necesitamos algo, lo que conseguimos fue porque fuimos a reclamar”, “no nos dieron ni una bolsa de mercadería, cuando acá hay muchos chicos, y los hombres no pudieron ir a trabajar por el clima, y sabemos que la mayoría trabaja al día, si no trabaja no cobra, y si no cobra, no tenemos plata para comer, un colchón no nos alimenta”.
Recibimos muchas quejas, que hacen referencia al maltrato que les da la asistente social de la delegación del 40, hacen mención de una señora de nombre Cristina, no recuerdan el apellido, pero si que hace muchos años que esta en la delegación, algunos dicen que esta, desde que era flaquita, y hoy es una señora excedida en peso, que a duras penas entra en la silla que ocupa. Exclamo Juana una jubilada, con su marido enfermo que se inundo, y fue a pedir para comer, y “solo le dieron un colchón y una caja de leche abierta”.
Otra vecina que fue a pedir ayuda recibió como respuesta; “que no la podían ayudar con mercadería, tosca, y algunas chapas, porque si le daban esas cosas no iban a recibir la ayuda de los subsidios del ANSES” y nos decía, que; “en la inundación grande del año pasado ella perdió todo, su `pequeño taller de costura, y no le dieron ningún subsidio para poder comprar sus maquinas y poder trabajar”.
Algunas mamás del lugar también estaban muy enojadas, por una fiesta que se hizo a escasas cuadras del lugar unos 15 días antes de las inundaciones, en un comedor que dirige “Manolo” Fresco, donde supuestamente se iba a agasajar a los niños, terminó siendo un acto proselitista de la candidata del oficialismo Verónica Magario, quien, según relato de los presentes, 
desembarco con dos cajitas de minúsculos juguetes para mas de 500 chicos, que se golpeaban por recibir tan mísero obsequio, la mayoría quedo sin su regalito y con la desilusión de tener su juguete prometido, ante lo cual el dirigente Manuel Fresco, por micrófono dijo en tono amenazante; “ya me van a venir a pedir algo los sinvergüenzas que agarraron dos juguetes”, nos decía una mamá muy desilusionada con estos dirigentes políticos, “con los chicos no se hace eso, estuvieron una semana volanteando para que la gente vaya, y lleven a los chicos, para que después los humillen de esta manera, no tienen vergüenza”, exclamó esta vecina muy enojada.