Uno de los dirigentes históricos y más destacados del peronismo matancero, José Tucci dialogó con Semanario “Quinto Poder” y analizó la situación política que hoy vive el justicialismo y el distrito a horas de la elección del próximo domingo.
Una charla franca, cordial y sin pelos en la lengua. Un Tucci original, para leer con atención y si lo merece (creo que sí) para guardarlo en la biblioteca para releerlo varias veces.
QP: Ha sido un año intenso y atípico para el distrito.
J.T.: “Absolutamente atípico, sí. También nos jugamos una patriada que no tiene precedentes. Hemos jugado a nivel provincial pero prácticamente se transformó Fernando (Espinoza) en un dirigente conocido a nivel nacional, incluso habiendo obtenido el resultado que se obtuvo. Queda para La Matanza un resultado positivo aunque suene contradictorio. Pero lo atípico, desde mi óptica, es en la aptitud de algunos dirigentes. Parecería que todo va a cambiar radicalmente. Hay un grupo, chico, de dirigentes que se esfuerzan casi sin ningún tipo de piedad para sobresalir, por demostrar que pueden ser el próximo jefe de Gabinete o la salvación de la próxima gestión municipal. Eso hace que se genere una pulseada que a veces es protagonizada por uno solo, el ambicioso. Es un grupo chico, de cuatro o cinco, que me producen una sensación muy desagradable. No me gusta ver a los alcahuetes inventando cosas, tratando de denostar al compañero que labura nada más que para sobresalir. Los mejores son esos tres o cuatro o cinco dirigentes, eso es lo atípico. Entonces veo la clase dirigente más denigrada”.
QP: Planteo que ha sido un año atípico porque después de muchos años hubo una interna en oficialismo local en las PASO. El sector que se opuso planteaba el debate de ideas y basta del “sí, señor”. ¿Cree que al peronismo le ha hecho bien la interna o falta el debate interno aún más profundo?
J.T.: “Las internas siempre hacen bien. Siempre, más allá del resultado. El debate falta, el debate no se produjo. Y yo espero, si bien creo que la muerte me encontrará trabajando y haciendo política, esta vez no ambiciono absolutamente nada. No quiero ningún cargo ejecutivo, formar parte de ningún tipo de gestión ni provincial, ni nacional, ni municipal, ni nada. Sí seguiré peleando por los cargos desde la trinchera, desde el partido o como soy ahora. Por supuesto gracias a mi trayectoria y a que Fernando haya visto que puedo ser congresal nacional, que puedo ser congresal provincial, o que puedo ser miembro del partido. Esos lugares no los voy a regalar nunca. Los cargos rentados no me interesan. Porque veo una denigración de la clase dirigente que me desagrada mucho. No sé si es por el personalismo, en el peronismo estaba acostumbrados a que las internas se hacen entre peronistas, entre los afiliados, entre los compañeros. Esta vez fue una elección atípica. Estas elecciones (primarias), abiertas, (y obligatorias) enriquecen por un lado pero desvirtúan lo que las personas de mi generación hemos vivido como doctrina. Es difícil hoy sentarse con un chico joven que canta como en los años ´70, que habla como en los años ´70, que a lo que mejor piensa como en los años ´70 sólo que no estamos en los años ´70. Estamos en el siglo XXI. Entonces me cuentan a mí, escucho los cánticos y la verdad que no me producen emoción. No creo que sea constructivo pero hay que respetarlo, bienvenidos los jóvenes. Se habla de este proceso que se inició en el 2003 y yo no creo que se inició en el 2003. Yo creo que este proceso se inició en el ´99, por lo menos para mí, por lo menos para varios dirigentes con los que yo me siento y discutimos y queremos recomenzar la discusión que no deberíamos haber abandonado nunca. En el ´99, cuando Alberto (Balestrini) toma la decisión de presentarse y haber ganado la interna, haber ganado las elecciones nacionales, haber hecho una gestión brillante que cambió totalmente el aspecto de ese momento y el futuro de La Matanza y que se continuó en gran medida y lo vemos hoy caminando por las calles de los centros comerciales o como el sábado cuando fui al (kilómetro) 32 al el día de la lealtad. Ver esa ruta (3), cientos y cientos de personas caminando en los centros comerciales de (Gregorio de) Laferrere, de González Catán… Reamente La Matanza cambio totalmente. Después, a nivel nacional podemos destacar un montón de cosas más y estoy absolutamente de acuerdo, el peronismo es frentista. Estoy de acuerdo con los frentes, estoy de acuerdo con las organizaciones sociales, estoy de acuerdo en que tenemos que conformar el movimiento nacional con este tipo de organizaciones. No que voten y opinen dentro del partido. Seré antiguo y seré muy cuestionado por esto, pero te afilias y venías y militas dentro del PJ. El PJ que a más de uno le daba asco cuando estaba afuera. Ahora que está adentro el PJ está fenomenal. Es raro”.
QP: Tenemos una elección donde Espinoza no figura en la boleta por haber perdido en las PASO. Siendo el conductor del peronismo matancero, ¿esto ha afectado al peronismo hacia adentro?
J.T.: “Sería hipócrita decirte que no porque esto cuatro o cinco que yo te digo declaren públicamente una cosa, lo que piensan sentados a una mesa es diferente. Yo en cambio creo que depende un vez más como el 2010 cuando Alberto tuvo el episodio del ACV que nos pusimos, hombro con hombro, todos y lo ayudamos a Fernando a que resistiera los embates desde Nación, desde Provincia y desde todos lados. Venían a ocupar La Matanza (y) nosotros pusimos el pecho con muchas reuniones, con mucho sacrificio y logramos lo que logramos. Creo que este es un momento similar. El punto está en que te ayudo si querés que te ayude. Si no querés no hay ningún problemas serio. No es fácil. Creo que Verónica en esta elección se juega el destino de La Matanza. Verónica tiene que tener más de 400 mil votos para que La Matanza siga siendo el bastión que ha sido siempre y que Fernando pueda entrar a una reunión y esos 400 mil votos que son de La Matanza como decía Balestrini y como dice Fernando mismo. Cuando entra Fernando, no entra Fernando Espinoza, entra el peronismo, el peronismo de La Matanza. Hoy es Fernando Espinoza, ayer fue Alberto Balestrini, mañana, no sé, será otro compañero o seguirá siendo Fernando. Depende de la voluntad de ellos y depende, fundamentalmente, cuales son las primeras señales que va a dar después de esta elección”.
QP: ¿Cómo la ve a Verónica Magario como intendente?
J.T.: “Muy bien. Creo que se ha preparado muchísimo y que es muy firme. Está trabajando mucho. A veces me da, no sé si pena porque sería faltarle el respeto, me da, digamos ternura ver como se multiplica para un lado y para el otro y a veces sola. La veo sola. Y esto es culpa nuestra, culpa de la clase dirigente que especula y que tratan de mostrar solamente lo que ellos pueden hacer. Insisto con eso. Pero creo en la inteligencia de Fernando, y creo en la inteligencia de Verónica en este caso”.
QP: ¿Cree que el peronismo local se va a encolumnar o va a tener un doble comando en la conducción?
J.T.: “Sería tremendo. Yo creo que ahora hay que pensar sólo en esta elección, superar los 400 mil votos y luego inmediatamente ponerse a hablar y trabajar. Primero por la unidad del movimiento obrero que es vital. No puede seguir estando dividido bajo ningún punto de vista, debe haber una sola conducción, tiene que haber una sola mesa como ha sido siempre y en esta coyuntura creo que tiene mucho que ver en el caso local Verónica y Fernando como presidente del partido. Pero todos sabemos, sería necio no discutir que están pidiendo una nueva conducción en el partido. Vamos a internas. Vamos a internas del partido. Y ahí se dirime quien seguirá. Si sigue Fernando o quien sea”.
QP: Plantea un interna para ver quién conduce.
J.T.: “Hay que sentarse a hablar. Hubo una interna recientemente donde ganamos pero con una oposición que ha superado los 100 mil votos. Creo humildemente que es cierto que el que gana conduce y el que pierde acompaña pero también es cierto que los compañeros que han sacado nada más ni nada menos 100 mil votos merecen ser escuchados y ser sentados a la mesa de discusión indefectiblemente”.
QP: Si es necesario el debate, como dice, ¿puede ser que le discutan la conducción del partido a Fernando Espinoza?
J.T.: “¿Me estás hablando de la provincia de Buenos Aires?”.
QP: Provincia y Distrito.
J.T.: “Sí. Seguro. Claro que sí. Es un secreto a voces. Vendrán y bueno, en tanto se encontraran con un dirigente que ya no es el mismo que dos años atrás. Me parece que esta mucho más armado y que puede dar batalla seguramente. Insisto, creo hay que sentarse. Este proyecto nació en el ´99, creo que necesita hoy revalidad acuerdos. Porque si no se tiene tiempo para sentarse con los dirigentes y poder discutir… Pero no masivamente, no se puede hacer una reunión con cincuenta compañeros donde uno por pudor puede no decir determinadas cosas para no generar una discusión que pueda romper. Nadie quiere romper pero si quiere decir lo que realmente siente. Me parece que la conducción va a tener que invertir mucho tiempo, visto que lo tenemos a partir de la próxima semana, de charlar con todos los sectores. Nos vamos a encontrar con una grata sorpresa. Porque si uno se sienta y charla, seguramente que los acuerdos, interprétese como debe ser, no lo veo como un gran obstáculo. Siempre y cuando haya dialogo. Se deben sentar las partes, no hay otro camino”.
QP: Magario declaró que la intendencia de Alberto fue gestionar sobre la crisis, la de Fernando gestionar sobre las obras y los atrasos de La Matanza y que su etapa tiene que ser la del ordenamiento. ¿Lo percibe así?
J.T.: “La consolidación de ambas gestiones. Creo que incluso que ella tiene el temple para lograrlo. Se especula mucho con que Fernando le va a imponer esto y lo otro, yo creo que son quienes vienen conduciendo el peronismo junto con dos o tres más. Y yo quiero destacar la multiplicidad de acciones de Daniel Barrera que las ataja todas, está como Paturuzú y esto está bueno por un lado. Por el otro, ¿los otros donde están? ¿Buscando traidores todavía? Porque se habla de una lista de traidores. Yo sé que no son ni Fernando ni Verónica los que buscan traidores, son los alcahuetes que siempre están alrededor del poder y que para cuidar su propia quintita difaman a otros compañeros. No hay traidores, acá lo que ha habido son convicciones como la fuerte convicción del compañero (Luis) Lata junto con el FAP (Frente de Agrupaciones Peronistas) que desde el primer momento pusieron sobre la mesa su actitud. No puede haber nunca ningún tipo de duda cuando te avisan que es lo que se está haciendo. Varios hemos hecho eso y no corresponde que se destrate en general a un dirigente que diga lo que piensa. Esto se tiene que terminar, pero son pocas personas. No los quiero llamar ni siquiera compañeros. Creo que eso se irá depurando. Espero”.
QP: ¿El futuro se ve como en los años ´70, “Verónica Magario intendente, Fernando al poder”? Tomando la analogía “Cámpora al gobierno, Perón al poder”.
J.T.: “¡Ah, qué pregunta, papá! El peronismo generalmente, por lo menos en sus últimos cuarenta años, quien conduce el partido fue también fue intendente. Salvo el período de (Héctor) Cozzi que no me atrevo a compararlo con nada porque fue una gestión patética. Pero creo que la relación entre la conducción que es Espinoza y el núcleo de la (Agrupación) Carrillo es muy fuerte, está muy unido. Podría ser una excepción pero no quiero comparar con la gestión que viene porque Verónica está muy preparada, es una militante y creo que se van a asentar permanentemente. Fernando es conducción, muchos están enojados. Yo lo quiero mucho a Balestrini, lo sueño muy seguido, lo pienso permanentemente, a lo mejor algún día se produce el milagro, espero que así sea pero es casi imposible. Pero la conducción es Fernando, más adelante se discutirá en la medida que se revaliden o no los acuerdos. Él hará una ronda de consulta como ha hecho siempre. Muchos creen que no consulta, sí consulta. Las decisiones más trascendentales la ha consultado con la gente que él considero que tenía que consultar. Serán dos, tres, cinco o diez pero sí te garantizó que ha hablado con los compañeros que él consideró que tenía que consultar cuando tomó las decisiones fuertes que tomó”.
QP: Estamos en un momento crucial en el cual no se habló de lo que viene para La Matanza: el debate que se tendría que dar antes de una elección, sobre proyectos hacia futuro en el distrito. ¿Por qué cree que se da así la situación?
J.T.: “Verónica es la consolidación de la gestión Balestrini, la gestión Espinoza. Hay muchos que se ha hecho y muchas que están en vía de hacerse. La consolidación no es un tema menor, es fuerte. Nosotros tenemos que laburar y dejarnos de embromar con ‘si me gusta o no me gusta Aníbal (Fernández)’ o si me gusta o me deja de gustar (Martín) Sabbatella o (Carlos) Zaninni. Nosotros tenemos que lograr que se haga una elección contundente a nivel nacional, a nivel provincial y ahí tenemos garantizado como (La) Matanza el futuro de esta gestión. En el verano del 2011 Verónica convocó a un grupo chico, cinco o seis compañeros, para diagramar todo lo que ahora se empezó a terminar: la peatonal, lo ingresos… Habrás visto que (avenida) Crovara está tomando otra forma. No es algo improvisado, que se ha hecho rápidamente. Hay muchas cosas que están en carpeta y que tiene Verónica para ejecutar. ¿Por qué no lo dice? Yo creo que sí. Lo que pasa es que cuando se le pregunta, se le pregunta sólo de temas políticos. ¿Alguien puede poner en duda que el gabinete ya está en mente de Verónica consensuado con Fernando por supuesto? ”.
QP: Ha dicho que no tiene aspiración de ningún cargo, ¿toma impulso para pegar el salto, lo hace porque no coincide con algunas cosas o se plantea otro tipo de vida?
J.T.: “No, a mi me condena mi pasado. Yo muero con quien me conduce, quien yo determino que me conduzca. Y no querer formar parte de una gestión no significa estar en contra, para nada. Quizás ya no tengo edad para dejar pasar muchas cosas. La dignidad es lo único que no transido. Hay cosas que no me gustan de pares míos. Pero yo no soy quien para juzgar a mis pares ni voy a entrar en la pulseada a ver si les gano o no les gano, prefiero alejarme. No me gusta la forma en que se trabaja, como miserablemente especulan. En algunos subcomandos dirigentes que dicen ‘No, no vayan a esto’. ‘No, no vayan a lo otro’. Pretenden jugar al ajedrez cuando no pueden jugar ni al ludo. Son básicos y elementales, me dan pena”.
QP: Plantea esto para alejarse de este clima.
J.T.: “Sí, sí. No lo tolero. Y que se enoje quien se enoje, no me interesa”.
QP: ¿La ve a Magario el domingo ganando?
J.T.: “Por supuesto. Estrepitosamente. Yo… hago lo imposible, me toca bailar con la más fea porque el primer cordón no es fácil. Y tenemos tres o cuatro equipos de compañeros trabajando permanentemente. Está bien, las paredes no votan pero tampoco le vamos a regalar… Yo vengo de una tradición que por las paredes uno hacia cosas bastante fuertes”.
QP: ¿Esta elección presidencial es una interna, porque los tres candidatos a la intendencia dicen que son peronistas?
J.T.: “No, no. A Saredi no lo conozco ni le conozco su pasado tampoco. No sé si es bueno o malo. No me permitiría criticar a ningún peronista que se haya ido con (Sergio) Massa, (Mauricio) Macri u otro porque conozco algún compañero que está en la lista y que no se le puede negar su peronismo porque yo he convivido con ellos. Con el Negro Ledesma ni hablar. Está nada más ni nada menos que Roberto Piperno. Lo mismo que Irma Díaz y un montón más de compañeros. Son peronistas pero los proyectos son diferentes. Ellos consideran que este proyecto no fue bueno o lo que es peor, que es malo y tienen todo el derecho del mundo. Nosotros pensamos que este proyecto es perfectible, que se han hecho cosas excelentes. He sido muy critico de Néstor hasta acá, pero tengo el derecho. Ahora, ¿por qué me quedo acá? ¿Por conveniencia? No. Por que yo pongo en la balanza y la balanza siempre se inclina favorablemente a los beneficios que han tenido aquellos que menos tienen y eso es el peronismo. Sigo acompañando este proyecto porque creo que es peronismo. Ahora, ¿hay muchas cosas para mejorar? ¡Oh, Dios!¡Cuántas! Pero yo sé que Fernando piensa igual y que sé que Verónica piensa igual. Y en esto hay veces que hay tragarse sapos y a veces son muy grandes. Pero no es una interna, es un discusión de tres proyectos absolutamente diferentes”.
QP: ¿Los entornos de los dirigentes son malos?
J.T.: “Nefastos”.
QP: ¿Cree que se ha dado una situación parecida acá en el distrito?
J.T.: “Sí. Sí, sí. Claro que sí. Y con gente altamente negativa. Y confió totalmente que no vuelva a suceder a partir del 10 de diciembre”.
QP: Un mensaje al lector de Quinto Poder de cara a la elección del domingo
J.T.: “No todo es negativo, hay cosas que son realmente muy positivas. Eso es lo que tenemos que rescatar. La Matanza tiene un gran potencial, ha cambiado muchísimo. Vale la pena seguir apoyando la gestión que se inició en el ´99 con Balestrini y continúa con Verónica intendente. Vi una frase muy linda que dice: ‘El digno sufre pero su dignidad lo consuela’. Y me pareció brillante, que define mi estado de ánimo actual. Una vez mi esposa me dijo: ‘el otro hace lo que vos le permitís’ y es cierto. Yo le digo a la gente que tiene que pensar eso, que el otro hace lo que uno le permite. Nosotros no podemos dejar que nos convenzan sólo desde la televisión. Sí alguien dice lo que queremos escuchar, analicémoslo realmente. Veamos lo que se ha hecho, a quien le estamos dando nuestro destino de cuatro años y a lo mejor de ocho. Yo creo que tenemos que apoyar esta gestión y hacer lo que dice el corazón, no la televisión. Atención con eso. Fíjense lo que hay en el barrio y fíjense quienes son y en base a eso aunque no sea negativo, voten a quien ven todos lo días, a quien está cuando necesitan algo. Este es el tema”.