“NO PODEMOS RIFAR EL FUTURO DEL PAÍS, TENEMOS QUE DEFENDER NUESTRA DEMOCRACIA”

 

Por Gustavo Bustamante

 

A 40 años de la vuelta de la democracia dialogamos con Carlos García vecino de Gregorio de Laferrere, militante radical, y ex funcionario del ministerio de salud de la provincia de Buenos Aires en el gobierno del Dr. Alejandro Armendáriz en pleno retorno de la democracia al país de la mano del triunfo que llevó a la presidencia de la nación al del Dr. Raúl Alfonsín en 1983, hoy considerado por el pueblo argentino como ‘El Padre de la Democracia’. García nos relató cómo fue vivir esa época, ser parte de esa militancia y como era la convivencia entre peronistas y radicales en plena campaña electoral, esto nos decía:

QP: García, ¿cómo vivió la vuelta de la democracia en el ’83, como militante de la UCR de toda la vida’

CG.: “En el ’83 tenía 28 años, estoy afiliado al radicalismo desde el año ’73, militaba en la UCR en esa época, en la línea nacional, con el paso del tiempo después del golpe militar se crea ‘Renovación y Cambio’, yo, junto a otros correligionarios, como Juanita Garayalde,  Pedro Dufau, fuimos los fundadora de Renovación y Cambio, en ese momento en plena ebullición, después de muchos años de falta de democracia, fuimos un grupito que empezó a reclamar lo que no teníamos en ese momento, algunos reclaman por vías judiciales, otros por vías equivocadas que pueden ser las armas como en otros países, y como sucedió acá también con el terrorismo, cosa que no comparto, pero también nos encontrábamos con que la república tenía que renacer de las noche larga que tuvimos, porque veníamos que no funcionaban los tres poderes sin la democracia, y la juventud estaba en un estado de ebullición permanente, que no es precisamente como estamos hoy en día, porque los jóvenes de hoy son nacidos en democracia, y no conocen lo que es estar bajo una dictadura donde tus derechos son vulnerados totalmente. Veníamos de una guerra a la que nos llevó una dictadura militar, no era ni el momento ni las formas, una guerra no conduce a nada, en una guerra perdemos todos. La llegada de Alfonsín que, para muchos de nosotros, no solo fue el padre de la democracia, sino también un padre adoptivo, por lo que significaba Don Raúl, para los que tuvimos la suerte de conocerlo, hubo una época que junto a Carlos Lima de Ciudad Evita, hicimos un trabajo con él en la denuncia que hizo Alfonsín sobre el pacto sindical militar, donde trabajamos muy cercanamente, mi relación con Don Raúl nace en el ’79, una anécdota muy especial para mí, es cuando lo trajimos a comer un asado a Laferrere, justo el día que se le vencía el plazo para irse del país, porque lo iban a matar, no me olvido más, dos correligionarios de esas épocas hoy fallecidos, ‘el Negro’ Lucero y Olate de Aldo Bonzi, trajeron a Alfonsín tirado en el asiento de atrás de un viejo falcón que era de Olate, comimos un asado y escuchamos a Don Raúl, que eligió quedarse en el país a luchar por la democracia cuándo sobre él pesaba peligro de muerte, y eso lo pinta al hombre de cuerpo entero. En esa charla que no me voy a olvidar jamás, me quedó grabado lo que él pensaba, y lo que quería para nuestro país, el modelo de país que soñábamos todos”

 

QP: ¿Cómo se vivió esa primera campaña política que nos marcó como sociedad por el renacer de la vida democrática?

CG.: “Fue una campaña limpia, porque veníamos todos del viejo peronismo y del viejo radicalismo, donde había ciertos límites y parámetros muy bien marcados de cómo nos teníamos que manejar en la política, siempre hubo algunos safaditos como de costumbre tuvimos que esquivar algunos tiros que nos pasaban por arriba de la cabeza cuando estábamos pintando algunos paredones en esa campaña del ’83, pero había ciertos límites que los marcaba la misma sociedad, como lo que paso con Herminio Iglesias cuando quiso hacer una gracia como en una cancha de fútbol, cuando quemó el ataúd en un acto político, que fue el fin de una campaña política, que determino que Luder perdiera en la carrera por la presidencia de la nación. Hoy quizá hubiese ganado Luder, como ganó Insaurralde en Lomas, después del escándalo del yate, hoy la sociedad no tiene esos límites, le enrostran los descalabros que hacen los políticos y dicen mira que vivo, que bien que lo hizo, que piola que es, está lleno de plata, hoy los ejemplos a seguir parecieran ser otros”

 

QP: ¿En ese tiempo no se vivía la adversidad política como se vive hoy la llamada grieta, sobre todo entre la militancia?

CG.:Éramos adversarios políticos, pero convivamos radicales y peronistas, socialistas, nos respetábamos y teníamos un objetivo en común, que era el bienestar social del país, una anécdota se esa época, en el año ’82 recuerdo tenía una empresa de iluminación, y en ese momento no había teléfonos, estaba la vieja ENTEL, y los únicos teléfonos que había para hablar en Laferrere era el público de la estación y el del tano Rosario de la pizzería que todavía está en Av. Luro en la segunda plaza, recuerdo que iba a llamar por teléfono desde ahí, y nos juntábamos con Federico Russo, no me olvido más, estaba el mostrador y tres mesas chiquitas, mientras la gente hablaba por teléfono con Federico tomábamos un café y charlábamos de política, nos preguntábamos ¿qué íbamos a hacer con este país? Porque estaban los militares, como íbamos a hacer para terminar con esta historia, y como la democracia iba a empezar a funcionar devuelta, había un trato normal entre peronistas y radicales, tal es así que cada vez que venía a La Matanza como funcionario del ministerio de salud de la provincia a entregar algún subsidio, me abrazaba y me decía cariñosamente ‘cumpacorreligionario’, hoy no puedo entender como le metieron a la gente en la cabeza esto de la grieta, de la intolerancia absoluta de que porque pensemos distinto somos el enemigo, y que si no pensás como yo sos el malo y yo el bueno, o que si apoyo una idea tuya, ya me pase para el otro lado y viceversa, perdimos la capacidad de dialogo, de entendimiento y de buscar el bien común para la sociedad, tenemos que dejar de ver al que piensa distinto como el enemigo, y volver a buscar el bien común de la sociedad donde vivimos todos, pensemos como pensemos, tenemos que volver a ser una nación, que abrace a todos los argentinos por igual, y que podamos discutir la política con altura y respeto por el otro, los intereses de la nación tienen que estar por encima de los intereses personales o partidarios, tenemos que buscar el consenso de unidad nacional para el bienestar común de todos los argentinos y argentinas”

QP: ¿Qué significó Raúl Alfonsín, en ese momento de la vuelta de la democracia, para el país?

CG.: “Significó una esperanza para todo el mundo, veníamos de una noche oscura de muchos años, veníamos de una situación muy complicada con la subversión y el terrorismo de estado, y al llegar Alfonsín a la presidencia donde prácticamente se volvió a fundar la República, la vuelta del estado democrático, de la vuelta de los derechos a la sociedad, donde los poderes del estado volvieron a la normalidad de un estado de derechos, por algo Raúl Alfonsín es considerado el padre de la democracia, no solo por los radicales, sino por la mayoría del pueblo argentino”

 

QP: Hablando del radicalismo, ¿qué cambio del radicalismo del ’83 al radicalismo actual?

CG.: “En pocas palabras en aquellas épocas todos los que estábamos en el partido, estábamos al servicio del partido para qué, indirectamente, sirvamos a la gente; en cambio ahora la mayoría de los dirigentes se sirven del partido y lo utilizan en beneficio propio de unos cuantos vivos, seguramente no todos los dirigentes, pero son los menos y no quiero ser injusto, pero en líneas generales, es lo que se ve”

 

QP: ¿Ve esta ruptura de la UCR con el PRO y con el espacio de JUNTOS como una oportunidad para que la UCR vuelva a tener el protagonismo en la vida política del país que alguna vez tuvo?

CG.: “Creo que este resurgimiento del radicalismo se está dando más que nada en la gente, en el militante, esto viene desde las bases, que obligan a los dirigentes a tomar acción y hacer lo que las bases les pide desde hace mucho tiempo, la UCR tiene que volver a ser lo que era y dejar de ser el perro que está bajo la mesa, y que come lo que se cae del PRO, esto es algo que nos tenemos que plantear seriamente de puertas adentro entre correligionarios”

 

QP: ¿Qué opina de los sectores que apoyan a Javier Milei?

CG.: “Digo que si tendrán algún sentimiento afín, porque si no podrían estar ahí, yo soy radical porque siento el radicalismo y no puedo cambiar al radicalismo para que sea lo que yo quiero como pretenden algunos, que están en el radicalismo por una cuestión administrativa nada más para servirse del partido en beneficio propio. Ya desde el vamos de haber estado con CAMBIEMOS fue una equivocación, esa siempre fue mi postura, el radicalismo no puede aceptar este giro que tomaron algunos hacia la derecha, creo que muchos que estaban en el radicalismo, estaban equivocados no podes estar en un partido de centro izquierda y girara a la derecha como si nada, no podes pasar de Alfonsín a estar con Milei, que dice un montón de barbaridades, y está en la vereda opuesta de lo que representa el radicalismo para la vida política del país y la memoria de Raúl Alfonsín

 

QP: Volviendo al ’83 y el triunfo de Alfonsín y la vuelta de la democracia, ¿es verdad que la juventud radical de La Matanza festejó junto a la JP y viceversa?

CG.: “Si, es cierto, y esto viene de mucho tiempo antes, ya en el ’74 en la casa del Dr. Zoilo Guernica, nos habían dado el quincho que tenía en la casa para que trabajáramos con la Juventud radical, en esa época el radicalismo no estaba administrativamente armado en Laferrere, y la juventud radical si estaba formada orgánicamente con una comisión formada como correspondía, todo se manejaba por medio de la juventud radical, en la cual tuve el honor en esa época de ser el presidente, que fue cuando creamos la ‘multipartidaria’, y nos reuníamos en la casa del Dr Guernica con la Juventud peronista, el Mas, el partido socialista, la UCR, y en aquellos tiempos eran los inicios del partido obrero también, es decir la multipartidaria de La Matanza y la juventud, cosa que no se daba  en otros pueblos, en esa época se empezó a gestar un acuerdo entre los jóvenes que a pesar de militar en distintos partidos teníamos el mismo denominador común que era el bienestar social de nuestra nación, que es lo que buscaban todos los partidos democráticos en esos tiempos, hay que estar muy loco como algún candidato para decir que la justicia social es una mentira, podemos disentir en la forma de conseguirla pero no en la cuestión de fondo donde todos coincidíamos, hoy no puede haber un ser racional que vote a un candidato que no quiera la justicia social y el bienestar del pueblo”

QP: Escuchando lo que Ud. Dice; ¿podemos decir que fue mejor esa época a la que estamos viviendo hoy en día con respecto a la democracia?

CG.: “Si, la gente en ese momento tenía muchos motivos para que la democracia volviera a la vida de todos, y actuaba en consecuencia, a diferencia con los jóvenes de ayer, los de hoy van y votan a Milei que lo considero un hombre antidemocrático, creo que tenemos que alimentar esta democracia con más democracia, y salir de esta crisis de la que somos responsables todos, los dirigentes, la sociedad y la militancia, por permitir a los dirigentes perseguir objetivos personales y no los objetivos colectivos que son el bienestar social de todos, tenemos que recuperar los valores verdaderos de la democracia, y no pelear por quien tiene más poder que el otro, tenemos que recuperar lo que fuimos, los valores, que nos trajo de vuelta la democracia y honrar a los dirigentes y hombres que dieron la vida por esta democracia que nos costó mucha sangre a los argentinos, no podemos rifar el futuro del país, tenemos que defender nuestra democracia