“VIENEN Y TE MATAN COMO SI NADA, SOS UN NÚMERO MÁS PARA EL ESTADO”

 

Por Nicolás Brandolini

 

La muerte de Martín Almirón fue uno de los casos más resonantes de Julio de 2021. Hablamos puntualmente de Julio, porque los asesinatos en La Matanza y en todo el conurbano se suceden casi a diario y esto no es novedad.

El elemento que hace al caso diferente, es que Martín muere tras alertar a su vecino al que estaban por asaltar. La persona en cuestión es un sargento de la Policía Federal Argentina que trabaja en el Departamento de Trata de Personas. El Oficial fue abordado por los delincuentes cuando llegaba a su casa a bordo de una camioneta Volkswagen Amarok color gris y, cuando estaba por ingresar al garaje de su casa, los delincuentes lo interceptaron.

 

 

“¡Guarda que están por robarte!” fue, quizás, una de las últimas palabras de Martín Almirón y casi paradójicamente  no fue esa la primera vez que salía en socorro de un vecino que estuviera en situación de peligro. Era un tipo laburante como cualquiera con ese amor y dedicación por todo lo que hacía que lo llevó a tener dos trabajos y que hasta en los últimos momentos de su vida lo acompañaría.

Para conocer los detalles de la muerte de Martín hablamos Sabrina; su mujer, y Ailen; su hija, quien fue testigo de todo lo ocurrido aquella noche del 20 de Julio del 2021 y entre otras cosas opinan que “vienen y te matan como a un perro, sos un número más para el estado”.

QP.: ¿Qué nos podés contar de esa noche en la que murió tu Papá? ¿Cómo sucedieron las cosas?

AA.: “Yo había invitado a mi novio para que venga a comer, mi mamá estaba acostada y mi papá estaba trabajando en el fondo, yo tenía que ir a comprar una gaseosa. Mi papá estaba conmigo en el comedor arreglando algo y salí a comprar. Veo que para un auto del que bajan dos personas y se esconden atrás del paredón que está acá en la esquina y uno de ellos con un arma. Yo me nublé, me fui para atrás, entre a mi casa y cerré la puerta y le digo a mi papá que le iban a robar al vecino, mi papá me empuja y desde adentro de mi casa, desde atrás de la reja, le grita al vecino que le estaban por robar. Ahí empiezan los tiros

 

QP.: ¿Te acordás cuántos tiros fueron?

AA: “No, no me acuerdo pero fueron varios después uno de los chorros se fue, se subió al auto con el que habían llegado y el policía seguía disparando en dirección a la esquina. Ahí es cuando mi papá sale y yo salgo detrás de él. Le empiezo a gritar a mi Mamá y al mismo tiempo le gritaba también a mi papá para que volviera. Mi papá no se daba vuelta, no me miraba, estaba nublado. Cuando el policía entra a su casa, porque su mujer estaba llorando, mi papá se va para la esquina y se pone justo debajo del árbol. Mi Mamá se va atrás de mi Papá, yo para este tiempo ya estaba a la mitad de la calle, escucho 9 disparos y veo que mi papá cae de frente, mi Mamá empieza a gritar, llega hasta dónde estaba tirado mi Papá, lo da vuelta y se da cuenta que tiene un balazo en la cabeza”     

QP.: ¿Después de eso cómo siguió la secuencia?

AA: Después de encontrarlo a mi Papá, mi mamá me pide que llame a mis tíos y que les diga que le habían pegado un tiro a mi papá y yo quedé a mitad de la calle sin saber para dónde correr, mi mamá entra a mi casa y yo me voy a ver a mi papá. En ese momento veo que llega mi novio en un remis, él ve toda la situación, se baja del auto, llegan mis vecinos y me dicen que teníamos que llevar a mi papá al hospital. Yo en ese momento estaba enojada porque no podía llorar, enojada por todo lo que estaba pasando, fuimos a mi casa me mordió mi perro que ante todo lo que había pasado estaba tan o más excitado que nosotros”

 

QP.: Sabrina ¿Nadie vio signos de los delincuentes en la zona?

SM.:Si, mis vecinos me contaron que minutos antes de empezar la balacera, el auto ya andaba por la zona. Vos imagínate que las cámaras que hay por acá son las cámaras de los vecinos, dónde no llegamos a ver las patentes. Según yo pude saber, veinte minutos antes de empezar todo, el auto donde llegaron los chorros ya estaba por la zona y por lo que me dijo la policía no se llega a ver la patente del auto. La noche de la muerte de Martín había una patrulla en la zona. Más o menos fueron 19 tiros. Cuando salí Martin estaba hablando con el policía, mi vecino. El policía entra a la casa tenía toda la casa abierta, y Martín va hasta la esquina porque siente el grito de una mujer. Yo la escuché claramente. Yo sé que él fue a la esquina por eso. Él tenía esa cosa de salir y ayudar. Sale hasta la esquina y justo estaba abajo del árbol que estaba muy oscuro, y después, yo me di cuenta por las filmaciones a las semanas, que eran dos los que le dispararon. Uno en la vereda, quien seguramente fue quien le habrá disparado a Martín y otro que corría en la calle. Uno estaba herido y por eso fue un tiroteo rápido. Los vecinos cuando salieron dicen que vieron a un patrullero al que salieron corriendo a buscarlo para que persiga al auto de los chorros, el patrullero venía a diez, el auto se fue. Al toque llegó  toda la división a la que pertenece el policía que está involucrado en la causa, que es de Narcotráfico y de trata de personas, vinieron todos a decirme: Los vamos a encontrar. Al otro día tempranito del municipio también vinieron las psicólogas, pero el intendente nunca me recibió, imagínate que  en la esquina de mi casa estaban todos los medios. A la semana de la muerte de mi esposo vino la brigada con el comisario a decirme que el auto era robado”

QP.: ¿Cuánto tiempo después de la muerte de Martin, la policía hizo el peritaje?

SM.: “Si toda la madrugada, 4:30 de la madrugada se hizo todo el peritaje. El cuerpo de mi marido lo retiró Lomas. Como intervino la Federal se hizo cargo Lomas”

 

QP.: ¿Pudieron los delincuentes haber confundido a tu Marido con tu vecino el policía?

SM.: “Yo sé que a Martín lo confundieron con él porque los dos tenían barba. Yo me preguntaba porque los chorros se escondieron, uno en un muro y otro en el árbol, por qué no entraron a la casa del policía. Los robos son rápidos, vienen, encañonan, te roban y se van”

QP.: ¿En qué situación está hoy la causa?

SM.: A la semana de la muerte de Martín vinieron y me dijeron que había un menor incluido. Que habían pedido que accione el fiscal Germinario y la verdad, nunca se movió. Con el abogado dejé un tiempo que se moviera la causa, cuando hablé con el Fiscal Germinario le dije cómo sucedieron las cosas y  él me dijo que: habían diferentes tipos de robos. Como que no me tomó en cuenta mi opinión de que los chorros habían venido por el policía, dejé dos meses para que se trabaje la causa nuevamente. Me dijeron que había gente de la Villa San Petersburgo, me dieron los nombres, el abogado me dio las direcciones y después me fui presentando a la fiscalía. Empecé a moverme yo porque mi abogado no podía entrar porque como está todo armado por burbuja, empecé a ir yo a llevar papeles para poder entrar en la causa. Al tiempo pude lograr que me recibiera el Fiscal Spatafora, quien fue muy atento y enseguida en una semana se movió, para esto ya era Noviembre. Vinieron al barrio a buscar testigos, de esa movida supimos que 45 minutos antes de los hechos habían dos sujetos, encapuchados y hablando por teléfono uno en una vereda y otro en otra. Hasta hubo un comerciante, que al ver a estos dos extraños, cerró su local y se fue. Después otra señora dijo que pasaron otros cuatro sujetos en un auto oscuro, que le pareció raro porque iban muy lento y mirando las casas pero como estaban con barbijo, se hace muy difícil identificar a los sujetos. Unas dos semanas antes de las fiestas nos llaman a declarar, y me dicen que el auto que intervino en el robo, no tiene pedido de captura, no hay denuncia de robo. Cuando reconstruyen la trayectoria del auto por las cámaras que pudieron recuperar, no saben si el auto se fue para Crovara o entró en la villa San Petersburgo. La justicia no tiene pruebas para detener a los tres sujetos, aunque sí los tienen identificados. No hay pruebas concluyentes de que hayan sido ellos. De pruebas lo único que está pedido es el radar telefónico, que eso tarda seis meses. Lo que no entendemos es por qué la policía vino a la semana para decirnos que el auto había sido robado, y que ya sabían quiénes eran. Eso no se entiende

QP.: ¿Te gustaría agregar algo más?

SM.: “Si, me parece que la fiscalía debería trabajar más, yo entiendo que todos los días se sumen nuevas causas. Puntualmente lo que nos pasa a nosotros es que la causa terminó en una fiscalía de menores y no se sabe si hay menores involucrados, trato de ir, trato de hablar, trato de meter a la mayor gente posible, meterme en todos lados, yo creo que si hay involucrado un policía en la causa detrás de ese policía hay más gente. Entonces si me lo dejan ahí en un párate y en La Matanza no hay cámaras y con las cámaras que hay no sirven para detectar algo, entonces cómo es que en otros casos ya hay detenidos. Yo les enseño a mis hijos que ellos tenían todo, porque el papá tenía dos trabajos y de repente si no tenes seguridad no tenés nada. Y, lamentablemente, yo les digo a mis hijos que tienen que estudiar y se tienen que ir del país. Vos podes tener todo, pero si no tenés seguridad no tenés nada. Sin seguridad vienen y te matan como a un perro, sos un número más para el estado. No hay empatía para los que perdimos un familiar y sólo intervienen los que participamos activamente para que se cumpla la ley de víctimas, que hace dos o tres años que está  y no se cumple