Pablo Boschi, Secretario Gral. de SUTACA matancero dialogó con Semanario “Quinto Poder” sobre la actualidad política del distrito.
Boschi señaló que “Soy de los que creen que aún en la peor de las unidades ante la peor de las críticas es una necesidad para los trabajadores” y remarcó que “Quien no esté pensando en la unidad cierta, sincera y como necesidad fundamentalmente no entiende los tiempos que están pasando y que van a venir”.
QP: La semana pasada hubo un pronunciamiento importante del movimiento obrero de La Matanza respecto al ajuste y los tarifazos, ¿es el preámbulo de la unificación de la CGT?
PB.: “En principio, nosotros entendíamos que, como organizaciones gremiales y dirigentes de las mismas, no podíamos dejar de decir lo que estaba pasando. En el orden nacional y provincial indudablemente existe de alguna manera una situación de encubrimiento. Las primeras medidas que el gobierno nacional ha tomado han impactado de lleno en el consumo, por ende en la fuente de trabajo. Si no hay consumo no hay producción, no hay trabajo. Y en La Matanza, si bien el caso mío, que es el Automóvil Club, es un gremio de servicios que menos impacto a tenido, todos los gremios de la producción sí; en los primeros días de marzo y se profundiza en abril con despidos, suspensiones. Por eso entendíamos de una acción responsable de los dirigentes de La Matanza, no solamente de la CGT (Confederación General del Trabajo) sino ampliada y analizada por otras centrales como los compañeros de CTA (Central de Trabajadores de la Argentina) y ATE (Asociación Trabajadores del Estado). Teníamos que hacer un trabajo fundamentado y documentado por ambas centrales diciendo lo que estaba pasando y es lo que se hizo el lunes próximo pasado en las instalaciones del teatro (Centro Cultural) Valentín Barros, de la UOM (Unión Obrera Metalúrgica) de cara a más de 600 delegados de distintos sectores que entendían que por lo menos tenían que interiorizarse de lo que estaba pasando pero poner en valor que más de 60 organizaciones y todas las centrales obreras estuviéramos discutiendo sobre la realidad y el conflicto, político primero, y económico, por lo cual segundo, se va a dar en la Argentina en los próximo meses”.
QP: ¿Los une el espanto?
PB.: “No, no. Creo que hay una actitud responsable. Tal vez uno puede decir por qué no se hizo antes o por qué a los dirigentes nos tienen que pasar estas cosas para sentarnos en una misma mesa y buscar un punto de coincidencia. Bueno… es probable, sí. Es así la lógica del ser humano mismo, creemos a veces que en forma aislada, individual, lo podemos resolver. Ya lo decía el General (Juan) Perón: ‘Cuando el hombre, el obrero, la persona anduvo aislada sola por el mundo fue sujeto a las peores injusticias’. Cuando los dirigentes hacemos lo mismo, creemos que en forma individual podemos movernos con esa independencia, esa lógica, nos damos cuenta que empezamos a caer por esa misma lógica que creemos que subimos”.
QP: ¿Es el principio de unión o van a esperar que venga de arriba para abajo?
PB.: “La verdad es que son momentos delicados, y hay que ser sensatos. No creo que se pueda reclamar sencillamente la unidad. Se va a dar en profundidad a partir de estas cosas que nos van a empezar a pasar. Soy de los que creen que aún en la peor de las unidades ante la peor de las críticas es una necesidad para los trabajadores. Quien no esté pensando en la unidad cierta, sincera y como necesidad fundamentalmente no entiende los tiempos que están pasando y que van a venir. Perón también hablaba de los sabios y prudentes, a los dirigentes de alguna manera también nos embarcaba en esa necesidad. Hay que tener sabiduría y prudencia para entender lo que está pasando. Y si los dirigentes y las organizaciones no nos ponemos a la altura de las circunstancias seguramente la ola nos va a tapar como ya nos pasó en la crisis del 2000-2001. Nosotros también entendemos que es la Argentina de 10, 12 años donde fundamentalmente las organizaciones y los dirigentes nos hemos beneficiados, ¿por qué, no? Y esa misma responsabilidad nos tiene que obligar a entender cuál es el tiempo que viene y obligarnos a entrar en una mesa de consenso para entender los tiempos que vienen y para se responsables de cara a nuestros trabajadores”.
QP: También ¿quieren evitar lo que sucedió en la crisis del 2001, donde surgieron los movimientos sociales en representación de los trabajadores que quedaron fuera del sistema, dejando relegado al movimiento obrero?.
PB.: “Claro. El escenario y la coyuntura política son diferentes. Hoy esa posibilidad bien entendida por los modelos sindicales entiende que hay que hacerlo. Inclusive incorporar a todos los sectores de trabajadores desocupados, para nuclear a todos y contenerlos. Inclusive los movimientos sociales son parte del movimiento nacional justicialista y muchos de ellos son trabajadores nuestros. En realidad, cuando de alguna manera queremos empezar a separar las aguas o enmarcarlo en un sector u otro es donde empezamos a caer todos porque la verdad, como reflexión lo digo, al gobierno anterior, con todas la críticas que podemos hacerle, era una gobierno donde nosotros discutíamos año a año, vía paritarias, por sector por rama, siempre le ganamos al costo de vida un par de puntitos en términos de ganancia. Hoy estamos lejos de ese escenario, que no despidan a los compañeros. Esta responsabilidad en el ahora amerita que si en algún momento nos fue muy bien, es hora que en algún aspecto nos demos cuenta que somos todos responsables de que no nos vaya tan bien. Eso nos obliga a tomar la responsabilidad del momento porque sino, en realidad, somos dirigentes cuando nos va bien y no, cuando nos va mal. La pelota siempre dentro de la cancha”.
QP: ¿Qué evaluación hacen sobre la reaparición de Cristina Kirchner en el escenario político?
PB.: “Por un lado era necesario. En lo general y como militante peronista, era necesario que aparezca la que nosotros consideramos que debe conducir este momento de transición del peronismo. Era necesario que aparezca para decir las verdades de estos últimos doce años que después del período del ‘45 al ‘55 fueron los más gloriosos. Por lo menos los más importantes para los trabajadores de la clase obrera. Ahora, el justicialismo se debe un debate profundo. El peronismo debe debatir de puertas adentro esto que todavía no hemos podido hacer, qué nos ha pasado y cómo se sale de este laberinto. Todos sabemos que siempre se sale por arriba pero la realidad es que si no existe la posibilidad de puertas adentro de generar esa masa crítica, la autocrítica permanente que alguna vez perdimos, seguramente todo lo que venga de ahora en más van a ser fotos. Cristina debería conducir el tiempo del justicialismo, como oposición responsable. Porque sino nos vamos a quedar entre el pueblo y yo, solamente una sola persona. Con eso no se construye, Perón hablaba que la organización vence al tiempo y la organización es el movimiento nacional justicialista”.
QP: La expresidente plantea un Frente Cívico por fuera del peronismo dado que ninguno de sus representantes está dentro de la construcción del peronismo nacional. Una lista de unidad que no terminó siendo así.
PB.: “Está bien, pero eso no debería ser un problema. Cristina puede tener la visión, de una primera mandataria con dos mandatos consecutivos, de una suerte de construcción con el pueblo. En la relación estratégica con el pueblo. Ahora, lo que tiende a sostener eso en el tiempo es la organización y la organización es el órgano institucional establecido por quien le dio origen a este gran movimiento que es el General Perón que entendía que es la organización. Y esa organización no alcanza solamente con un gran Frente Cívico, es el peronismo quien debe conducir el Frente Cívico. Y el peronismo es responsable y entiende porque cada vez que hubo un proceso como el que se vivió el golpe del ‘55, en el ‘76, el golpe económico a finales del ‘89 con el gobierno radical, el más terrible en tiempos de democracia a manos de la Alianza en 2001, hoy el peronismo tiene esa responsabilidad histórica. ¿Quién la debe conducir? Los responsables, sabios y prudentes y Cristina debería se quien encabece esto, porque si no nos vamos a reducir a una gran agrupación. Y todo vuelve a la fuente como reza nuestro cartel. Ese volver a la fuente es volver al justicialismo. Y lo mejor que nos puede pasar a nosotros es que Cristina nos conduzca. Si hay que conformar un gran Frente Cívico, en términos de estrategia, estará bien porque no todos son peronistas. Pero hay que entender que en el peronismo de alguna manera está el origen de la cuestión, porque cada vez hubo una crisis institucional hubo un modelo nacional justicialista para resolverlo. Eso me parece que es la cuestión, porque inclusive quienes han gobernado en los últimos doce años, que es el kirchnerismo, su origen es el peronismo. A veces no hay que renegar de ciertas cuestiones, lo que hay que hacer es rediscutir el peronismo en el siglo XXI, rediscutir lo que son las tres banderas históricas del peronismo, esenciales, su sustento, lo que es la independencia económica, la soberanía política, la justicia social. Lo que era en los ‘40 y lo que debe ser en el siglo XXI. Eso es lo que tenemos que hacer los justicialistas en nombre del peronismo”.
QP: Son un sector del peronismo que ha jugado una interna contra el oficialismo local, obtuvieron la minoría y son la oposición a Fernando Espinoza. ¿Ahora están todos juntos de nuevo o están diferenciados por matices?
PB.: “Me parece que no hay matices. ¿Existen los grises en el peronismo? Existen. Perón definía que todos éramos peronistas. Cuando es el tiempo electoral, y particularmente en las internas dentro del justicialismo, que es el órgano que legitima después a los candidatos en general, nos da la posibilidad entender cual era el camino. Nosotros en La Matanza, cuando era tiempo de plantear las cosas que no veíamos bien, la hicimos en el ámbito que corresponde, que son las internas. Pasado ese tiempo, diría el General Perón: ‘El fragor de la lucha ya pasó’. Nosotros somos peronistas. No podemos después de lo que nos ha pasado en el orden nacional y provincial seguir entendiendo que la lucha debe seguir. Nosotros tenemos que sentarnos en una mesa de diálogo, de discusión, de consenso. Aquellos que tienen la responsabilidad de conducir deben conducirnos a todos y aquellos que de alguna manera somos parte del espacio del peronismo pero no oficial, también deberíamos ser escuchados. Nosotros abogamos a esa instancia y trabajamos para que La Matanza siga siendo conducida por el peronismo y en eso nos va a encontrar. Pero la realidad, y se nota, es que pasada las (elecciones) generales que nos falta reacción o de alguna manera la derrota todavía no se entendió en términos prácticos. Nos cuesta entender todavía por dónde salimos de esta situación”.
QP: Las condiciones preexistentes a la interna, el diálogo y la apertura de espacios, se sigue dando ahora. Pasó casi un año y siguen en la misma situación. A nivel interno, ¿siguen siendo opositores o con quién van a hablar si no los convocan?
PB.: “Nosotros tenemos un espacio. El Movimiento de Integración Peronista (MIP) sigue trabajando, las agrupaciones políticas y los gremios seguimos trabajando. Seguimos consolidando ese espacio que se logró conformar el año pasado. Nosotros hemos sido claros hacia la compañera intendente, Verónica Magario, que pasado ese tiempo íbamos a acompañar pero que también dependía de los tiempos que ellos manejasen y la necesidad que tengan, si quieren que participemos y acompañemos. La realidad es esta. Por el momento, lo único que estamos haciendo es entender que hemos perdido, que el verdadero enemigo no está dentro del peronismo y esperando que en algún momento nos podamos sentar a una mesa de diálogo. En el mientras tanto estamos construyendo, trabajando. Los gremios que participan del MIP, que fueron parte de esta conferencia de prensa, siguen trabajando en esa dirección. El problema es real. Antes era un sector, ahora vienen por todo. Nuestra responsabilidad es trabajar todos juntos, si nos convocan bien y sino también. Estaremos laburando dentro del peronismo. Cuando sea el momento de la discusión política veremos que hacemos. Hoy es el tiempo de trabajar de cara a la gente, de contener al vecino porque esto va a ser cada vez peor, se va a profundizar la grieta social. El oficialismo (local), que nos gobierna, nos debe convocar, si no nos convoca estará bien. Será un análisis y un tema de ellos. Pero nosotros seguiremos trabajando para que el peronismo siga gobernando La Matanza. Y si llega el tiempo que nuevamente tenemos que discutir, lo discutiremos en el ámbito que lo tenemos que hacer. Nosotros nacimos libre e independientes, diría el General (José Francisco de) San Martín, lo demás no importa. Yo en el peronismo me siento compañero, quiero escuchar y ser escuchado. Desde ahí estamos trabajando. El tiempo se encargará de poner las cosas en su lugar, quien no lo entienda así, no habrá entendido que hemos perdido. El peronismo perdió. Los peronistas perdimos y este es el punto de partida. El punto de partida es sentarnos en una mesa y decir: ‘¿Che, perdimos. ¿Y ahora, qué?’. En la medida que sigamos pensando ‘cierro la discusión de debate entre dos, tres o cuatro y con eso me alcanza para llegar al año que viene’, seguiremos estando en problemas. No nos damos cuenta que este gobierno nos volvió a endeudar, volvimos al mercado de capitales, el problema económico lo van a resolver en tiempo más, tiempo menos, a mi parecer, en detrimento de la clase trabajadora y esa clase trabajadora va a decir dónde estuvo el peronismo para discutir está causa. Porque decir que perdimos por quinientos mil votos es peor que haber perdido por dos millones de votos. Quiere decir que el triunfo era posible. Seguramente cuando Perón hablaba de las consecuencias de las contradicciones es lo que nos terminó abrazando a todos y perdimos los peronistas”.
QP: Hasta acá pregunte yo, ¿Desea agregar algo más?
PB.: “Solamente veo la calle y veo una desolación terrible. Creo que amerita que los dirigentes y, fundamentalmente, de nuestro en el seno de nuestro movimiento nacional reflexionemos para saber qué es lo que nos pasó y qué es lo que nos va a seguir pasando, si no tenemos cierta humildad de sentarnos todos a una misma mesa. Lo peor que nos puede pasar a los argentinos y fundamentalmente a los que somos peronistas, es que aquella foto triste de desilusión social que fue la del 2000, 2001, 2002 y el que se vayan todos nos vuelva a abrazar. Porque eso habrá demostrado la incapacidad que tenemos los dirigentes para entender en tiempos de crisis qué es lo que tenemos que hacer. Y no es que tenga la verdad absoluta, milito de muy pibe y veo hoy con mucha preocupación que cada uno crea que siendo parte, una suerte de fracción del todo, con eso nos va a alcanzar. La fracción y el todo se va a dar en la medida que nos sumemos y salgamos todos juntos a dar el gran debate, sino la calle va hablar por sí sola. Y esa crisis institucional, aunque muchos no la vean, se va a venir de vuelta. Y hay un hombre que hay que escuchar un poco más, que la tiene muy clara, que nos viene marcando la conducta y el camino fundamentalmente a los argentinos, pero a los peronistas en particular, que es el Papa Francisco. Permanentemente nos viene avisando. En un momento dijo cuiden a Cristina, algunos creían ‘es Cristina’, estaba diciendo cuiden la institución madre que es el órgano, es el Presidente, es el Ejecutivo nacional. Cuiden la figura del Presidente en la Argentina, porque es lo que nos pasó en el 2001. Cuiden la Argentina. Los peronistas tenemos la responsabilidad histórica de cuidar esto y es lo que me parece que no estamos atendiendo. Por acción, inacción, por soberbia, incapacidad, falta de humildad. Nos tenemos que juntar los peronistas y empezar que tiene que discutir las cosas las cosas esenciales que tiene el peronismo. La clase trabajadora cada vez está peor. Insisto, muchas organizaciones y sus dirigentes paraban al gobierno anterior por discutir ganancias, por discutir ‘plata’, viniendo del escenario del 2001. Hoy tenemos que parar porque nos están despidiendo a los compañeros. Esa es la discusión que nos tenemos que dar los justicialistas y no decir como algún dirigente nacional que la responsabilidad es de fulano, de mengano. ¡La responsabilidad es del peronismo y de los peronistas que no tuvo una estrategia electoral! Si la tuvimos y no estuvimos a la altura de las circunstancias, bueno, tendremos que barajar y dar de vuelta. Por eso pusimos un cartelito hace unos días que dice: ‘Volver a la fuente’, esa frase la decía el compañero (ex intendente) Federico Pedro Russo. ¿Qué era eso? Volver al justicialismo”.