DE LA MANO DE LOS CUBRIA Y PÉRSICO LOS MANTEROS Y TRAPITOS QUIEREN IR A LA GUERRA

 

Por Prof. Joaquín G. Puebla

 

Todo comenzó el pasado 07/09 cuando publicamos la nota: RAMOS MEJÍA: ¿TRAPITOS VIOLENTOS Y MANTEROS BUCHONES? Donde contamos las (https://semanarioquintopoder.com/ramos-mejia-trapitos-violentos-y-manteros-buchones/) vivencias de los vecinos ramenses con estos personajes. Trapitos violentos que usaban esa violencia para “extorsionar a los vecinos para poder estacionar su auto”. A esto había que agregarle “a los manteros” que, instalados frente al corredor bancario de la ciudad, pasaban información para posteriores hechos delictivos.

 

 

En la nota, “RAMOS MEJÍA: PESE A LA PATOTA DE LOS CUBRIA Y PÉRSICO NO LOGRARON QUE VUELVAN LOS MANTEROS Y TRAPITOS” del 14/09 (https://semanarioquintopoder.com/ramos-mejia-pese-a-la-patota-de-los-cubria-y-persico-no-lograron-que-vuelvan-los-manteros-y-trapitos/) informamos sobre el operativo realizado por la Municipalidad matancera y la policía de Buenos Aires dónde desalojaron, sin violencia, a los manteros y trapitos del lugar.

 

 

Un par de días después, un importante grupo de “muchachos patoteros” se pasearon por toda la ciudad ramense intimando a los vecinos y comerciantes del lugar.

 

Dichos grupos patoteros “estarían bajo la conducción política de Francisco Cubria (Coord. Fortalecimiento Trabajadores de Economía Social y Popular en Ministerio de Desarrollo Social de la Nación), hermano de la ex candidata a Intendente y Diputada prov., Patricia ‘La Colo’ Cubria, y que, a su vez, trabaja junto a su marido funcionario del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y líder piquetero del Movimiento ‘Evita’, Emilio Pérsico

 

 

Al no poder imponerse organizaron una marcha para el día 25/09 a las 11Hs. hacia la Descentralizada de Ramos Mejía para tratar de imponerse y torcerle el brazo al municipio para volver a las veredas de dicha localidad.

El clima esta tenso, pero vecinos y comerciantes de Ramos Mejía han acercado notas a la intendencia municipal agradeciéndoles haberlos apoyados en sus reclamos y le solicitan al Intendente Fernando Espinoza que impida la instalación de los manteros y trapitos.

 

EL VECINO OPINA

 

Ante lo que está sucediendo salimos a la calle y hablamos con los vecinos de Ramos Mejía quienes se manifestaron de la siguiente forma:

QP: ¿Cómo ve el centro de Ramos? No sé si se enteró que se desalojaron a los manteros y los trapitos. ¿Cuál es su percepción?

JG: “Con los trapitos ya están bastante delicada la cosa, no se ven ni están dando vuelta, que uno no sabe si realmente están trabajando o están sirviendo de pantalla para otra cosa. Y con respecto a los manteros, es muy injusto porque el mantero está tratando de hacerse el mango, pero debe haber alguna organización, algo detrás, muy interesante, muy poderoso, que debe arreglar con alguien porque no puede ser la cantidad que hay por todos los centros de Ramos trabajando. Y un capital, todo eso no es gratis, toda esa ropa, dado los valores de la ropa, no es fácil hacerse de ese capital. O sea, debe haber alguna organización o algo que los apantalla y les interesa mantenerlo abierto. Y va en contra de todos los comerciantes que pagan sus impuestos, que tratan de estar al día, y es muy injusto, me parece que no corresponde.”

 

QP: ¿Tiene idea más o menos de cómo se llegó a eso?

JG: “Está el grupo de Vecinos en Alerta, hace años que viene desde las ambulancias pidiendo que el SAME ingrese en La Matanza. Hacen operativos de vacunación y castración de animales y está tranquilamente detrás de todo esto, desde el mantenimiento de las luminarias, calles, veredas, hasta ver qué pasa y qué hay detrás de todos estos manteros porque parece la avenida Avellaneda de Flores prácticamente. Nos genera mucha aprensión la presencia de los manteros en las veredas de los bancos porque hemos sufrido muchas salideras bancarias. ¿Usted que es jubilado, cobra en los bancos de Ramos?

QP: ¿Qué le pareció el operativo de desalojo de los manteros?, ¿ve si hay un poco más de seguridad o un poco más de despeje? ¿Qué le sucedía cuando salía y veía ese amontonamiento de gente?

JG: “Era sentirse disminuido, indefenso, porque uno no tiene ya el físico para tratar de imponer respeto en el sentido de evitar un mal golpe, pero da la tranquilidad que al haber más amplitud uno no se siente encerrado y no sabe quiénes son las caras que se acercan. Entonces, hoy uno puede desarrollar su vida más tranquila porque los años nos presentan un presupuesto distinto y la tranquilidad también es un remedio que precisamos y que no lo da el PAMI, sino la lucha vecinal por tratar de evitar que los manteros estén de esa manera invadiendo todo el espacio público.”

 

Dejamos a JG (con más de 30 años viviendo en Ramos Mejía) y dialogamos con MG, quien nos comentó:

 

QP: ¿qué sensación tiene? ¿Se ha dado cuenta que no están más los manteros, los trapitos?

MG: “Sí, eso se había visto, ya se venía viendo hace rato, y yo lo que vi por WhatsApp y por Facebook, no me acuerdo bien, pero por el teléfono lo vi, y se había hecho algo al respecto. A mí me parece bien, porque si lo vemos desde el punto de vista laboral, el que trabaja es el senegalés y el que trabaja es la empleada del local, y eso es injusto. ¿Quién tiene la razón? ¿Quién va a decidir ahí? Aparte, los orígenes, yo no voy a juzgar porque yo no juzgo, pero si tengo que analizarlo, para mí está mal.”

QP: Y en cuanto al tema de los trapitos, ¿cobran por el uso del espacio público?

MG: “No, eso es un delito.”

 

QP: ¿Qué le parece que los vecinos se hayan organizado para sacarlos?

MG: “Eso es justo, eso es hacer las cosas bien.”

 

QP: ¿Usted tiene la sospecha o le parece que detrás de los senegaleses, que son generalmente quienes son la cara visible de esto, no tiene la sensación de que detrás de estos trabajadores hay mafias, que son las que están con los talleres clandestinos, con el trabajo esclavo y todo eso? ¿De dónde sacan la mercadería?

MG: “Yo vivo acá hace 20 años, yo viví 30 años en el barrio de Parque de Avellaneda, justo enfrente de mi casa, mi casa materna, había un taller clandestino, todos bolivianos. Y era la época que se prendían, fue un desastre, vivían ahí adentro. Y yo lo vi en carne propia, es así como dice la televisión, los talleres clandestinos bolivianos es lo peor que hay. Yo lo vi en persona.”

Sobre el tema dialogamos también con VT, quien nos comentó:

 

QP: ¿qué opinión le merece el trabajo que hicieron los vecinos, en forma organizada, en pedir la remoción de manteros y de trapitos?

VT: “Sí, lo leí, me parece bárbaro, la verdad es una inseguridad terrible, más en la cuadra de los bancos, suelo salir y siempre me molesta.”

QP: ¿Tiene familiares jubilados que vayan a cobrar ahí?

VT: “Sí, por supuesto, sí, sí, yo también les voy a cobrar a ellos. Así que es un peligro, para mí es un peligro.”

 

QP: ¿Y le parece bien lo que se hizo?

VT: “Sí, por supuesto.”

 

QP: ¿Y el tema de los trapitos?

VT: “Sí, sí, sí, es un tema porque, la verdad, a mí me da miedo, si le das porque le das y no le das porque no le das.”

QP: ¿Le han llegado a exigir alguna vez?

VT: “Siempre, siempre te piden lo que ellos quieren y si no, te rayan el auto o te roban las pertenencias, no sé, la verdad es un tema ese.”