SALARIOS MUNICIPALES: ¿130% O 85%?

 

Por Prof. Joaquín G. Puebla

 

Hace unos pocos días entrevisté a Daniel Troncoso, Sec. Gral. del STMLM, respecto a las negociaciones salariales que estaban llevando ante el departamento ejecutivo municipal, Una vez finalizadas dichas reuniones nos confirmó que el aumento total del año era, hasta ese momento, de 85%. Al otro día el municipio emitió el comunicado de prensa N° 212 que sostenía que “Fernando Espinoza, anunció que se otorgará un aumento que oscila entre 123% y 139%, en el lapso que va de marzo a septiembre. Dicho aumento, en gran porcentaje, es retroactivo al mes de agosto”. Obviamente volvimos a consultar a Troncoso quién nos aclaró que el Intendente estaba sumando los bonos que se dieron pero que no iban al salario básico de los trabajadores municipales

QP: Venimos de unas semanas complicadas en cuanto a la discusión de los municipales por el tema salarial y el de los bonos. ¿Han podido llegar a algún acuerdo? ¿Han podido hablar con el ejecutivo municipal?

DT: “Sí. Le diría que los municipales del país venimos hace años complicados con los temas: salarial, del achicamiento de las plantas, del problema del ingreso de los monotributistas, del problema de los cooperativistas que ingresan y cada vez somos menos los trabajadores municipales en blanco. Pero, bueno, lo que hace a La Matanza hace más de un mes y medio que empezamos a negociar con miembros del ejecutivo municipal. Gracias a Dios se hizo con mesas de trabajo, que es la mejor forma porque se puede llegar o no a un acuerdo, pero se va dialogando, se va discutiendo, se van marcando posiciones hasta llegar a definiciones. Y ya nos sentamos a hablar con el intendente Fernando Espinoza. Tuvimos varias reuniones con él porque cada vez que veníamos al sindicato lo consultábamos con la comisión directiva, incluso tuvimos una asamblea informativa la semana pasada donde pensamos que íbamos a ser 60/80 compañeros y llegamos a ser casi 300 compañeros. Fue algo que nos llamó poderosamente la atención, y queremos agradecer la participación y el apoyo de todos los compañeros municipales.”

QP: Hay un clima muy tenso entre los trabajadores municipales. Se hablaba de medidas de fuerza, de paro.

DT: “Nosotros, cuando hicimos el informe, contamos cuál había sido el último ofrecimiento que nos había hecho el ejecutivo municipal (después de haber avanzado en la propuesta). En ese momento era un 20 % para el mes de agosto y los 30.000 pesos que el gobierno firmó el decreto para que se entregue, pero que en realidad quien lo tiene que pagar es cada municipio y cada gobernación. Entonces, había un grupo de compañeros que no aceptaba esto y quería tomar alguna medida de lucha y otro grupo de compañeros que quería aceptar esto y seguir peleando con alguna medida de lucha. Igual hay un error conceptual porque cuando uno acepta una negociación lo hace dentro de lo pautado. Si acepto algo no puedo al otro día tomar alguna medida de fuerza. Después tuvimos otra reunión con el intendente y algunos miembros del ejecutivo y se pudo llegar a un acuerdo: se va a respetar lo de los 30.000 pesos (que tanto se habla a nivel nacional y no sé si todos lo van a pagar), en agosto el 20 % (que sería retroactivo) y en septiembre se agregó un 10 % más.”

 

QP: Esto que dice usted del 20 % en agosto y el 10 % en el mes de septiembre, ¿es sobre el salario de marzo?

DT: “Siempre es sobre el salario de marzo. Nosotros de marzo a julio habíamos obtenido un 55 %. Ahora con esto, de marzo a septiembre vamos a conseguir un 85 %. También se van sumando cifras que son fijas, como los 20.000 pesos de marzo, los 20.000 pesos de julio y estos 30.000 pesos que dijo el gobierno (que son dos montos fijos de 30.000 pesos).”

 

QP: Estos 20 % en agosto y 10 % en septiembre, ¿son retroactivos a marzo y son bonificables para los jubilados?

DT: “Claro. Al ir al básico tienen todos los descuentos necesarios para que después podamos tramitar ante IPS que los compañeros jubilados los cobren.”

QP: Eso es una buena noticia.

DT: “Estas noticias son buenas para los compañeros jubilados y para los que nos estamos por jubilar, porque se arma un salario real y no un salario de mentira con muchas sumas fijas no remunerativas que el día que nos vamos a jubilar resulta que nos quitan una parte importantísima del sueldo. A parte, en este momento de emergencia límite que estamos viviendo las obras sociales y la salud en Argentina, también tiene aportes para el sindicato y la obra social.”

 

QP: Supongo que estas variaciones tan descontroladas del dólar están dejando muy poco margen de negociación a la obra social para la adquisición de medicamentos, aparatología, la realización de estudios médicos, etc.

DT: “No hay posibilidades de hablar ni de negociar sobre algo porque a nosotros las clínicas nos quieren cobrar lo que corresponde cobrar por una internación, una terapia, una operación, una colocación de un stent. Pero a veces ni las clínicas tienen el presupuesto porque viene atado al precio dólar, a la tasa de inflación, a un montón de condiciones de especulación. Entonces, cuando nos llegan las facturas de las clínicas vienen con unas sumas que no tienen nada que ver con meses anteriores. Nosotros tendríamos que pagar esas facturas, pero las condiciones son como las del trabajador. Al trabajador el salario le aumentó mucho menos de lo que aumentaron los alimentos, la ropa, los medicamentos; y nuestros aportes también. Muchas veces hacemos un sacrificio aceptando sumas fijas en el salario para que llegue al bolsillo del trabajador sin descuento, pero sabiendo que estamos atentando contra la vida de la obra social y el sindicato. Cada vez se hace más complejo, y a esto se suma el temor de qué va a pasar después de las elecciones. Entonces, como los salarios no aumentaron a la par del dólar, los aportes no son suficientes. Así que, la salud en Argentina (en lo provincial, lo nacional, lo privado) y las obras sociales están pasando por una crisis más fuerte que la que vivimos (porque fue de otras características) en la pandemia.”

 

QP: Todo esto de lo que usted habla ¿ha generado deuda en la obra social municipal?

DT: “No ha generado deuda. Cuando nos hicimos cargo, hace seis años, estábamos trabajando con una administradora, pasamos la pandemia, recuperamos la obra social, y lo que hicimos fue achicar los plazos de pago que teníamos normalmente con cada uno de los centros de salud. Hoy lo que estamos haciendo es ver día a día cómo podemos hacer para pagar a cada uno de estos centros; y tenemos distintas formas de pagos, diálogos, acuerdos. Estamos viendo cómo armar este rompecabezas, que al no ser un problema de nuestra obra social sino un problema general, hablamos con directores médicos, con la Superintendencia, con todos los actores que tiene que ver con la salud; para ver cómo todos nos reacomodamos porque esta crisis es a nivel nacional. Esto lo vive cualquier trabajador, cualquier desocupado, cuando tiene que ir a la farmacia a comprar lo más común de todo. Imagínese el caso de una clínica, un hospital o la obra social que tengan que administrar operaciones y demás, se les hace realmente imposible.”

QP: La última semana otro medio periodístico, sacando declaraciones de usted, decía que la obra social estaba a un paso de la quiebra. ¿Es así o no?

DT: “Yo hago declaraciones, y a veces no plasman lo que yo digo realmente. La Superintendencia de Servicios de Salud nos aconseja, desde hace seis años a la fecha, que nos pasemos a IOMA como el resto de las obras sociales. Recordemos que en la provincia de Buenos Aires hay sólo dos sindicatos que manejan obras sociales municipales: Avellaneda y La Matanza. Nosotros podemos ver, estudiar, firmar convenios con clínicas o con obras sociales más grandes. Es decir; podemos ver (no es la palabra “quebrar”) la posibilidad y las tentativas que tenemos para poder evolucionar y adaptarnos a estos momentos, y tratar de seguir sosteniendo esta obra social al servicio de todos los trabajadores. Hace muchos años que venimos pasando por momentos de crisis, crisis, crisis; y la sostuvimos y la mejoramos. Tendremos que ver ahora cómo nos readaptamos a esta situación. Por otro lado, destaco la obra social de Avellaneda que está mucho más organizada que la nuestra porque cobra los coseguros o bonos que ayudan muchísimo a ordenar el tratamiento y la atención de cada uno de los compañeros. Muchas veces hay compañeros que se anotan o que piden turno o que se hacen estudios y después no concurren. Lo que nos aconsejó la Superintendencia de Salud y lo que veo en otras obras sociales es que al cobrar una cantidad de dinero (un bono), que la pone la Superintendencia porque eso ya está tabulado por ella, el paciente asiste. Hoy nosotros tenemos muchos profesionales que están sentados esperando que vengan a atenderse los compañeros que se anotaron. Hoy pagar el sueldo de un médico nos sale carísimo, no porque el médico no tenga que cobrar ese dinero sino porque en esta crisis no lo podemos pagar, y no está atendiendo a los compañeros que se anotaron y no asisten. También tenemos en nuestra obra social una gran cantidad de estudios médicos, que salen millones de pesos, que el compañero no lo retira para seguir el tratamiento del motivo por el cual se lo hizo. Entonces, ya está estudiado (por eso lo aplican las privadas, la Superintendencia, las obras sociales) que cobrando un bono también se ayuda mucho a la organización de la atención médica.”

 

QP: Ahora bien: ¿está en peligro de quiebra la obra social o no?

DT: “No, no está en peligro de quiebra la obra social.”

QP: ¿Están estudiando la posibilidad de esos bonos?

DT: “Sí. Muchas veces estudiamos la aplicación de esos bonos; y sabemos que puede llegar a ser una medida poco simpática, pero que hay que aplicarla. ¿Cuándo y de qué modo? Tendría que ser ya, urgente. Pero el bono no tiene una finalidad recaudatoria porque no cubre mucho los gastos (por la variación del dólar); y, repito, su valor lo pone la Superintendencia. La finalidad del bono es un rearmado y una reorganización de la obra social en lo que es la atención, que va a ayudar a aquellos que tengan un problema y se anoten con un especialista para ser atendidos. Esto no lo vamos a poner en funcionamiento ni hoy ni mañana ni pasado, porque estamos estudiando una serie de alternativas que tenemos que tomar con la obra social para poder seguir sosteniéndola y para que siga al servicio de los compañeros.”

 

QP: Hace rato que ustedes están resistiendo la presión o las sugerencias de la Superintendencia de Servicios de Salud para que pasen todos los trabajadores de la obra social del sindicato municipal a depender de IOMA. Pero también está que no le giran el dinero que le deben girar, y le retienen. Es como que los quieren obligar a ir a IOMA.

DT: “Claro, si hacemos un estudio real y frío, como nos hace la Superintendencia a través de un Excel que nos dice que somos una obra social de 4.800 afiliados; o sea, la más chica del país. Somos una obra social cuyos aportes son de los compañeros municipales que cobran sueldos exiguos a nivel nacional. Entonces, cómo hacemos desde la organización con un aporte de 6.000 pesos por afiliado para sostener la salud de la familia. No hay respuesta para esto porque hoy una empresa privada de salud, por asociado, está cobrando 40.000/60.000 pesos, y de acuerdo con el nivel que tenga de hotelería y demás 70.000 pesos. Nosotros con 6.000 o 7.000 pesos tenemos que darle salud a toda la familia, que en muchos casos son familias numerosas y en muchos casos con problemas muy delicados de salud. Y, a su vez, todo lo que tiene que ver con los medicamentos, la tecnología y demás cada vez es más nuevo y más caro. Entonces, hoy nos encontramos con medicaciones que salen 11.000.000 o 19.000.000 de pesos. ¿Y cuántos 6.000 pesos de los compañeros que aportan hay que sumar para poder llegar a esas cifras? Es así como realmente se hace difícil. Entonces, la Superintendencia dice que la obra social es inviable por la cantidad de compañeros y los aportes que tenemos. Pero hasta ahora, gracias a Dios, la hemos sostenido, la hemos recuperado, hemos afrontado la pandemia y la postpandemia. Ahora seguimos con la inflación y el dólar, y la seguimos peleando.”