INCOHERENCIAS: EL OFICIALISMO GANÓ BIEN Y LA OPOSICIÓN, TAMBIÉN, PERDIÓ BIEN

 

Por Prof. Joaquín G. Puebla

 

Incoherencia: Falta total de coherencia entre varias ideas, acciones o cosas. Cosa que contradice a otra, o no guarda con ella una relación lógica.

 

Pensamiento incoherente: El pensamiento incoherente ha sido considerado de tres maneras: como un pensamiento similar al disgregado; como un grado mayor de la disgregación del pensamiento esquizofrénico y por último, y creo que esto es lo más acertado, como la disgregación que se acompaña de obnubilación de la conciencia, es decir la disgregación del pensamiento que aparece en el delirium.

Pensamiento disgregado: En él se produce la pérdida de la idea directriz, de modo que en medio del pensamiento normal se introducen ideas e imágenes absurdas e ilógicas, sin relación con la idea directriz o central, las asociaciones son laxas. Esto origina que al expresar este pensamiento el que lo oye no comprende lo que este hombre dice. Aunque tenga para el hablante un significado, es para los demás un pensamiento sin sentido, absurdo (M. Cabaleiro Goas). A veces, después de conocer la biografía del paciente, este pensamiento puede adquirir algún significado.

 

Deberíamos estar acostumbrados ya a algunas cosas que ocurren en nuestro distrito pero, elección tras elección, siempre hay algo nuevo que me sorprende.

 

 

La realidad matancera, en algunas ocasiones, es muy incoherente y las acciones de nuestros vecinos raya con algo de locura. No digo ni sostengo que estén locos sino que nuestra realidad cotidiana es tan diferente de un sector al otro del distrito que, esto genera una incoherencia política muy marcada.

Las realidades sociales y económicas del distrito tienen diferencias abismales y se dan en todas las localidades. Podríamos decir que entre Ramos Mejía y Virrey del Pino hay diferencias económicas y sociales muy marcadas pero, aunque muchos no lo crea la economía virreypinense es más fuerte que la economía ramense pero las diferencias sociales son abismales.

Esto se traduce en política y dónde debería perder el oficialismo por serias deficiencias de infraestructura, sociales, etc.; es dónde mayor cantidad de votos saca. Ramos Mejía, dónde la cosa anda algo mejor, pierde casi por paliza.

 

 

Esto no es una cuestión ideológica (o si, según se lo mire) es algo que, Arturo Jauretche, lo definió muy bien en varios de sus escritos, como por ejemplo: “La historia se torna en ocasiones redundante. Cíclica, en exceso. No estudiarla conlleva el pecado de creernos testigos de lo inédito. Devenimos en constantes creadores de soluciones. Nuestros problemas, con sus causas y soluciones, suelen haber sido presente de un pasado distante. A veces no tan distante”. (https://revistamarfil.wordpress.com/2020/09/13/moral-nacional-y-moralina-domestica/).

 

EL VALOR POLÍTICO DE UN RESULTADO

 

He escuchado a los dirigentes de “Juntos” hablar indignados sobre el acto del “Día del Militante” pues no entendían ¿qué festejaban los peronistas? Mientras los peronistas festejaban ellos estaban hechos una furia porque, según su visión, no tenían nada que festejar.

 

 

Es realidad y, más allá del valor y significancia de la fecha, el acto fue un festejo por no haber perdido, por paliza, las elecciones generales del pasado domingo.

 

 

Las elecciones PASO fueron (según lo adelantamos en la nota: LOS “BARONES DEL CONURBANO” AL CONTRATAQUE  (https://semanarioquintopoder.com/los-barones-del-conurbano-al-contrataque/) un “mensaje contundente al Gobernador bonaerense, Axel Kicillof sobre el destrato hacia los Intendente peronistas del conurbano”. A tal punto es así que en distrito donde la derrota había sido dolorosa, en las elecciones generales del pasado domingo se dieron vueltas los resultados. Se perdió dónde sabían que se iba a perder y se ganó (en muchos casos dieron vuelta la elección) dónde sabían que se iba a ganar.

Pero siempre hay un caso testigo que muestra que la maniobras mejor planificada no siempre sale bien, que es Ituzaingó dónde el “decano de los Intendente”, Alberto Descalzo perdió por muy poca diferencia.

 

 

En La Matanza, Fernando Espinoza, ganó cómodo y sin apuro pese “al fuego amigo de la última semana previa a la elección” donde el “Ministro de Inseguridad bonaerense, Sergio Berni” en colaboración con el Ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal “La Morsa” Fernández, montaron un espectáculo absurdo y provocativo para contener una marcha de vecinos que pedían “Justicia y Seguridad” ante el lamentable asesinato de un comerciante de Ramos Mejía.

 

 

Ante el despliegue “Obsceno, desmesurado y ridículo Operativo de Seguridad en vísperas de la mencionada marcha”, Daniel Bracamonte referente de “Vecinos en Alerta” y uno de los convocantes a la marcha a San justo por reclamos de justicia y seguridad decidió, razonablemente, suspender la convocatoria realizada; porque el mencionado despliegue era un “acto de provocación y, a su vez, de intimidación” (“NO TENEMOS MIEDO DE RECLAMAR JUSTICIA Y SEGURIDAD” – https://semanarioquintopoder.com/no-tenemos-miedo-de-reclamar-justicia-y-seguridad/).

 

 

Tanto Berni como Fernández jugaron su interna y, a la vez, trataron de ridiculizar a Fernando Espinoza para cobrarse “viejas facturas políticas”.

 

 

Me pregunto: ¿qué hubiese pasado si en La Matanza perdía el oficialismo y, a su vez, perdía el Frente de Todos, a nivel provincial, después de esta maniobra?;  esos Ministros, tanto bonaerense como nacional, ¿no deberían haber renunciado ya por intentar provocar una derrota política al espacio al cuál dicen pertenecer?

 

 

Juntos ganó a nivel nacional y provincial y eso les impide ver el real motivo del festejo del Frente de Todos, hasta que no logren descifrar esas diferencias conceptuales seguirán teniendo “disgregado el pensamiento” porque, si bien ganaron, no lo hicieron con una ventaja apreciable.

 

 

Cuando Mauricio Macri ganó las elecciones presidenciales del 2015, las ganó ahí y, pese al apoyo popular que se dio después de su triunfo, nunca supo entender a la gente. Por eso el fracaso posterior de su gobierno (sin entrar en otros detalles).

 

 

En Juntos sigue perplejos, ellos ganaron y son los que deben festejar pero no entienden porque festejan los del “Frente de Todos” y mientras no lo hagan, podrán seguir ganando elecciones pero seguirán sin entender a los argentinos.