ARACA LA CANA: TE CHOREO, TE EXTORSIONO Y TE CAGÓ

 

Por Prof. Joaquín G. Puebla

 

En idioma lunfardo, “¡Araca la cana!” es una voz de alarma ante la proximidad policial: “araca” es atención, cuidado; y “cana” es “Policía”

Algunos sostienen que “Laferrere da para todo” y, sin pensarlo mucho, creo que tienen razón. Lamentablemente no puedo dar nombres ni muchas precisiones porque los afectados temen por su seguridad; pero es una historia que debe ser contada.

 

Mientras el Ministro de la Inseguridad bonaerense, Sergio Berni, anda tratando de apagar fuegos por Corrientes, por acá, las cosas (https://www.lavoz.com.ar/politica/el-show-de-berni-en-corrientes-lo-acusan-de-viajar-a-la-provincia-solo-para-la-foto-y-las-camaras/) se incendian y nadie mueve un dedo para aplacar tanto fuego.

 

 

En octubre del 2021 publicamos la nota: AEROCLUB DE LAFERRERE: RATIPOLICIAS AL ACECHO – CUIDAN A LOS “CHORROS” Y DEJAN INDEFENSOS A LOS VECINOS (https://semanarioquintopoder.com/aeroclub-de-laferrere-ratipolicias-al-acecho-cuidan-a-los-chorros-y-dejan-indefensos-a-los-vecinos/). Esta nota provocó que algún que otro funcionario municipal y policial se enojaran bastante y un desubicado prometió represalias. Obviamente no pasó nada pero lo que contamos sigue sucediendo como si nada.

 

UN CHOREO Y UNA PROMESA

 

Antes que nada quiero aclarar que en el relató no hay nombres ni sobrenombres. El damnificado no habló con nosotros y, nos enteramos de esta historia, por el relato de terceras personas.

Al levantarse para ir a trabajar un vecino de Gregorio de Laferrere se dio cuenta que le habían “choreado” de la puerta de su casa su camioneta que utilizaba diariamente para el laburo.

Después de la bronca y amargura que te causan estás sorpresas no tuvo más remedio que ir a la comisaría de la zona (Gregorio de Laferrere) a realizar la denuncia correspondiente para el seguro. Luego de esperar un rato levantó temperatura porque veía que iba a estar esperando una eternidad para que lo atiendan. Empezó a protestar y terminó sentado, según los dichos de los vecinos que hablaron con nosotros, frente a la “Comisaria” de la dependencia quien sin mucho tacto le ofreció “rastrear el vehículo y recuperarlo casi en forma inmediata” pero eso sí, “debía dejar 70 mil pesos para parar a los que se dedicaban a cortar coches”.

 

 

Imaginen la situación: vas a denunciar un delito y la misma policía te pide plata para negociar con los ladrones para rescatar el bien robado.

No tenía el dinero encima pero accedió a la propuesta para evitarse el engorroso trámite del seguro. Fue hasta su casa y junto unos mangos (casi 30 mil pesos) y los llevó al despacho de la “funcionaria policial de alto rango” quien “le agarró la guita al vuelo y le dijo que se apure porque los muchachos operaban rápido el desmantelamiento del vehículo”. Un poco más tarde le pidió dinero a un amigo y le alcanzó 40 mil pesos. Ya había pagado 50 mil pesos pero le restaban 20 mil que se comprometió a alcanzarlo al otro día bien temprano.

 

 

Al día siguiente, plata en mano, se apersonó a la dependencia policial “y la Comisaria le dijo: llegó tarde amigo, a la camioneta ya la cortaron y no podemos recuperarla”. El damnificado se quedó helado y solicitó que le devuelvan el dinero que había puesto “y entre explicaciones vanas y veladas amenazas se lo sacaron de encima”.

Obviamente denunció el robo de la camioneta al seguro y, al otro día, intentó denunciar la extorsión en la fiscalía de turno donde, sin muchas explicaciones, se lo sacaron de encima no pudiendo realizar la denuncia correspondiente.

 

 

Esto ocurrió, no es un invento ni nada parecido.

Esto acurre casi a diario y no pasa nada y nadie hace nada.

Los vecinos están en manos de los delincuentes y son currados, también, por la cana debería protegerlos.

 

 

Nosotros ya lo denunciamos en otras oportunidades y, creo que, las autoridades políticas del distrito deberían tomar cartas en el asunto y ver que está pasando porque esto, les aseguro, no puede seguir así.