LA ECUACIÓN CUÁNTICA DE FERNANDO

 

Por Prof. Joaquín G. Puebla

 

Una ecuación es una igualdad algebraica en la cual aparecen letras (incógnitas) con valor desconocido. El grado de una ecuación viene dado por el exponente mayor de la incógnita. Solucionar una ecuación es determinar el valor o valores de las incógnitas que transformen la ecuación en una identidad

ECUACIONES CUÁNTICAS: permite predecir a nivel cuántico la probabilidad de encontrar una partícula simple, en este caso el electrón, para cada posición que pueda ocupar en el espacio.

El cierre de las Alianzas y/o Frentes electorales trajo algunas novedades y bastantes bolonquis a resolver. Hablar de la gestación y de cómo finalizaron los mismos es una entelequia (En la filosofía de Aristóteles, fin u objetivo de una actividad que la completa y la perfecciona) casi inexplicable porque de estar todos juntos pasan a estar unidos pero enfrentados; esto en el oficialismo y la oposición andan por ahí, sin marcar muchas diferencias.

 

 

Este cierre es más bien para intentar dilucidar quién tiene la lapicera para escribir las fórmulas, tanto provinciales como nacionales, que encabezarán las listas, pero todos empiezan a vivenciar el cierre definitivo de las listas que será el próximo 24 de junio.

 

 

Hasta el 24 de junio la política entra en el frenesí del armado de las listas definitivas dónde todos quieren figurar y nadie quiere quedarse afuera. Hoy ya comienza la danza de nombres y las operaciones y operetas políticas; hoy todos comienza hablar y a venderse caro (aunque la mayoría se van a vender bastante barato).

 

 

Integrar una lista, en un lugar expectante, es la seguridad de tener laburo, hacer negocios y hacer que se trabaja para la gente durante los próximos cuatro años. Alguno que otro tendrá la vocación política y de servicio para estar a disposición del vecino e intentar resolverle algunos de sus problemas, pero les aseguro que son los menos. Obviamente que en las listas habrá sorpresas y sinrazones enigmáticas.

 

 

Sinceramente no me gustaría estar en los zapatos de quiénes tienen la lapicera que se usará para escribir los nombres de aquellos que estén en esas listas porque estarán sometidos a enormes presiones de amigos, aliados, socios y demás yerbas parecidas para que los incluyan. El dueño de la lapicera debe definir un criterio sine qua non (sine-kua-nón o sine-kuá-non: que significa literalmente “sin la cual no”. Se emplea con el sentido de condición que resulta indispensable para algo) y, a partir de ahí, comenzar a barajar nombres y algunos apellidos.

 

FERNANDO Y SUS ECUACIONES

 

En lo nacional y lo provincial la lapicera la maneja un grupo o, cosa no muy común, una sola persona porque hay que cumplir compromiso y respetar acuerdos.

En los distritos es raro que el intendente o el jefe político del distrito no sea quién defina, en soledad, los integrantes que lo acompañaran en la lista que encabece o no, según sea el caso.

 

 

Está más que claro que en La Matanza será Fernando Espinoza quién resuelva el intríngulis (Dificultad o complicación que tiene una cosa) del oficialismo; consultará acá y allá, en forma muy reservada, y no soltará prenda hasta que citen a los elegidos a firmar la lista. Siempre ha sido así y no creo que haya cuestiones de peso que cambie esa forma de actuar.

Es bueno aclarar que Fernando Espinoza no solo escribirá la lista del oficialismo matancero, sino que meterá mano en las listas de la oposición. También debe pelear arriba los lugares que tendrá el distrito en las listas de legisladores nacionales y provinciales y resolver qué nombres y apellidos vayan a esos escenarios. En definitiva, Don Fernando tendrá una semana bastante complicada y ocupada.

 

 

Las realidades políticas del distrito, para el oficialismo, tienen una interpretación y a partir de la misma Espinoza debería armar una lista de Concejales y Consejeros Escolares que acompañen y se metan en la gestión porque si algo adolece la administración actual del municipio es una falta de compromiso de algunos importantes funcionarios que desequilibran la visión que tiene el vecino de la gestión municipal. En la mayoría de los casos no pasa por lo que se hace o no se hace, sino que más bien el tema anda por la bola que le da el funcionario municipal al vecino.

Hay una larga lista de funcionaron que no funcionan y, aún más larga, lista de legisladores que no andan por los barrios hablando con la gente porque, a mi entender, ser electo legislador no te condena a estar encerrado en una oficina y hablar o tramoyar con otros legisladores, sino que, por lo menos, hablar cada tanto con el vecino que votó y depositó su confianza en el mismo.

 

 

Si bien me parece que le encanta a Espinoza esta tarea de armar la lista y negociar arriba, la misma no debe ser fácil porque la ecuación que emplee para este armado será el rostro visible de su gestión municipal.

Hoy la hoja donde se ha de escribir la lista está en blanco, por ahí tiene algún nombre in pectore (como decía el Carlos – In pectore del latín, “en el pecho”, es la expresión utilizada por la Iglesia católica para referirse a los nombramientos del Colegio cardenalicio por el papa, cuando el nombre del nuevo cardenal no es revelado públicamente, es guardado por el papa en su pecho. Este derecho del papa rara vez se ejerce. Por lo general sucede en circunstancias en las que el papa desea dejar registro del honor del clérigo para los historiadores, pero no quiere poner en peligro al mismo clérigo en circunstancias de persecución. Por extensión, esta locución también se emplea en otros ámbitos para referirse a la persona que ya ha sido designada para un cargo, pero cuyo nombramiento no se ha hecho público todavía) y algunos apellidos rumiando en su cabeza.

Hasta ahora no hay muchas seguridades, pero sí algunas certezas, hay un par de Concejales oficialistas que han de renovar su mandato y hay algunos jóvenes políticos que debutaran en el HCD.

 

 

 

Estos tiempos se dan para especulaciones y más allá del resultado final de la elección, es casi seguro que el oficialismo salga perdiendo en la elección de Concejales dado que debe renovar 9 y es casi seguro que pueda retener 6 o 7 bancas. Espinoza puede ganar por 30 puntos (según las encuestas que están dando vueltas, pero para la elección falta una eternidad y el escenario político puede variar drásticamente para un lado como para el otro) de ventaja, pero si algunos espacios opositores llegan al piso electoral (cosa que es bastante previsible) se quedaran, como mínimo, con dos Concejales. Según sondeos recientes y bastantes fiables, se espera un 7 – 5 o un 6 – 6; es decir siete bancas, o menos, para el oficialismo y 5, o más, para los espacios opositores.

 

 

Espinoza tiene un vasto y amplio abanico de hombre y mujeres para elegir, pero esta elección es muy compleja por la crisis económica y social que estamos atravesando y no sería la primera vez que en el distrito el Intendente tenga una excelente imagen e intención de voto, pero que la ola opositora lo arrastre y salga empardando o perdiendo la elección. No creo que suceda en La Matanza, pero es algo que hay que tener en cuenta.

El peronismo matancero va a tener elecciones PASO y hay tres listas (como mínimo).

Obviamente una la encabezara (valga la redundancia – solo para entendí -) Fernando Espinoza. La otra Adrián Verdini estará al frente por el sector que responde a Daniel Scioli y, hasta ahora y no del todo confirmada, la lista de la Diputada provincial, Patricia “La Colo” Cubria del Movimiento Evita que conduce su esposo, Emilio Pérsico.

 

 

No será algo fácil hacerse con el triunfo y, el que gane tendrá la complicada tarea de hacer que todos tiren para el mismo lado en las elecciones generales, porque hay bastantes diferencias, casi históricas, entre ellos.

Espinoza cuenta con la ventaja de la estructura y eso significa que tiene la fiscalización de la elección asegurada y aceitada; eso, en los tiempos que corren y por la dimensión del distrito no es poca cosa.

El Concejal (m/p) Adrián Verdini es experimentado político curtido en mil batallas y ya comenzó el armado con los peronistas que se encuentran (por decisión propia u otro motivo) lejos del oficialismo local o, en algunos casos, son parte de la tropa de Espinoza, pero están disconformes con el mismo.

 

 

Tener a Scioli encabezando la sábana hoy se ha convertido en un plus porque son muchos los disconformes con Cristina y Máximo, más con Máximo que con Cristina.

Máximo ha convertido a La Cámpora en una poderosa agrupación de funcionarios sin injerencia territorial firme. La militancia peronista los mira de reojo desde el principio. La Cámpora nunca ha tenido una fuerte presencia en La Matanza, pero ahora se encuentra ante la difícil tarea de conciliar con Espinoza porque las papas queman y deberán poner el hombro para construir un triunfo que puede complicarse en cualquier momento.

 

 

Verdini sabe esto y está diseñando una amplia estrategia de incorporación al espacio que pertenece. Verdini tiene la ambulancia para recoger a todos los heridos del peronismo matancero, sabe dónde ir y cómo hacer para recoger a la mayoría y, según pude observar, son muchos peronistas los que están fuera de la estructura del oficialismo.

Verdini puede lograr lo que la Diputada provincial, Patricia “La Colo” Cubria del Movimiento Evita y su esposo, Emilio Pérsico, no pudieron lograr que es aglutinar a toda la oposición peronista a Fernando en el mismo corazón del peronismo nacional. Será una batalla digna de ver porque Espinoza desde hace mucho tiempo no se enfrenta a un desafío de esta envergadura.

 

 

Cubria y su esposo, Emilio Pérsico, hoy se perciben como peronistas, pero a pesar de eso, no han logrado sumar, para su causa, dirigentes y militantes de perfil netamente peronistas. Tienen plata y eso ayuda en la construcción política, pero me da la sensación que dependen, casi íntegramente, de lo que puedan movilizar desde el Movimiento Evita y de sus miles de beneficiarios de los planes sociales que controlan.

 

 

La plata no es todo y, si la misma, viene de la teta del estado no siempre sirve para hacer política. Es claro esto y lo hemos demostrado en la nota que publicamos a mediados de marzo (https://semanarioquintopoder.com/lo-que-cubre-la-cubria/).

 

LA OPOSICIÓN EN VEREMOS

 

En Juntos por el Cambio están convenientemente convencidos en que con la tracción de la lista sábana les alcanza para ganar o, en su defecto, sacar un buen porcentaje de votos que sume para arriba; ese es el objetivo de máxima.

No vienen por el triunfo ni nada parecido, la unidad en el distrito no existe y todos quieren ser, pero ninguno de sus pre candidatos a intendente ha llevado una campaña seria de instalación para presentarle batalla al peronismo, salvo la excepción del Concejal Eduardo “Lalo” Creus que si viene trabajando seriamente, convencido de poder ganar y gobernar.

 

 

El resto de la dirigencia lo mira de reojo a “Lalo” porque se siente incomodos ante el volumen de trabajo político que viene desarrollando y eso los deja en evidencia de la pobreza de la tarea realizada.

No quiero hablar mal de nadie, pero algunos de los candidatos que tiene Juntos por el Cambio en el distrito dan lastima y, otros, dan vergüenza ajena. Hay un par que quieren ser candidatos a intendentes para rapiñar los fondos de campaña que reciban y colgarse de la sábana para ver como salvan la ropa.

 

 

La peor estrategia de Juntos por el Cambio es la que vienen haciendo desde siempre dado que las listas no se arman en La Matanza, sino que las definiciones se toman en alguna oficina del gobierno de CABA sin tener en cuenta las realidades políticas del distrito.

Los otros espacios políticos opositores aún no tienen referentes para ser consultados y eso habla de su falta de propuesta o interés en La Matanza.